Unidos Podemos pide que los piropos "sexistas" sean considerados delito leve

Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea ha presentado este miércoles en el Congreso su Ley de Protección Integral de la Libertad Sexual y para la Erradicación de la Violencias Sexuales, que incluye que los piropos «sexistas» sean considerados delito leve. El objetivo de esta propuesta es reducir el acoso verbal en las calles, que se penalizaría con multas de 3 a 9 meses o trabajos en la comunidad de 31 a 50 días.

La socialista Soledad Murillo, secretaria del Estado por la Igualdad, ha asistido a la presentación de esta propuesta de ley, a lo que la portavoz adjunta de Unidos Podemos, Ione Belarra, ha señalado que «se alegran de que el PSOE haya recapacitado» y les insta a que «se lean la ley entera» para poder debatir.

La finalidad de esta ley de violencia sexual es eliminar el delito de abuso sexual de tal manera que todo acto sexual sin consentimiento por parte de la víctima sea considerado agresión sexual. De esta manera, la persona perjudicada estaría más protegida pues ya no sería necesaria la evidencia de intimidación y de resistencia física por parte de la víctima, tal y como establece la actual legislación. “Esta distinción hace que las personas más vulnerables, quien se bloquee en esa situación o quien no tenga la fortaleza mental no se consideren víctimas de agresión sexual”, ha subrayado Patricia Faraldo, catedrática de Derecho Penal.

Esta reforma en el Código Penal , motivada tras la publicación del veredicto del caso de La Manada, sería determinante a la hora de dictar sentencia. Además, esta ley introduciría el agravante de la actuación en grupo, circunstancia que no recoge el régimen jurídico del delito de abusos sexuales. Esta iniciativa de Unidos Podemos también incorpora una serie de medidas para apoyar y asistir a todas las víctimas de cualquier tipo de violencia sexual.

La ley también influiría en las condenas por agresiones sexuales a menores, apenas existentes, porque tal y como señala la catedrática Faraldo, “la violencia que necesitamos para convencer a un menor no tiene el alcance que se necesita para la intimidación contra adultos y la agresión acaba cayendo en el ámbito de los delitos sexuales lo que supone un privilegio para los agresores”.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se ha posicionado a favor de esta reforma al insistir en que «si una mujer no dice sí expresamente, todo lo demás es no».