Unidas Podemos promueve en la sombra las marchas antiOTAN pese al pacto con Sánchez
Cuadros intermedios dudan del enfoque y directrices de las direcciones de Podemos e IU. Algunos de ellos admiten que no acudirán a las marchas
Unidas Podemos sortea la promesa que hizo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre las marchas críticas contra la cumbre de la OTAN. La coalición que une a Podemos e Izquierda Unida aseguró al líder del Ejecutivo que no iban a promover marchas ni protestas en los días previos al encuentro. Pero, tal y como ha podido saber este diario, desde las direcciones nacionales y federales se han enviado mensajes a los cuadros locales para fomentar la participación. Este domingo se celebrará la primera marcha, a la que acudirá el líder del PCE y secretario de Estado de Ione Belarra, Enrique Santiago, mientras que la Delegación del Gobierno en Madrid quiere prohibir la protesta del miércoles.
Hace semanas, los dirigentes de Podemos prometieron a Sánchez no fomentar las protestas. Fuentes conocedoras de esas conversaciones revelaban con este diario que la dirección nacional era consciente de la «importancia» del evento para el socialista. Los rumores sobre su traslado a una organización internacional en el caso de malas previsiones electorales en 2023 han llegado a las plantas altas del partido morado. Y para que ese plan b salga adelante es esencial el respaldo de Washington.
«Da igual que aspire a un cargo en Europa o liderar la OTAN, necesita a Estados Unidos», afirman fuentes de Podemos. De ahí la insistencia de la Moncloa para que la cumbre del 29 y 30 de junio se desarrolle sin ruido mediático. El primer aviso llegó a la cúpula morada pocos días después de la celebración del aniversario de la entrada de España en la Alianza Atlántica. En ese momento, el equipo de Sánchez avisó a Yolanda Díaz de que no iba a permitir crisis en el Ejecutivo parecidas a la del envío de las armas a Ucrania.
Mensajes desde Madrid
Podemos aseguró al presidente no alterar los equilibrios en el Ejecutivo en los días previos a la cumbre. Prueba de ello es que ningún ministro de Podemos se prevé que acuda a las manifestaciones. De momento, la ministra de Derechos Sociales Ione Belarra se ha limitado a difundir un vídeo muy crítico con la Alianza Atlántica. Mientras que el partido se ha puesto de perfil en el Congreso de cara a la posibilidad de que Finlandia y Suecia entren en el club de aliados occidentales. Se espera que en la cumbre se anuncie la adhesión como medida estrella.
A pesar de evitar escenificar una división interna entre ministros en las marchas, Unidas Podemos sí ha decidido en los últimos días fomentar las protestas. Fuentes de la coalición revelan que las direcciones nacionales han remitido a sus dirigentes locales sendos mensajes para pedirles que acudan a las marchas. Y que también remitan dichos mensajes a las bases para promover las marchas.
Está prevista una protesta este domingo bajo el lema «No a la OTAN. No a las guerras. Por la paz». Las juventudes de IU rebotaron la convocatoria entre sus afiliados, mientras que la dirección confederal liderada por Alberto Garzón la respaldó. Cargos de IU como el secretario general del PCE, Enrique Santiago, ya han asegurado su presencia.
Sin embargo, en algunos casos los cuadros locales se han limitado a trasladar esa comunicación a sus militantes, sin insistir demasiado en ello. «Muchos ni siquiera van a acudir», explican las fuentes consultadas.
Debate latente en Podemos
Lo que trasciende de esta aceptación a regañadientes de varios cuadros locales es la existencia de un debate latente en Unidas Podemos. Algunos segmentos de la coalición entienden las razones de la participación en la marcha para «desmarcarse» del perfil moderado de Yolanda Díaz (Más Madrid ya ha anunciado que no criticará la cumbre). Sobre todo Irene Montero y Ione Belarra insisten en defender esa postura. Pero también señalan lo que consideran un enfoque estratégico equivocado y anacrónico.
Cuadros de Unidas Podemos creen que el no a la OTAN y las marchas de este fin de semana escoran a la coalición en el espacio de la extrema izquierda o izquierda radical. «Esto es como volver a la época anterior a Podemos y Pablo Iglesias», afirman.
La promoción de las manifestaciones contra la OTAN revela por lo tanto dos hechos. El primero atañe a que Unidas Podemos incumple o, por lo menos, sortea la promesa que hizo a Sánchez sobre no generar ruido de cara a la llegada de los mandatarios internacionales. Y en segundo lugar que existen cuadros del partido que están desconectados de las directrices que llegan desde Madrid: cumplen las órdenes, pero las cuestionan, aunque siempre en grupos cerrados y confidenciales.
Esa lejanía con la cúpula representa una oportunidad para Yolanda Díaz. La dirigente gallega puede atraer a estos sectores que entraron en la política tras el estallido del 15-M y que ahora se sienten huérfanos de un enfoque regenerador. Para esos cuadros, en definitiva, se trata de marcar una agenda novedosa y no recuperar los leitmotiv de la izquierda de los años ochenta y noventa. El desafió para Díaz será combinar tradición y enfoques nuevos para crear un revulsivo que reactive a cuadros y bases en evidente crisis de confianza.