El periodista del ‘Catalangate’ a quien su madre (Mia Farrow) sometió a un alargamiento de piernas
El cineasta Woody Allen relata en su libro que bajo el «retorcido dominio» de la actriz su hijo pasó por una dolorosa operación solo por motivos estéticos
La polémica desatada por el caso bautizado como Catalangate ha centrado parte del interés en el periodista Ronan Farrow, autor de la información publicada en The New Yorker. Farrow ganó el Premio Pulitzer de Servicio Público en 2018 por sus reportajes de investigación sobre las denuncias de abuso sexual contra el productor de cine Harvey Weinstein. Además, como han vuelto a destacar varios medios en sus crónicas sobre el caso de espionaje a más de 60 independentistas, es el hijo de Mia Farrow y Woody Allen.
Lo que pocos saben del periodista, sin embargo, es el estremecedor episodio que relata Woody Allen sobre la relación del ahora periodista y su madre. En su libro autobiográfico ‘A propósito de nada’ (Alianza Editorial) narra la «dolorosa» operación de piernas por motivos de estética a que le sometieron cuando era menor de edad.
Se trata de otro capítulo más de la sonada ruptura entre el cineasta y la actriz, y que dio a conocer en su momento Moses Farrow, hijo adoptivo de Allen y Farrow. Tanto Mia como Ronan Farrow admiten la operación, pero niegan la versión publicada por Moses Farrow y Woody Allen.
Hubo que «romperle las piernas»
Para explicar cómo de “espantosas” eran las cosas que pasaban bajo el “retorcido dominio” de la actriz, Allen reproduce en su obra la versión de su hijo adoptivo: “Escuchad a Moses, quien estuvo ahí y ha dado testimonio de ello: “Después de que Ronan terminase los estudios de derecho, Mia lo obligó a someterse a una cirugía plástica para alargarse las piernas y ganar unos centímetros de altura. Yo dije que no imaginaba que fuese posible hacer pasar a alguien por ese suplicio solo por razones estéticas. La respuesta de mi madre fue sencilla: “Tienes que ser alto si quieres hacer carrera en política”.
El autor de Manhattan añade que fue “un procedimiento largo y doloroso para Ronan”, a quien “hubo que romperle las piernas varias veces y reconstruírselas para alargarlas”.
«La compañía de seguros no consideró que existiese una necesidad clínica para aprobar el procedimiento y se negó a financiarlo», remacha.
La versión de Mia y Ronan Farrow sobre este episodio es diametralmente opuesta. Afirma que el célebre periodista tenía problemas de rodilla durante su niñez y tras haber contraído una enfermedad en el extranjero se sometió a la operación.
Hipocresía con la censura periodística
Allen también reprocha a su hijo una actitud de hipocresía cuando intentó censurar un reportaje sobre él y su actual mujer, Soon-Yi en el New Yorker, revista en la que trabaja: “¿No es la quintaesencia de la hipocresía que luego Ronan escribiera un libro en el que critica a la NBC por intentar anular su investigación sobre Harvey Weinstein?”.
El libro de Allen, escrito por él, sirvió para defenderse de la censura que ha venido sufriendo desde la llegada del movimiento Me Too. La justicia se pronunció en dos procesos distintos a favor del cineasta y contra las acusaciones de abuso sexual a su hija Dylan Farrow realizadas por Mia Farrow.
Carta de Moses Farrow
Moses Farrow rompió su silencio a favor de Allen ante la ola de acusaciones que empezaron a verterse contra su padre en los últimos tiempos. En una estremecedora carta, el hijo adoptivo de Mia Farrow y Woody Allen -traducida al castellano por Letras Libres– describe una infancia traumática al lado de la actriz.
Asegura que dos de sus hermanos, Taddheus y Tam, llegaron incluso a quitarse la vida. «Me duele recordar ejemplos en los que vi a mis hermanos, algunos ciegos o físicamente discapacitados, arrastrados por las escaleras para ser arrojados a un dormitorio o un armario, que luego se cerraba con llave desde fuera. Mia llegó a encerrar a mi hermano Thaddeus, parapléjico porque había sufrido la polio, en un cobertizo en el exterior para castigarlo por una transgresión menor».
Thaddeus acabó con su vida disparándose en su coche, «a menos de diez minutos de la casa de mi madre», relata. En la misiva también se mostraba crítico con la versión ofrecida por los medios en toda la polémica entre Allen y Farrow: «La mayor parte de los medios dicen que mi hermana Tam murió de un “fallo cardiaco” a los 21 años. En realidad, Tam luchó contra la depresión la mayor parte de su vida, una situación exacerbada por que mi madre se negaba a que la atendieran, insistiendo en que solo estaba “floja””.
