Page pide que la ley de memoria solo «deje claro que estuvo mal»
El presidente de Castilla la Mancha ha rememorado el asesinato de Miguel Ángel Blanco
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. | Patricia Galiana (Europa Press)
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado que las «únicas leyes de memoria» que le interesan son aquellas en las que «quedara claro aquéllo que estuvo mal para no volver a caer en el error», ya que el ser humano tiene la capacidad de tropezar con la misma piedra más de una vez y de dos.
En un acto celebrado en Toledo, García-Page se ha referido al homenaje de Estado al concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco asesinado por ETA hace 25 años, presidido ayer domingo por el rey Felipe VI, y donde los principales partidos se mostraron divididos por los acuerdos del Gobierno con EH Bildu, especialmente el último sobre la ley de Memoria Democrática.
El PP de Castilla La Mancha ha propuesto a Garcia-Page la firma de un manifiesto conjunto en el que ambos partidos se comprometan a que ningún diputado nacional de esta región apoye este semana la aprobación de la «mal llamada» Ley de Memoria Democrática que Pedro Sánchez ha pactado con Bildu.
Según Page, la memoria hay que mantenerla para dos cosas fundamentalmente: «para celebrar las cosas que se han hecho bien, y otra que es más necesaria aunque lleve dolor aparejado, que es recordar aquello que se ha hecho mal o que hemos sufrido para no volverlo a repetir».
«Son las únicas leyes de memoria que me interesarían a mí», ha asegurado el presidente castellano-manchego, que ha reconocido que, igual que vio ayer al rey emocionado, él también se emocionó al recordar el asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Page recuerda el asesinato de Miguel Ángel Blanco
Ha recordado que aquel día, también de mucho calor, se encontraba en la piscina del bloque junto con otros cinco o seis vecinos, cada uno con su libro y con los auriculares para seguir por la radio el final del plazo dado por los etarras para matar al concejal si no se cumplían sus exigencias, lo que ha calificado de «absolutamente inmoral» al tratar de chantajear a todo un pueblo.
Pero el pueblo, ha continuado, «reaccionó en positivo» y ha valorado que «ni un solo español, ante el chantaje de ETA, le dijera al gobierno de entonces, me da igual de qué partido, que hay que ceder» y esto «tiene mucha importancia».
«Me imagino al ministro de turno preguntándose qué hacemos, porque si no cedemos…. pero nadie se lo planteó», ha dicho Page, para quien «esa voluntad férrea de la sociedad española por acabar con el problema, y además no hacerlo de otra manera que con la Constitución y las libertades, fue determinante».
Cuando se conoció la noticia de la muerte del concejal de Ermua, ha seguido recordando el presidente castellano-manchego, los cinco o seis que estaban en la piscina cerraron el libro, todo el mundo se echó «medio a llorar», se abrazaron y , al considerar que seguir en la piscina era «indecoroso», cada uno se subió a su piso, «me acuerdo perfectamente», ha dicho.
