Por el camino verde
«El empecinamiento verde que está detrás de la política de la UE en contra del coche clásico no ha traído más que desgracias. A los usuarios y a los fabricantes»
Fabricación de coches eléctricos.
La venta de coches eléctricos en Europa en términos relativos no crece (12,4% de las ventas en el primer semestre de 2024 frente al 12,9% en el mismo periodo de 2023). La UE preveía para los coches eléctricos en 2025 una cuota de mercado del 27% que será imposible de alcanzar.
Quienes se han beneficiado son los coches híbridos, donde se incluyen tanto los no enchufables, que cuentan con un pequeño motor eléctrico que asiste al de gasolina en situaciones puntuales, como los enchufables. Conviene recordar que estos híbridos producen consumos y emisiones muy bajos cuando tienen la batería cargada, pero un gran número de conductores no los recarga y los usa constantemente con motor de combustible.
La UE pensó que los híbridos iban a representar una transición hacia los eléctricos, pero los usuarios no han validado esa hipótesis. Por otro lado, los fabricantes también se han acogido a los híbridos enchufables y a los no enchufables para estar por debajo del límite de emisiones exigido por Bruselas.
Ante la invasión de coches eléctricos procedentes de China, la UE recurrió a unos aranceles disuasorios y, como respuesta, las marcas chinas de coches híbridos se han vendido tres veces más en 2024 y suponen ya casi el 20% de los coches que llegan a Europa procedentes de Asia.
En otras palabras, según ha escrito Iván Mingo en El Debate, «a día de hoy todo parece ponerse en contra de Bruselas y su apuesta por el coche eléctrico, habrá que ver hasta qué punto es capaz de aguantar la presión a la que le están sometiendo algunos grupos automovilísticos alemanes y algunos países, que reclaman desde hace meses un balón de oxígeno en el proceso de la electrificación».
«Las marcas van a tener que pagar alrededor de 2.000 euros de media por cada coche de combustión que se venda en 2025»
Las marcas van a tener que pagar alrededor de 2.000 euros de media por cada coche de combustión que se venda en 2025, y ningún fabricante confía ya en que los eléctricos puros sean una realidad a finales de esta década.
Pero pensemos en España. ¿Cuántos y dónde están los cargadores para los coches eléctricos? En ciudad hay pocos, pero en carretera hay menos. Un conductor va a pagar –ha escrito Mercedes Benítez- «14 euros por ‘repostar’ algo más de 21 kilovatios en unos 10 minutos. Según sus cuentas, con ese dinero podría pagar unos nueve litros de combustible, con los cuales en un coche gasolina podría hacer algo más de 100 kilómetros, mientras que en un diésel podría rondar casi los 200… ¿Dónde está la ventaja?».
El empecinamiento verde que está detrás de esa política de la UE en contra del coche clásico no ha traído más que desgracias. A los usuarios en primer lugar y a los fabricantes de automóviles -como ha ocurrido con Volkswagen- en segundo. Otra gracia más de esos verdes que acabaron con las nucleares en Alemania (y también en España) y ahora Alemania se ha visto obligada a recurrir al carbón tan limpio.
Quiero pensar que la marea verde va a caer en picado. Basta con ver la tendencia que marcan las elecciones en la UE con especial relevancia en Francia, Alemania e Italia.
Y no son los coches de gasolina -y menos los nuevos- los que más ensucian la atmósfera. A este propósito, o se consiguen políticas comunes a nivel mundial o vamos a tener en el aire CO2 para rato.
