Trump se niega a decir si aceptará los resultados en el último debate con Clinton
«No es ésta la forma en la que funciona nuestra democracia. Llevamos 240 años celebrando elecciones libres y justas. Hemos aceptado los resultados cuando no nos han gustado y eso es lo que debemos esperar de cualquiera que se presente a un debate electoral», añadió Clinton. Más allá del tema de los resultados electorales, el debate se centró principalmente y por primera vez en temas de política doméstica e internacional más que en cuestiones personales o insultos, aunque también hubo algo de esto. Como cuando, en un momento en el que Hillary estaba hablando sobre la Seguridad Social y la necesidad de subir los impuestos a las grandes fortunas, Trump intervino y dijo «¡Qué mujer tan asquerosa!». De nuevo, el magnate se defendió de las acusaciones sobre su forma de tratar a las mujeres y acusó a Clinton y su fundación de ser una empresa «criminal». Como en el anterior debate, los dos candidatos eludieron estrecharse las manos ni al inicio ni al final. Un encuentro que, según la encuesta de la CNN – la primera en hacerse pública – ganó Clinton con un 52% de los encuestados, frente a un 39% que dio la victoria a Trump.
El candidato del Partido Republicano no ha querido decir si aceptará los resultados electorales si pierde, algo que nunca antes ningún candidato a la Presidencia de Estados Unidos había cuestionado, como recordó su contrincante Hillary Clinton. «Ya veré lo que hago en su momento», ha contestado a la pregunta del moderador Chris Wallace en el tercer y último debate electoral con la candidata demócrata antes de las elecciones del 8 de noviembre, celebrado en Nevada. La pregunta no era gratuita ya que Donald Trump lleva días diciendo que los resultados en algunos colegios «ya están amañados» y acusando a los medios de comunicación de manipular las informaciones sobre él para que gane Clinton. «¡Es horrible! Cada vez que Donald ve que algo no ocurre como quiere, lo rechaza», respondió indignada la candidata demócrata.
«No es ésta la forma en la que funciona nuestra democracia. Llevamos 240 años celebrando elecciones libres y justas. Hemos aceptado los resultados cuando no nos han gustado y eso es lo que debemos esperar de cualquiera que se presente a un debate electoral», añadió Clinton.
Más allá del tema de los resultados electorales, el debate se centró principalmente y por primera vez en temas de política doméstica e internacional más que en cuestiones personales o insultos, aunque también hubo algo de esto. Como cuando, en un momento en el que Hillary estaba hablando sobre la Seguridad Social y la necesidad de subir los impuestos a las grandes fortunas, Trump intervino y dijo «¡Qué mujer tan asquerosa!». De nuevo, el magnate se defendió de las acusaciones sobre su forma de tratar a las mujeres y acusó a Clinton y su fundación de ser una empresa «criminal».
Como en el anterior debate, los dos candidatos eludieron estrecharse las manos ni al inicio ni al final. Un encuentro que, según la encuesta de la CNN – la primera en hacerse pública – ganó Clinton con un 52% de los encuestados, frente a un 39% que dio la victoria a Trump.