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La futura ley de Vivienda permitirá empadronar a los 'sintecho' que alquilen una habitación

La iniciativa requiere modificar la ley de Arrendamientos Urbanos y permitirá a las personas sin hogar tener acceso a ayudas y tramitar el Ingreso Mínimo Vital

La futura ley de Vivienda permitirá empadronar a los ‘sintecho’ que alquilen una habitación

Un persona sintecho duerme en el umbral de una vivienda en Madrid. | Joaquín Corchero (Europa Press)

Ni casa, ni derechos. La ausencia de una residencia fija es un obstáculo para que las personas sin hogar puedan superar su situación. No solo duermen en la calle, tampoco tienen acceso a ayudas económicas ni habitacionales. Algunas organizaciones están empeñadas en cambiarlo. Han pedido a los partidos que la ley de Vivienda, en trámite parlamentario, incluya una modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos que permita a los sintecho disponer de un contrato cuando alquilen una habitación. De esa manera podrán empadronarse, lo que les facilitará acceder a ayudas y tramitar el Ingreso Mínimo Vital.

El Gobierno presentó en octubre el anteproyecto de ley por el Derecho a la Vivienda. La futura norma supone «un hito» porque se trata de la primera norma que desarrolla el derecho constitucional (artículo 47) a una vivienda digna y adecuada. A juicio de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, se trata de «una ley imprescindible» porque el mercado se ha mostrado «ineficaz» para responder a la necesidad de ciertos colectivos.

Enmiendas a la ley de Vivienda

«Los poderes públicos tenemos que garantizar el derecho a la vivienda y evitar la especulación», afirmó Sánchez el 1 de febrero. El Consejo de Ministros acababa de aprobar el texto para remitirlo a las Cortes. Muchos creen que aún tiene lagunas. Es el caso de Hogar Sí y Provivienda. Estas organizaciones han trasmitido a las formaciones políticas cuestiones que la nueva ley debería incluir. Algunas se comprometieron a enmendar el texto presentando enmiendas, procedimiento que finalizó la semana pasada, después de que se prorrogara el plazo.

La modificación que más consenso ha generado es la de permitir que la persona que alquile una habitación regularice su situación con un contrato. Ese título le habilitará para empadronarse, algo que ahora solo es posible si el dueño de la vivienda accede. Se trata de un requisito básico para acceder al resto de derechos, como conseguir ayudas para el alquiler o tramitar el Ingreso Mínimo Vital. Para incorporar esta fórmula es necesario modificar la ley de Arrendamientos Urbanos, que data de 1994. El Grupo Plural (formado por Más País y Compromís), ERC, Bildu y el PP han presentado una enmienda al respecto.

Un sintecho duerme en la puerta de una vivienda en Madrid. | Foto: Marta Fernández (Europa Press)

«Creo que existe una mayoría parlamentaria que puede estar de acuerdo en este punto. Es curioso ver quiénes han presentado una enmienda, grupos de todas las tendencias. Esto es así porque nuestra propuesta no tiene nada de ideológica. Es poner la política al servicio de las personas», afirma José Manuel Caballol, director de Hogar Sí.

La organización que dirige Caballol también solicita que la futura norma incluya incentivos fiscales. Entre sus peticiones destaca que la nueva ley habilite a los Ayuntamientos a realizar exenciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), aumente la desgravación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del 70 al 100% y rebaje el porcentaje del Impuesto al Valor Añadido (IVA) que pagan las entidades sin ánimo de lucro a lo que abonan los particulares. Esto es, que baje del 21 al 10%. PP y ERC han presentado enmiendas para lograrlo.

ERC también ha registrado una enmienda, tal y como demanda Hogar Sí y Provivienda, para modificar la definición de sinhogarismo que introduce el anteproyecto. Estas organizaciones sostienen que es necesario hablar de sinhogarismo cronificado, aquel que se mantiene en el tiempo. «No es lo mismo una persona que tiene dificultades puntuales que otra que vive en la calle siempre. Requieren políticas distintas. Hay que centrarse en las que peor lo pasan, en quienes lo sufren permanentemente», insiste Caballol.

En España existen 33.275 personas sintecho, según la Estrategia Nacional para Personas Sin Hogar 2015-2020. El 44% lleva tres años o más en esta situación, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta forma de vida implica otros problemas asociados. Por ejemplo, las personas sin hogar tienen una esperanza de vida 30 años menor que cualquier otro ciudadano.  Además, el 47% ha sufrido un delito de odio y uno de cada cinco ha sido agredido físicamente, tal y como advierte el Observatorio de Delitos de Odio HATEnto. El 87% de las agresiones nunca se denuncian.

El programa Housing First

Una de las cosas que desean cambiar las ONG es el modelo de atención. Es España existen unas 20.000 plazas de alojamiento, el 67% en albergues o centros de acogida; el 31% en pisos o apartamento y el 2% en pensiones. La intención de Hogar Sí y Provivienda es acabar con el sinhogarismo a través de programas basados en la vivienda, especialmente con el sistema Housing First, que nació en EEUU en la década de los 90 y llegó a España en 2017.

Este modelo rompe con el de atención tradicional y proporciona a las personas una vivienda individual, estable e independiente. El 96% de los participantes en este programa en nuestro país mantiene la casa 18 meses después de obtenerla. Caballol explica que no han solicitado incluir este sistema en la futura ley de Vivienda, ya que de esta cuestión se encarga la Estrategia Nacional Integral para Personas sin Hogar. La última finalizó en 2020, pero el Gobierno ya diseña el nuevo plan. Se prevé que esté listo antes de que finalice el año.

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