Marimar Blanco pide al Gobierno que rompa con Bildu y que no «silencie la voz» de las víctimas
«Las víctimas queremos que se haga justicia con arreglo a las leyes. Necesitamos que se respete la verdad de lo que ha ocurrido sin perversiones»
La diputada de la Asamblea de Madrid y hermana del concejal asesinado por ETA en Ermua, Marimar Blanco. | Javier Etxezarreta (EFE)
Marimar Blanco, la hermana del concejal asesinado por ETA hace 25 años Miguel Ángel Blanco, ha vuelto a pedir al Gobierno que no pacte con quien «no ha condenado» el asesinato. En el homenaje a su hermano y a todas las víctimas del terrorismo organizado por el Ayuntamiento de Ermua, Blanco ha pedido recuperar «la unidad política y social».
«Las víctimas queremos que se haga justicia con arreglo a las leyes. Necesitamos que se respete la verdad de lo que ha ocurrido sin perversiones», ha dicho Marimar Blanco, que ha añadido que «exigimos que la memoria democrática reconozca la historia del terrorismo de nuestro país con víctimas y verdugos». «La Justicia y la verdad deberían ser siempre la prioridad de un Gobierno. Pedimos que no se silencie nuestra voz», ha dicho, dirigiéndose al Ejecutivo.
La presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco insiste en que su petición de que el Gobierno de Pedro Sánchez rompa con EH Bildu es una exigencia de «la inmensa mayoría delas víctimas de terrorismo», porque «no se puede negociar con una persona que hace 25 años dijo que para él era un día normal y estaba en la playa tomando el sol como si no hubiera ocurrido absolutamente nada».
En su discurso, ha agradecido su presencia al rey Felipe VI, que ha acudido al acto, y le ha dado las gracias por «el apoyo que siempre nos ha brindado la corona, a la que hemos sentido siempre a nuestro lado».
Por otra parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha exigido en Ermua «una reflexión valiente y una autocrítica sincera a quienes ejercieron y ampararon el terrorismo». Además, ha rechazado «hacer borrón y cuenta nueva» y ha pedido «un futuro asentado en la verdad» que «deslegitime» la injusticia «ética y política» de la violencia de ETA.
El presidente del Gobierno vasco ha insistido en mirar al pasado para «repetir una idea». «ETA no fue la consecuencia inevitable de un conflicto político. Por el contrario, ETA fue una decisión voluntaria y consciente para imponer sus tesis a través de la violencia», ha dicho.
