El Gobierno saca de Rusia en autobús y por Letonia a los 27 diplomáticos expulsados
El plan de evacuación por carretera empieza este martes. Un avión del Ejército del Aire les traerá esta tarde de Riga a Madrid
El Ministerio de Asuntos Exteriores sacará este martes en autobús y por la frontera de Letonia a los 27 diplomáticos expulsados la semana pasada por el Gobierno de Vladimir Putin en respuesta recíproca a la decisión del Gobierno español a principios de abril, según informan fuentes del departamento de José Manuel Albares a THE OBJECTIVE.
Todos los afectados por la decisión del Ejecutivo ruso han sido convocados en un punto de Moscú a primera hora de la mañana para ser trasladados por carretera a Letonia, en lo que supone la expulsión más numerosa de personal diplomático español en las últimas décadas. Una vez que crucen la frontera, serán llevados al aeropuerto de Riga para tomar un vuelo directo hacia Madrid en un avión del Ejército del Aire.
El Kremlin dio un plazo máximo de siete días para que los funcionarios españoles abandonasen territorio ruso. Y ese ultimátum concluye este martes. Entre varios de los diplomáticos cundió el nerviosismo en un primer momento, ya que pasaron varios días sin saber si el Gobierno les sacaría del país o si deberían retornar a España por sus propios medios.
Finalmente, el departamento de Albares les comunicó el fin de semana que el plan de evacuación consistiría en un viaje por carretera desde Moscú hasta la vecina Letonia y, una vez en territorio Schengen, tomar un vuelo directo con destino a Madrid. La alternativa de enviar un avión a la capital rusa era mucho más complicada pues los vuelos civiles y militares tienen prohibido sobrevolar el espacio aéreo de Rusia en respuesta a una medida idéntica de la UE.
El largo rodeo ruso para recoger a sus diplomáticos
La situación es similar a la que se produjo en abril con el aparato que el Kremlin tuvo que enviar a Madrid para repatriar a los 27 diplomáticos rusos expulsados por España. En aquella ocasión, tuvo que dar un rodeo de 7.000 kilómetros por las sanciones impuestas por la UE a Rusia tras la invasión de Ucrania.
El Ilyushin-96 asociado al escuadrón especial de transporte, la división de vuelos de estado y transporte VIP del gobierno ruso, partió del aeropuerto Internacional de Moscú-Vnúkovo a las 11:00 horas y se vio obligado a dar un gran rodeo por el Ártico para llegar a su destino.
Concretamente, tuvo que evitar las costas de Finlandia, Suecia y Noruega y el espacio aéreo de Irlanda, para entrar en España a través de Galicia. En total, el desvío le supuso hacer algo más de 3.500 kilómetros adicionales. En circunstancias normales, el trayecto hubiera sido de unos 3.400 kilómetros. Sin embargo, ante las sanciones impuestas por la Unión Europea, el itinerario fue de más del doble.
Las autoridades españolas tuvieron que conceder una autorización especial para la entrada del aparato, con el fin de facilitar la salida de los diplomáticos expulsados. En caso contrario, los afectados hubieran tenido muchas dificultades para llegar a Moscú debido al cierre del espacio aéreo europeo.
El aparato ruso prosiguió su ruta en dirección a Atenas para recoger allí a los diplomáticos que también había expulsado el Gobierno griego y de ahí, cruzó Turquía para entrar en el espacio aéreo de Rusia esquivando la zona de conflicto en la vecina Ucrania.