El Gobierno paraliza el envío de armas a Ucrania pese al desesperado llamamiento de Zelenski
España deja de enviar armas y pertrechos militares. «No tenemos previsto ningún envío en estos momentos», subraya Defensa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. | Miguel Gutiérrez (EFE)
España ha dejado de enviar armas y pertrechos militares a Ucrania cuando se acaba de cumplir el tercer mes de la invasión rusa y en un momento en el que el presidente del país agredido, Volodimir Zelenski, está haciendo continuos llamamientos a los países de la OTAN para que transfieran más armamento a su Ejército en plena ofensiva de Rusia en la zona del Donbás.
Fuentes militares españolas y ucranianas coinciden, a preguntas de THE OBJECTIVE, en que se ha paralizado en las últimas semanas el envío de material militar a Ucrania por vía aérea o marítima. Desde el departamento de Margarita Robles se insiste en que hay un «apoyo bilateral total» con el país que ha invadido Rusia, pero a renglón seguido se admite que se ha cortado el grifo de las donaciones: «No tenemos previsto ningún envío en estos momentos», subrayan las fuentes militares españolas.
Del lado ucraniano cunde el pesimismo al ver cómo el Gobierno de Pedro Sánchez ya no tiene el ímpetu solidario de los primeros compases de la guerra. «Prometen y prometen que nos van a ayudar cuando les entregamos una lista con el material que necesitamos, pero luego dicen que se lo están pensando y no se concreta en nada», replican las fuentes ucranianas.
España, en el furgón de cola en ayuda a Ucrania
En Kiev manejan cuadros comparativos sobre el compromiso militar de cada país aliado, en el que España aparece en las últimas posiciones. Precisamente, la Comisión Europea publicó esta semana un gráfico (ver abajo) de las contribuciones de los Estados miembros a Ucrania, donde se cuantifica en cuatro millones de euros la ayuda bilateral que España ha entregado al Gobierno de Zelenski.
Una cifra ínfima comparada con los 1.400 millones de Polonia, los 1.342 de Alemania o los 220 de la minúscula Letonia, y muy alejado de contribuciones de países neutrales como Suecia (127 millones), Irlanda (33) o Finlandia (10). La vecina Portugal ha entregado material militar por valor de 10 millones, más del doble que España, que solo supera en este ranking a Rumanía (3 millones), Luxemburgo (3) y Austria (0,2). Hay otros cuatro países -Bulgaria, Chipre y Malta- que solo han enviado ayuda humanitaria a Ucrania. Y Hungría, principal aliado de Vladimir Putin en la UE, ni eso.
Con este panorama, este lunes y martes estará en Madrid el consejero político y director adjunto del Gabinete de Zelenski, Ihor Zhovkva, con la misión de negociar la presencia ucraniana en la cumbre de la OTAN en la capital española de dentro de un mes, pero sobre todo convencer al Ejecutivo de Sánchez para que reanude la entrega de armamento a Kiev.
El envío de 200 toneladas de cargamento bélico a finales de abril en 30 camiones y una decena de vehículos ligeros en las bodegas del buque logístico ‘Ysabel’ fue el último esfuerzo importante que ha hecho España. Aquel transporte fue vendido por Sánchez en su visita a Zelenski como la mayor contribución del país desde que empezó la guerra. En concreto, el doble de lo que el Gobierno había transferido a Ucrania hasta ese momento, pero a la postre causó una profunda decepción en Kiev.
Los militares ucranianos se quedaron con la miel en los labios en la frontera con Polonia cuando vieron que el Ejército se limitó a entregar tres cosas: 400 unidades de munición de artillería de 155 mm, seis millones de cartuchos de calibre pequeño del tipo 7,62 y cajas con vestimenta militar, con la sorpresa de la presencia de botas militares para el invierno.
Todos los camiones -inclusive los vehículos ligeros- regresaron vacíos al puerto de Gdansk para reembarcar en el buque ‘Ysabel’ y volver a España. «Es poquísimo», lamentaron fuentes diplomáticas ucranianas a THE OBJECTIVE sobre aquel envío por mar que supo a tan poco y antes de poner el ejemplo de la vecina Portugal, que había confirmado a Zelenski el envío de 15 blindados M113A y cinco obuses remolcados de 155mm.
Precisamente, el Gobierno de Zelenski ha pedido al Ejecutivo de Sánchez por diferentes canales que le envíe los 53 carros de combate ‘Leopard’ que el Ejército de Tierra tiene almacenados en una base militar de Zaragoza desde 2008, así como varios cazas F-18 del Ejército del Aire que están al borde de la obsolescencia. Sin embargo, se ha encontrado con sucesivas negativas.
También ha rogado a España que le transfiera obuses de calibre 155 mm, morteros pesados de 120 mm, lanzacohetes múltiples, sistemas de misiles antiaéreos y misiles antibuque ‘Harpoon’ como el que destruyó el crucero ruso ‘Moskva’. Pero los diplomáticos y militares ucranianos se están encontrando con dificultades para acceder a los despachos oficiales. Sobre todo, a los de algunos altos cargos del Ministerio de Defensa.
Otro hecho que está sorprendiendo en Kiev es que España está enviando aviones a territorio polaco, para su posterior entrega a los militares ucranianos, sin avisar previamente del contenido de la carga. En varias ocasiones, ha llegado material que no había pedido el Gobierno de Ucrania en sus notas verbales entregadas al Ejecutivo de Sánchez. Y al abrir las cajas han aparecido «algunas armas antiguas» y «pequeñas cantidades de munición», lejos de las cifras que desearía el equipo de Zelenski.
