Ayuso amortiza el puesto de Cantó y diluye la Oficina del Español dentro de Cultura
El anuncio de su marcha pilló por sorpresa a la presidenta madrileña, si bien el político valenciano ya le había avanzado en agosto su intención de dejar el cargo
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no cubrirá el puesto del dimitido director de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid, Toni Cantó, y las competencias de este ente autonómico que hace un año se creó ex profeso para el político valenciano serán asumidas por la propia consejera de Cultura, Marta Rivera, de la que dependía orgánicamente, según revelan fuentes de la Presidencia madrileña a THE OBJECTIVE.
Por tanto, Ayuso amortiza este cargo que nació con polémica y por el que Cantó percibió 75.000 euros anuales. El anuncio de este jueves pilló por sorpresa a Ayuso, admiten las citadas fuentes, si bien el director de la Oficina del Español ya le había avanzado en agosto su intención de dejar el cargo «para iniciar en breve un nuevo proyecto profesional», tal y como explicó en su tuit de despedida.
Ayuso pidió en verano a Cantó que siguiese hasta después del 12 de octubre, fecha en la que la Comunidad de Madrid celebrará por segundo año el Festival de la Hispanidad, un certamen organizado por la propia Oficina del Español y en la que su director iba a poder «lucirse». Sin embargo, el anuncio de su marcha se precipitó este jueves después de que una persona preguntase la víspera a Cantó si había presentado su dimisión a Ayuso.
Este hecho hizo que el político valenciano «se viese en la necesidad de no esperar más», por lo que decidió comunicar su dimisión en las redes sociales. Lo hizo a los pocos minutos de que se conociese desde Londres el fallecimiento de la reina Isabel II. Una «pura coincidencia», subrayan desde la Puerta del Sol, sede de la Presidencia madrileña. Este periódico intentó recabar la opinión del exdirigente de Ciudadanos, pero no obtuvo respuesta. En todo caso, las citadas fuentes hacen hincapié en que los actos del Festival de la Hispanidad se van a mantener tal y como estaban previstos y organizados por la Consejería de Cultura.
Cantó se marchó de Ciudadanos en marzo del año pasado para concurrir en la lista del PP para las autonómicas del 4 de mayo. Su inclusión en la papeleta de Ayuso fue motivo de tensión entre la antigua dirección nacional de Pablo Casado y el equipo de la presidenta madrileña, que lo consideró una imposición.
La mandataria regional había anunciado tras el adelanto electoral que los primeros puestos de la lista electoral los ocuparían los consejeros de su Ejecutivo autonómico pero desde Génova colocaron a Cantó de número cinco e hicieron pública la decisión mientras se estaban negociando los últimos flecos con la Puerta del Sol.
La sorpresa vino a continuación cuando se supo que Cantó no estaba empadronado en la Comunidad de Madrid en el momento de formalizar su candidatura. Finalmente, la Justicia acabó excluyéndole de la lista electoral del PP aunque Ayuso se comprometió entonces a contar con él de una u otra manera.
Así, a finales de junio le nombró director de la Oficina del Español, un organismo de nueva creación que tenía como fines «la promoción de la Comunidad de Madrid como capital europea del español, interlocución con instituciones para impulsar las oportunidades económicas del español y la colaboración activa con entidades» dentro del ámbito regional «que trabajan por el impulso del español».
Uno de los proyectos que abanderó Cantó al frente de esta oficina fue el citado Festival Hispanidad, que coincide con la festividad del 12 de Octubre, con el objetivo de dar a conocer la cultura hispana. El año pasado hubo cerca de 80 actividades, con 17 conciertos, conferencias, exposiciones y la participación de más de 250 artistas. Este organismo cerró varios convenios, uno de ellos con la Real Academia Española para seguir difundiendo el español y mejorar la formación tanto de los alumnos que llegan a la Comunidad para aprender el idioma, como de los profesores de español.
Toni Cantó: «El chiringuito soy yo»
«El chiringuito soy yo, no hay más estructura», dijo Cantó nada más hacerse público su polémico nombramiento en junio del año pasado. No lo llegó a cumplir a rajatabla, pues a los ocho meses ya hubo una persona trabajando con él en la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. En marzo fichó a su primera secretaria. Se trató de una funcionaria de la propia consejería que le ha ayudado en la gestión de llamadas y mensajes electrónicos que llegaban a la Oficina del Español. Además, se creó un correo corporativo para la recepción y envío de emails.
Y es que el fichaje más mediático del PP para los comicios del 4-M, junto al de la defenestrada Coral Bistuer, estuvo muchos meses sin secretaria ni asesores. No quería que le reprochasen el gasto de montar una estructura administrativa para desempeñar su labor y así se lo hizo saber a Ayuso nada más asumir el cargo.
El despacho de Cantó se encontraba en la sexta planta del edificio de la Consejería de la calle Alcalá, a tiro de piedra de la Puerta del Sol, y quienes le vieron allí en los primeros meses coincidieron en subrayar la soledad con la que trabajaba, sumido en muchos momentos en completo silencio y sin querer hacerse notar.
El director de la Oficina del Español empezó a gestionar sus salidas fuera de la Consejería a base de llamadas y correos electrónicos que él mismo enviaba. Primero llevó a cabo una ronda de visitas a embajadas ‘amigas’ latinoamericanas y luego se puso a negociar acuerdos de colaboración.
Ayuso siempre defendió que la Oficina del Español de Cantó no era un «chiringuito», sino una promesa electoral que el PP llevaba en su programa
El más importante se cerró en diciembre del año pasado con la Federación Española de Asociaciones de Escuelas de Español (FEDELE) de Madrid para la promoción y defensa de la lengua española, así como el fomento del turismo idiomático en foros como la Feria Internacional de Turismo (FITUR).
Ayuso siempre defendió que la Oficina del Español no era un «chiringuito», sino una promesa electoral que el PP llevaba en su programa desde el año 2019. De ahí que dejase claro que no había creado esta oficina autonómica expresamente para Toni Cantó.
También se mostró sorprendida de que se mirase «con tanta lupa» ese nombramiento, si bien las citadas fuentes reconocían que era difícil «borrar esa imagen» y dudaban de que la entidad fuese a tener la misma visibilidad cuando el político valenciano tomase otro camino laboral, como así ha sido al quedar amortizado el cargo.