Netanyahu revalida su liderazgo en las primarias de su partido con más del 70% de los votos
Nentayahu se presentaba aparentemente tocado, después de no haber conseguido formar Ejecutivo y estando acusado de cohecho, fraude y abuso de confianza, pero se ha impuesto con una amplia mayoría
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha revalidado su liderazgo en el partido derechista Likud con el 72% de los votos, frente a su rival Guideon Saar, que no ha superado el 30%.
Netanyahu ha proclamado su victoria antes del recuento final, en el que más de 41.792 votantes han optado por su candidatura pese a estar acusado de corrupción, frente a los 15.885 de Saar. Así, se ha convertido automáticamente en la cabeza de la lista electoral del Likud en las próximas elecciones del 2 de marzo.
«Con la ayuda de Dios y la vuestra, llevaré el Likud a una gran victoria en las próximas elecciones y continuaré dirigiendo el Estado de Israel a logros sin precedentes», ha declarado Netanyahu durante el recuento, una hora después de que cerraran las urnas.
Poco después, Saar ha aceptado su derrota con el 27.5% del apoyo y ha adelantado que cerrará filas con Netanyahu de cara a los comicios de marzo. «Estoy contento con la decisión que he tomado. Fue la correcta. Aquellos que no están dispuestos a arriesgarse por lo que creen, nunca tendrán éxito», ha dicho Saar sobre su desafío a quien lleva liderando el partido más de una década.
El actual jefe de Gobierno en funciones, que ganó sus últimas primarias en 2014, se ha enfrentado por primera vez a un rival que presionó para esta convocatoria y ha generado una corriente interna de disensión.
Nentayahu se presentaba aparentemente tocado, después de no haber conseguido formar Ejecutivo tras las elecciones de abril y septiembre y estando acusado de cohecho, fraude y abuso de confianza, pero finalmente se ha impuesto con una amplia mayoría.
A pesar de haber ganado las primarias, su situación legal no garantiza que pueda revalidar también su cargo de primer ministro, ya que no está claro si un acusado puede recibir el mandato para formar gobierno, una duda sobre la que se pronunciarán la próxima semana el Tribunal Supremo y el fiscal general del Estado.