La Guardia Civil detiene a otro marroquí relacionado con el terrorismo yihadista
Esta última detención ha sido consecuencia de las investigaciones que siguieron a la operación desarrollada en diciembre de 2015 y que llevó a la detención de un individuo también de nacionalidad marroquí acusado de varios delitos relacionados con el terrorismo. «Las investigaciones que el pasado 1 de diciembre condujeron a la detención de Salim Aghmir situaron en el punto de mira de los agentes al ahora detenido, que era asiduo del local de hostelería que el primero regentaba en Pamplona, y que participaba directamente en actividades relacionadas con el enaltecimiento y la difusión de propaganda de la organización terrorista Daesh». El perfil del detenido, explica la Guardia Civil – que en esta operación ha contado con la colaboración del CNI – es coincidente con la mayoría de los arrestados en otros países de Europa, «tratándose de personas aparentemente integradas en la comunidad de residencia y que, tras un proceso de radicalización, pasan a abrazar los postulados de Daesh, convirtiéndose en individuos potencialmente peligrosos para la seguridad nacional».
Apenas un día después de que se produjeran en Ibiza las detenciones de dos imanes que ejercían en la mezquita Masllid al Fath por su vinculación con el ISIS, la Guardia Civil ha informado de una nueva detención, en esta ocasión en la localidad riojana de Calahorra, de otro ciudadano marroquí como presunto autor de un delito de terrorismo. El detenido «ha mostrado su apoyo explícito a las recientes acciones terroristas reivindicadas por Daesh en París, así como a los musulmanes que viajan a Siria e Irak para combatir en las filas de la organización terrorista», asegura el instituto armado en un comunicado.
Esta última detención ha sido consecuencia de las investigaciones que siguieron a la operación desarrollada en diciembre de 2015 y que llevó a la detención de un individuo también de nacionalidad marroquí acusado de varios delitos relacionados con el terrorismo. «Las investigaciones que el pasado 1 de diciembre condujeron a la detención de Salim Aghmir situaron en el punto de mira de los agentes al ahora detenido, que era asiduo del local de hostelería que el primero regentaba en Pamplona, y que participaba directamente en actividades relacionadas con el enaltecimiento y la difusión de propaganda de la organización terrorista Daesh».
El perfil del detenido, explica la Guardia Civil – que en esta operación ha contado con la colaboración del CNI – es coincidente con la mayoría de los arrestados en otros países de Europa, «tratándose de personas aparentemente integradas en la comunidad de residencia y que, tras un proceso de radicalización, pasan a abrazar los postulados de Daesh, convirtiéndose en individuos potencialmente peligrosos para la seguridad nacional».