Feijóo mantiene varias incógnitas sobre su sucesión en el PP de Galicia
El poder del orensano Baltar en el nuevo PPdeG y la ‘recompensa’ al senador que le dejará su escaño son las principales dudas
Alfonso Rueda y Alberto Núñez Feijóo en una foto de archivo. | EP
El presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo, ha encauzado su sucesión al frente de la comunidad autónoma y el PP de Galicia (PPdeG) en la figura de su vicepresidente primero y presidente del PP en la provincia de Pontevedra, Alfonso Rueda, pero aún quedan varias incógnitas por desvelarse en torno a su relevo.
La más importante de ellas es el papel -y poder- que va a tener el presidente de la Diputación de Orense y líder provincial del PP, Manuel Baltar, dentro del nuevo PPdeG. Hasta ahora, la influencia de este último en la dirección del PPdeG estaba opacada por el liderazgo del propio Feijóo, orensano como él.
Fuentes del PPdeG consideran que hay un pacto entre Rueda y Baltar para que la nueva dirección regional tenga una composición «equilibrada» entre las cuatro provincias, en la que el segundo -hijo del histórico líder de los populares orensanos en tiempos de Manuel Fraga- tenga una cuota de poder «suficiente» para sus intereses políticos.
«A Rueda le interesa mantener tranquilo y controlado a este cabo suelto y crítico. Y el hecho de que ahora Baltar salga públicamente en su apoyo no ha podido salir gratis», subrayan las citadas fuentes. Ser el presidente del PPdeG es clave en todo este proceso porque según los estatutos convierte, de forma automática, al elegido en el candidato a la Xunta en 2024.
Baltar fue el último de los cuatro líderes provinciales del PPdeG en abandonar en febrero el barco de Pablo Casado, al que defendió en las redes sociales hasta el último momento, e históricamente ha intercambiado golpes bajos con Feijóo durante los últimos mandatos del presidente de la Xunta.
La segunda incógnita es cómo se recompensará -políticamente hablando- al senador por designación autonómica que le tiene que dejar un hueco a Feijóo. Todo indica que el ‘sacrificado’ será el exalcalde de Portomarín, Juan Carlos Serrano, quien llegó a la Cámara alta hace apenas medio año en sustitución de Jesús Vázquez.
Serrano es un dirigente cercano a Feijóo y ya ha puesto su cargo a disposición del nuevo presidente nacional del PP para que pueda confrontar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en lo que queda de legislatura. La otra opción, la de la viguesa Elena Muñoz, implica más sacrificios para Rueda ya que ella no le apoyó en el último congreso provincial.
Muñoz fue consejera de Hacienda con Feijóo de 2012 a 2019, cuando salió de la Xunta para competir contra Abel Caballero en las municipales de Vigo. La victoria del candidato socialista fue aplastante: el PSOE logró 20 concejales -cuando la mayoría absoluta está en 14- dejando apenas cuatro representantes del PP. Tras ello, la dirigente viguesa fue compensada con un puesto en el Senado. El hecho de que esté enfrentada a Rueda ha provocado que la futura dirección del PPdeG prefiera tenerla alejada en la Cámara alta.
¿Cuándo será elegido Feijóo para el Senado?
El tercer dilema por resolverse es el momento en el que Feijóo pasará al Senado. El líder de los populares ha dejado claro que quiere tener resuelto su relevo tanto en el gobierno gallego como en el partido en el mes de mayo, pero eso no conlleva que su nombramiento para la Cámara alta se produzca con efecto inmediato.
El presidente de la Xunta insistió este viernes en que su relevo en el ámbito institucional se efectuará «de forma inmediata», de forma que «en las primeras semanas de mayo» Galicia tendrá un nuevo jefe del Ejecutivo autonómico. El calendario para la sucesión se activó formalmente el pasado lunes con la convocatoria del congreso extraordinario del PPdeG para los días 21 y 22 de mayo, unas fechas que casi se solapan con las del PP de Madrid -20 y 21 de mayo- en las que saldrá ungida Isabel Díaz Ayuso tras la grave crisis interna que provocó el aplazamiento de este congreso en la etapa de Casado.
Feijóo ya ha dejado claro que, antes de que se haga efectivo ese relevo orgánico, se producirá la sesión de investidura del nuevo presidente de la Xunta. Y entre los 42 parlamentarios del PPdeG que designen a Rueda seguirá estando él en ese momento. Para ello, dimitirá en los próximos días para que empiecen los plazos para la convocatoria de un pleno.
En este sentido, tal y como desveló THE OBJECTIVE, Feijóo está midiendo con sumo cuidado los pasos que tiene que dar en su salida de Galicia para no perder su plaza de funcionario del Cuerpo Superior de la Administración General de la Xunta que él aún preside.
El mandatario gallego se convirtió en funcionario autonómico en 1985 y desde julio de 1991 se encuentre en situación de servicios especiales tras su nombramiento como secretario general técnico de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Montes en la primera legislatura de Manuel Fraga al frente de la Xunta. Durante todo este tiempo ha ido sumando trienios y generando antigüedad.
Si Feijóo dimitiese ahora como presidente de Galicia sin antes haber accedido a otro cargo público -por ejemplo, el de senador por designación autonómica- perdería el puesto que le han guardado durante más de tres décadas. Su nueva condición de presidente nacional del PP no le serviría para mantener dicha plaza como funcionario, de ahí que para el sucesor de Casado sea fundamental entrar en el Senado. Mientras llega ese momento, para el que aún no hay fecha, seguirá como diputado autonómico.
