Robles hará cambios tras el 12-O en el Ejército de Tierra pero descarta tocar la cúpula militar
La ministra de Defensa tiene que sustituir a mediados de octubre al segundo JEME y al jefe de la Fuerza Terrestre ya que ambos pasan a la reserva
La ministra de Defensa, Margarita Robles, va a proceder a una serie de relevos en el alto mando del Ejército de Tierra tras la festividad nacional del 12 de octubre, pero descarta que los cambios alcancen al resto de la cúpula castrense, según revelan fuentes militares a THE OBJECTIVE.
Las sustituciones en el principal de los tres ejércitos se deben a la circunstancia de que el segundo jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), Carlos Palacios, y el jefe de la Fuerza Terrestre, José Rodríguez, pasan a la reserva el mismo día. Concretamente, el próximo 18 de octubre.
El primero será sustituido por Luis Lanchares, quien no cumplirá ni un año como segundo jefe del Cuartel General del Mando de la Fuerza Conjunta Aliada en Brunssum (Países Bajos). Este puesto en la estructura militar de la OTAN tiene carácter rotatorio entre España y el Reino Unido, quienes se suceden cada tres años, por lo que Robles tendrá que decidir ahora quién ocupará la vacante española hasta diciembre de 2024.
En cuanto al mando de la Fuerza Terrestre, cuya sede se encuentra en Sevilla, el elegido por la ministra de Defensa es José Manuel de la Esperanza, quien en octubre de 2019 fue nombrado jefe de la División de Planes dentro del Ejército de Tierra en sustitución de Luis Manuel Martínez Meijide, que en los últimos años ha estado al frente de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El tercer relevo de Robles será en Defensa
Hay un tercer relevo en el Ministerio de Defensa que tiene en vilo a los tres ejércitos. Se trata del puesto de director general de Asuntos Económicos, que ostenta José Luis Ruiz Sumalla. Este general de división de Tierra también pasará a la reserva a finales de octubre como los tenientes generales Palacios y Rodríguez. Robles no está obligada a la norma no escrita de la rotación de los ejércitos en este delicado puesto, al que le corresponde la planificación y desarrollo de la política económica y financiera de Defensa. Incluso, podría elegir a un civil.
Los candidatos a suplir a Ruiz Sumalla son el subdirector general de Contratación en el ministerio, José Luis Sánchez (Aire); el director de Asuntos Económicos de la Armada, Carlos Molinero; y el subdirector general de Contabilidad en el departamento de Robles, Luis Alberto Castilla (Tierra), apuntan las fuentes militares.
Los relevos en el alto mando del Ejército de Tierra han provocado nervios en las últimas semanas en el Cuartel General que dirige Amador Enseñat, ante la posibilidad de que Robles decidiese al mismo tiempo sustituir a los jefes de Estado Mayor que heredó de María Dolores de Cospedal: el almirante Teodoro López Calderón, que en abril de 2017 se puso al frente de la Armada y a principios de 2021 fue nombrado Jemad; y el general Javier Salto, que lleva todo este tiempo en el renombrado Ejército del Aire y del Espacio.
Ambos militares han cumplido, por tanto, cinco años y medio en la cúpula militar. Un tiempo inusualmente largo para los estándares de la OTAN y que tapona el escalafón en sus respectivos ejércitos, por lo que en Tierra se ha especulado a lo largo de septiembre con la hipótesis de que el mando de las Fuerzas Armadas volviese a sus manos durante un par de años ya que los siguientes relevos en la cúpula no deberían producirse hasta mediados de 2024, una vez que un nuevo ministro o ministra -si lo hubiera- tome la vara de mando de Robles tras las elecciones generales y se asiente en el cargo.
Con ese supuesto escenario habría una rotación corta entre los ‘Jemes’ que ha tenido la actual ministra de Defensa: Miguel Ángel Villarroya (Aire), que duró un año; el actual Teodoro López Calderón (Armada), que lleva casi dos en el puesto; y el elegido de entre los generales de Tierra que estaría otros dos años. Pero las citadas fuentes hacen hincapié en que Robles no se plantea esa opción, así que los relevos del Jemad y del jefe del Aire tendrán que esperar a la próxima legislatura.
Solo en el caso de que el almirante López Calderón o el general Salto dimitiesen por motivos de salud se abriría el melón de los citados cambios en la cúpula militar. El Jemad tuvo un episodio de vértigos a finales de julio que le obligó a pasar una noche en observación en el hospital Gómez Ulla, según desveló El Confidencial Digital, pero los conmilitones que han hablado con él en las últimas semanas coinciden en que se encuentra bien y que no da síntomas de querer renunciar al puesto. Entre los militares, el verbo dimitir no se conjuga, así que Robles tendrá la última palabra.