Puigdemont también deja caer a Laura Borràs y evita defender en público su inocencia
El exmandatario catalán no denuncia persecución política como sí hace con los casos que atañen a Alay, Valtònyc o Josep Costa
El independentismo da la espalda a Laura Borràs. Si sus socios de ERC y la CUP piden que abandone la presidencia del Parlament tras ser procesada por corrupción por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el líder simbólico de su partido, Carles Puigdemont, ha evitado defenderla públicamente. El exmandatario catalán no cree, a juicio de las fuentes consultadas, que el caso de Borràs sea equiparable a la «represión» que sufren los principales cabecillas del procés independentista por su ideología política.
El exmandatario catalán ha mantenido su silencio en las redes sociales, pese a ser uno de los políticos más activos en Twitter y no dudar en denunciar las decisiones de los tribunales españoles cuando atañen a su número dos, Josep Lluís Alay, al rapero Valtonyc o a su fiel escudero y exvicepresidente del Parlament Josep Costa. En cambio, no se ha prestado a ser utilizado por Borràs en su caso sobre presunta malversación, prevaricación, fraude y falsedad documental cuando estaba al frente de la Institución de las Letras Catalanas.
«Puigdemont ha signado el manifiesto a favor de Borràs, pero intuye que acabará mal y no quiere quemarse demasiado», añade otra fuente de Junts per Catalunya. Si bien es cierto que el ahora eurodiputado ha rubricado el manifiesto ‘Laura Borràs, cultura, compromís i llibertat’, ni siquiera lo ha difundido en sus redes sociales ni ha movilizado a todos sus resortes, como el Consell per la República, para presionar a ERC a desobedecer.
La última vez que Puigdemont mencionó a Borràs en sus redes sociales fue hace un mes, el 4 de junio tras la celebración del Congreso Nacional de Junts en la que la aún presidenta del Parlament y Jordi Turull cogieron las riendas del partido.
Borràs ‘une’ a ERC y Puigdemont
El caso de Laura Borràs ha hecho que, por una vez y después de mucho tiempo, Puigdemont vuelva a coincidir con ERC. «Puigdemont ha mantenido un perfil bajo porque este caso es un lío interno para el independentismo. Va a acabar como el rosario de la Aurora», abunda esta misma fuente.
De momento, Borràs ya ha comunicado su decisión de mantenerse en el cargo de presidenta, pese a que el reglamento de la Cámara catalana obliga a dimitir al diputado a quien se le abre una investigación judicial. La presidenta del Parlament mantiene que sufre «represión» y «persecución política» por su condición de independentista y mantiene que es inocente de los cargos que se le atribuyen.
El independentismo no recurre al ‘lawfare’
No obstante, tampoco en su partido hay muchas voces dispuestas a defenderla públicamente. El secretario general del partido, Jordi Turull, se limitó a defender «la presunción de inocencia» hasta que sea juzgada. Pero no se ha apelado a la estrategia del lawfare a la que suele recurrir el independentismo para defender a sus dirigentes de las «ofensivas judiciales».
Más bien todo lo contrario. La portavoz del grupo de ERC en el Parlament, Marta Vilalta, le pidió abandonar su cargo para «no manchar» a la institución. Y desde su propio partido solo Josep Rull, exconsejero de Territorio y Sostenibilidad e indultado por el Gobierno tras su condena por sedición, ha cerrado filas con Borràs con vehemencia. «Por tierra, mar y aire. A tu lado, presidenta», escribió en Twitter.
Como Puigdemont, el resto de dirigentes de Junts solo la defienden con la boca pequeña. Nadie quiere que se use la bandera independentista para cubrir una investigación por corrupción. A este respecto, su antecesora en el cargo, Carme Forcadell, le sugirió dar un paso al lado.
Forcadell fue condenada por sedición en el juicio sobre el procés en el Tribunal Supremo, y como ERC, no ve de recibo que un caso de posible mala gestión de Borràs al frente de un organismo público se vincule a lo que ellos consideran «presos y exiliados políticos».