El viaje a Chile revela la frialdad entre Yolanda Díaz e Irene Montero: «Ni se hablan»
Las dos dirigentes moradas mantuvieron agendas propias y encuentros bilaterales. Los afines a la vicepresidenta señalan que ni siquiera cenaron juntas
Redes sociales
El reciente viaje a Chile de la delegación oficial para acudir a la toma de posesión del nuevo presidente, Gabriel Boric, revela el profundo choque que existe entre las ministras Yolanda Díaz e Irene Montero. Fuentes de Unidas Podemos cercanas a Díaz sostienen que en ese traslado las dos ministras mantuvieron agendas paralelas. Casi no coincidieron y «tampoco cenaron juntas». La ruptura es tal que Díaz casi «ni se habla» con Montero, mientras que mantiene contactos con Ione Belarra por ser la secretaria general de Podemos.
A la salida del avión que aterrizó en la mañana del jueves 10 de marzo a Santiago de Chile se puede observar a Díaz y Montero en un momento de cercanía. Las dos ministras acompañan al Rey Felipe VI hacia la delegación del Gobierno de Chile que las espera en el aeródromo. Las imágenes difundidas por las dos políticas en sus redes sociales ofrecieron la sensación de un deshielo entre ambas dirigentes, aunque fuentes del sector de Díaz rebajan las expectativas.
Según fuentes conocedoras de los pormenores del viaje a Chile, las dos ministras casi no se intercambiaron palabra. Sus agendas confirman dos viajes muy diferentes, con encuentros que en algunos casos casi se solaparon. Por ejemplo, la charla con el nuevo presidente: ambas se citaron en citas bilaterales con el presidente de Chile, acompañadas por sus respectivos equipos, que en el caso de Montero se desconoce si viajaron todos en el avión oficial del Rey.
«No tiene por qué rendir pleitesía»
A nivel político, sin embargo, el viaje a Chile ha servido para certificar el nivel del choque interno. «Yolanda Díaz está cada vez más alejada de Podemos», revela una fuente cercana a la gallega, que detalla que esta solo «habla» con Belarra, y lo hace únicamente por cuestiones «imprescindibles». Estas fuentes defienden la actitud de la ministra gallega. Sostienen que Díaz «no tiene por qué rendirle pleitesía a Irene», mientras que asumen que con Belarra sí hay contactos por ser la secretaria general de Podemos.
Incluso desde la formación reconocen que las dos políticas más conocidas de Unidas Podemos están muy alejadas. Pero algunos creen que en las relaciones de fuerzas, Montero y Podemos se van fortaleciendo. El partido morado difunde la idea de que Díaz está más débil de lo que dibujan los medios de comunicación, y que la dirección morada le ha lanzado algo parecido a un ultimátum. Concretamente, una amenaza con desgastarla en las redes sociales.
El giro sobre el aumento del gasto en Defensa y su reciente postura sobre un impuesto extra para las compañías eléctricas para que asuman una parte importante del aumento del coste de la electricidad confirmaría esta tesis. Aunque las fuentes cercanas a Díaz lo niegan. Y reiteran que Díaz «está fuerte» y que no necesita de muchos cuadros para lanzar una candidatura nacional.
Presión de Podemos en la energía
La presión de los morados en este ámbito, no obstante, es palpable. Tanto Belarra como el portavoz Pablo Echenique exigieron el pasado jueves a Sánchez más contundencia y actuar con rapidez. «Fijar un límite al precio de la luz debe acompañarse siempre de la reducción de los beneficios millonarios e inmerecidos que reciben las empresas eléctricas. Sus cuentas de resultados del próximo año deben mostrar que todos esos beneficios han ido a reducir la factura de la luz», dijo Belarra el jueves.
Fuentes gubernamentales admiten cierta sorpresa por parte del Ministerio de Transición Ecológica ante la ofensiva de Díaz. La ministra gallega se ha alineado a Podemos en este asunto. «Los beneficios extraordinarios de las grandes eléctricas debido a la guerra no son justos, ni eficientes. Necesitamos una mayor redistribución de la riqueza, proteger a la gente y al tejido productivo«, declaró Díaz en RNE.
«IU hace seguidismo de Yolanda»
Para comprender los equilibrios internos hace falta analizar el papel de Enrique Santiago, el líder del PCE. En Podemos aseguran que sigue del lado de Montero. Los afines a Díaz, en cambio, matizan esta lectura. Recuerdan que Alberto Garzón e Izquierda Unida se mantienen fieles a Yolanda Díaz, y que el propio Santiago ha evitado declaraciones contundentes sobre la guerra en Ucrania.
«Santiago tampoco ha estado firme en el tema de la guerra, sino todo lo contrario. IU hace un seguidismo absoluto de Yolanda y ella solo evalúa sus movimientos en función de la opinión pública. Y puesto que introducir matices aparece fácilmente como política pro-Putin, aunque no sea así, ella piensa que hacer cualquier cosa de este estilo no viene bien», afirman.
Otro asunto atañe a que el entorno de Díaz percibe que la ministra está experimentando una leve caída en los sondeos. Su aprobación va menguando, y se debate sobre las causas. Algunos señalan exactamente a Podemos como el culpable de este frenazo, lo que reforzaría la tesis de la necesidad de alejarse de los morados. Aunque también destacan la posible contradicción de una excesiva convergencia con el PSOE. «Al final la gente prefiere el original. Si Yolanda Díaz nunca discrepa de Pedro Sánchez, mejor votar al PSOE», reflexionan.
