Casado arriesga con la elección de una 'nueva Ayuso' para el PP de Extremadura

El Partido Popular en Extremadura ha entrado en ebullición tras revelar el diario Hoy este jueves que Pablo Casado no contará con el actual presidente, José Antonio Monago, ni con el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, para liderar la formación en el próximo congreso regional, sino que la elegida sería María Guardiola, concejal en el Ayuntamiento de Cáceres y completamente desconocida dentro del PP extremeño como lo fue en su día Isabel Díaz Ayuso cuando se puso al frente de los populares madrileños.

Guardiola es economista de profesión y fue secretaria general de Economía en el Gobierno autonómico de Monago y esa misma área es la que ha tenido en sus manos en Cáceres, tanto cuando el PP gobernó -de 2015 a 2019- como ahora en la oposición. Fuentes del PP extremeño destacan de ella su capacidad de gestión, los «aires de renovación» que traería al partido tras una larga etapa de Monago y «el factor sorpresa» ante el PSOE de Guillermo Fernández Vara, «que no tiene un historial para atacarla».

Sería la primera mujer en tener serias opciones de alcanzar la Presidencia de la Junta de Extremadura, una región que solo ha conocido tres presidentes en toda su historia democrática –Juan Carlos Rodríguez Ibarra y los citados Vara y Monago-. Por contra, la concejal de Cáceres no es conocida más allá de la capital de provincia, no se prodiga en redes –tiene 21 seguidores en Twitter– ni ha destacado en mítines o discursos públicos, algo en lo que sí brillaba Ayuso cuando fue colocada al frente de la candidatura del PP para la Comunidad de Madrid en 2019.

La apuesta de Casado por Guardiola fue replicada por la Cope y Onda Cero, aunque desde Génova no se quiso confirmar a THE OBJECTIVE con el argumento de que aún no se ha convocado el congreso regional extremeño, y se produce al calor de la noticia de Abc del pasado martes en la que se anunciaba que Monago aceptaba echarse a un lado y favorecer un relevo pacífico dentro del PP extremeño.

Esto último no se ha conseguido ya que ese mismo día empezó una campaña en las redes de afiliados del PP de Extremadura apoyando la opción de Pizarro, quien gobierna con mayoría absoluta desde hace tres legislaturas en Palencia, la cuarta ciudad más importante de la región en cuanto a habitantes.

Este regidor era -hasta que ha saltado el nombre de Guardiola- el único candidato oficioso a liderar el PP extremeño ya que a principios de octubre se postuló en público para suceder a Monago si el único presidente que ha tenido el PP en Extremadura se descartaba para la reelección con el visto bueno de Génova. Es decir, mediante una transición pacífica como sucedió en lugares como la Comunidad Valenciana -Isabel Bonig ‘claudicó’ en beneficio de Carlos Mazón- o Islas Baleares -Biel Company aceptó que se aupase a Marga Prohens-.

Sin embargo, ese movimiento no fue bien visto en Génova como se pudo comprobar en noviembre, cuando en plena guerra interna en el PP de Madrid entre los partidarios de Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, desde el PP nacional se deslizó que habría alcaldes que lideren el partido en varias comunidades autónomas, dando así validez a la opción del alcalde de Almeida. Se mencionaron expresamente los casos del regidor zaragozano, Jorge Azcón, en Aragón y de la alcaldesa de Santander, Gema Igual, para sustituir a María José Sáenz de Buruaga en Cantabria.

El hecho de que el alcalde de Plasencia no fuese incluido junto a Azcón e Igual en esa terna de futuros líderes regionales del PP llevó al equipo de Monago a sospechar que Génova no veía con buenos ojos a Pizarro, si bien desde Madrid se descartaba de plano que el expresidente regional fuese a repetir mandato.

Esa ecuación abría la puerta, como desveló entonces THE OBJECTIVE, a que Génova promoviese a un tapado, como pasó con Ayuso en la Comunidad de Madrid, en una región que históricamente ha sufrido luchas internas por los recelos y rivalidades que había entre el PP de Badajoz y el PP de Cáceres.

Pizarro reafirma su interés

Pizarro reaccionó con rapidez a la aparición del nombre de Guardiola convocando este jueves a los medios, para reafirmar su interés en presentar su candidatura a presidir el PP de Extremadura y dejar claro que dará un paso al frente cuando se convoque el congreso regional. La determinación del regidor de Plasencia abre la puerta a que haya más de una lista. Es decir, que se celebren primarias y con un rival de peso contra la candidatura oficialista promovida por Génova.

El alcalde lanzó un mensaje a Génova subrayando que cree «firmemente» en la democracia interna del PP y recordó que desde sus orígenes en el partido, asumió la «libertad» como uno de sus principios fundamentales, al tiempo que recordó que desde el último congreso nacional de 2018, en el que fue elegido Casado, se han establecido «cambios profundos» para que sean los afiliados los que voten.

Esa incipiente guerra preocupa a las principales figuras del PP extremeño, quienes ya han alertado a Casado que Guardiola podría ver peligrar su victoria en las urnas si Pizarro llega hasta el final en su órdago. La formación tiene en la actualidad unos 33.000 afiliados en la región, de los cuales 18.000 están en la provincia de Badajoz y algo más de 14.000 en la de Cáceres. Así que en una lucha cuerpo a cuerpo entre dos candidatos del PP cacereño, serían los militantes pacenses los que tendrían en su mano desnivelar la balanza.

Además, daría alas a Ayuso en su desafío a Casado a la hora de liderar el PP madrileño. La previsión de la dirección nacional del PP es convocar el congreso extremeño justo después de las elecciones del 13-F en Castilla y León, con el fin de que el sucesor o sucesora de Monago se conozca a finales de marzo.