Los periodistas birmanos que investigaron la matanza rohingya cumplen un año en prisión
Los periodistas birmanos Wa Lone y Kyaw Soe Oo que investigaban la matanza de rohingyas por un grupo de soldados de Birmania han cumplido este miércoles un año desde su detención por, supuestamente, vulnerar la ley de secretos oficiales.
Los periodistas birmanos Wa Lone y Kyaw Soe Oo que investigaban la matanza de rohingyas perpetrada por un grupo de soldados han cumplido este miércoles un año desde su detención por supuestamente vulnerar la ley de secretos oficiales.
Este aniversario se cumple un día después de que ambos fueran reconocidos como Personas del Año por la revista Time junto con el periodista saudí asesinado Jamal Khashoggi, la reportera filipina Maria Ressa que investiga a Rodrigo Duterte y el periódico estadounidense Capital Gazette, que sufrió un tiroteo en junio. Todos ellos han sido galardonados por ser «guardianes» de la libertad de prensa en la guerra contra la información.
Medio centenar de simpatizantes y familiares se congregaron este miércoles en Rangún, la antigua capital de Birmania, para expresar su apoyo a los dos reporteros de Reuters, mientras que las redes sociales se llenaron de fotos y mensajes de solidaridad.
«Fui a verlo hoy a la prisión. Está bien y dio las gracias a todos los que le están apoyando ahí fuera», ha afirmado a Efe Pan Ei Mon, la esposa de Wa Lone, con el que tiene una hija que cumplirá cuatro meses el próximo día 10. «Espero el mejor resultado en la apelación del 24 de diciembre», ha agregado la birmana en la concentración.
Ambos periodistas cumplen una condena de siete años de prisión por revelar secretos del Estado, aunque la matanza de los rohingyas fue admitida por el Ejército, que fue acusado el pasado septiembre por la ONU de genocidio contra esta comunidad de mayoría musulmana.
La líder de facto birmana, la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, ha defendido la independencia de los tribunales y ha reiterado que la condena no tiene nada que ver con su investigación de la matanza, mientras que la ONU y la Unión Europea han calificado la sentencia de injusta y han pedido su liberación.
«Hace un año, los periodistas de Reuters Wa Lone y Kyaw Soe Oo fueron arrestados en una encerrona de la Policía, planeada para interferir en su investigación de una masacre en Myanmar», ha indicado en un comunicado Stephen J. Adler, director general de la agencia Reuters. «El hecho de que sigan en prisión por un delito que no cometieron pone en duda el compromiso de Birmania con la democracia, la libertad de expresión y el Estado de derecho», ha agregado.
«Durante doce largos meses, Wa Lone Y Kyaw Soe Oo han sido arrancados de sus esposas y bebés simplemente por publicar noticias. Estos periodistas expusieron un asesinato masivo y deberían ser aplaudidos por su servicio público, no encarcelados por ello», ha indicado Amal Clooney, consejera legal de Reuters y de los dos periodistas.
Cronología de la detención
Wa Lone y Kyaw Soe Oo fueron detenidos la noche del 12 de diciembre de 2017 en posesión de documentos confidenciales que, según estos, les acababan de entregar dos policías con los que se habían reunido. Los reporteros investigaban entonces una masacre de 10 rohinyás en la aldea de Inn Dinn, en el estado de Rakáin, situado en el oeste de Birmania.
Estos asesinatos se produjeron en el marco de una operación del Ejército en agosto de 2017 en respuesta a una serie de ataques de un grupo insurgente de rohingyas contra una treintena de puestos fronterizos. La investigación de Wa Lone y Kyaw Soe Oo provocó que siete soldados fueran condenados en abril de este año a 10 años de prisión por la matanza, el único abuso reconocido por las autoridades birmanas.
No obstante, el Gobierno y el Ejército rechazan las conclusiones de una comisión especial de la ONU, que en septiembre calificó de genocidio la campaña militar que causó unos 10.000 muertos, según cifras conservadoras, y el éxodo de más de 723.000 rohingyas a Bangladesh.
El próximo 24 de diciembre los dos reporteros tienen previsto apelar sus condenas de siete años de cárcel que les impuso un tribunal de Rangún en septiembre por violar la ley de secretos oficiales, una norma de la era colonial.