Theresa May llama a la unión para "renovar el sueño británico"

La primera ministra británica, Theresa May, ha alentado a los conservadores a «unirse» para «renovar el sueño británico» y fomentar «las aspiraciones y la prosperidad», en un accidentado discurso el miércoles en el que se ha quedado afónica y que ha sido interrumpido por un espontáneo, informa Efe.

May ha clausurado el congreso anual del Partido Conservador en Manchester (norte inglés), en el que tanto ella como sus ministros se han esforzado en ofrecer una imagen de unidad después de varios días de trifulcas internas especialmente en torno al «brexit».

La líder «tory», que ha debido interrumpirse varias veces al sufrir fuertes ataques de tos, ha asegurado que ese sueño británico que otorga «oportunidades» es lo que la motiva a hacer política y a seguir al frente del gobierno, pese a su frágil autoridad tras haber perdido la mayoría absoluta en las pasadas elecciones generales.

May se ha disculpado ante la militancia por ese revés electoral y ha dicho que ha llevado a cabo una campaña «demasiado presidencialista». Si bien ha instado a sus colegas a centrarse ahora en «trabajar unidos» para convertirse en la formación de referencia de la gente corriente.

La intervención de May ha sido interrumpida también por el cómico inglés Simon Brodkin, que ha esgrimido desde las primeras filas una notificación de despido (documento P45) para ella, antes de haber sido desalojado y detenido por alteración del orden.

En ese P45, que ha sido difundido en las redes sociales, se despide a May porque «no somos ni fuertes ni estables», en alusión a su eslogan electoral, y porque «estamos preocupados por Jezza», en referencia al ascendente líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn.

Durante su discurso, en el que, para estupefacción general, también se han caído algunas letras del lema de propaganda que tenía detrás, la dirigente ha defendido con pasión la ideología conservadora de libre mercado, frente al «cerrado» nacionalismo escocés y las ideas «desfasadas» de Corbyn, al que ha acusado de inspirarse en el «modelo económico de Venezuela».

«La economía de libre mercado ha sido durante mucho tiempo la base de nuestra seguridad y prosperidad», ha dicho. También ha apuntado que, con sus valores de «libertad, igualdad, legalidad, derechos y responsabilidades», sigue siendo «el mayor agente de progreso humano colectivo jamás creado».

El neoliberalismo económico está en el corazón del «sueño británico», ha argumentado, pero debe ir acompañado de un programa de «reforma económica y social» y la aceptación de que los mercados libres deben «reformarse ahí donde no funcionan».

May ha dedicado una mención en su discurso a las negociaciones del «brexit» o salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), que ha admitido que pueden resultar «frustrantes».

La primera ministra ha pedido a los negociadores un acuerdo «rápido» para los expatriados comunitarios (unos tres millones de personas) y subrayado que éstos son «bienvenidos» en el Reino Unido.

«Permitidme que deje claro que valoramos la contribución que hacéis a la vida de este país. Sois bienvenidos aquí«, ha afirmado para recalcar que, pase lo que pase, el país «saldrá de la Unión Europea en marzo de 2019».

May ha señalado que la posición negociadora del Gobierno británico, pese a las aparentes divergencias entre ministros, es la que expuso en su discurso del 22 de setiembre en Florencia (Italia) y ha manifestado su voluntad de construir una relación «profunda y especial» con los Veintisiete.

En un giro ideológico para el Partido Conservador, que se interpreta como una reacción al proyecto socialdemócrata de Corbyn, May ha anunciado algunas inéditas políticas sociales, como establecer un tope a la factura eléctrica, impulsar la construcción de vivienda de protección social y congelar el aumento por inflación de las matrículas universitarias.

El nivel de apoyo a May y su autoridad se verán en los próximos días, cuando el gobierno conservador vuelva al trabajo y se inicie la quinta ronda de negociaciones con Bruselas, que ya ha advertido que aún no se han hecho progresos suficientes para negociar la futura relación bilateral, principal objetivo «tory».