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El PSOE borra las cuentas de Igualdad en Twitter tras las críticas por apoyar la 'ley trans'

Los socialistas aducen que se debe a una «racionalización de la comunicación digital», pero las feministas denuncian que quieren imponer la «censura»

El PSOE borra las cuentas de Igualdad en Twitter tras las críticas por apoyar la ‘ley trans’

La secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, puño en alto.

La posición del PSOE en apoyo de la ley trans, vilipendiada por el feminismo clásico que el partido aspira a representar, es cada vez más insostenible. Una prueba de ello es que este mismo jueves las cuentas socialistas de la Secretaría de Igualdad y de la Secretaría de Políticas LGTBI han desaparecido de Twitter. Sin previo aviso ni explicación. Pero hay usuarios que se han percatado y denunciado lo que consideran un ejercicio de «censura» a las críticas contra la norma que impulsa Irene Montero, pero que cuenta con el aval de Pedro Sánchez.

Fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE arguyen que el borrado de estas cuentas responde en última instancia a «una racionalización de la comunicación digital del partido», ya que quieren «dar más presencia a la cuenta oficial del PSOE y no diseminar el mensaje por varias». «Se deja de comunicar a través de las cuentas de las secretarías para volver a la estrategia de antaño que se basaba en una sola cuenta más fuerte», zanjan restándole importancia a este asunto.

Pero la polémica está servida. Las redes sociales han comenzado a bullir con mensajes que apuntan a un intento de «censura ante la cantidad de comentarios contrarios a la ley trans, su ausencia de debate y señalamiento a feministas, y evitar que nadie más pueda leer los argumentos y abra los ojos». También acusan el PSOE de «comprar bots» o de no querer «ruido» para colar la norma «a hurtadillas». La periodista y activista feminista Marta Pastor ha condensado el descontento en un #StopLeyTrans.

https://twitter.com/MartaPastor/status/1575518389220659200

El recelo está motivado. Y es que los colectivos feministas tradicionales (contrarios a la teoría queer que preconiza la «autodeterminación de género») han denunciado de manera insistente la «mordaza» que el Gobierno está imponiendo en el (no) debate sobre la ley trans tramitándola por la vía de la urgencia. Esto pretende, entienden, «ocultar a la sociedad española las consecuencias de una norma que pone en riesgo derechos de las mujeres y que interfiere de manera temeraria en los procesos de aprendizaje y desarrollo libre y adecuado de la infancia».

Y desde el PSOE están ya preocupados. No en vano, han conseguido posicionar en su contra a la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, a la Federación de Mujeres progresistas, el Lobby Europeo de Mujeres en España, la Asociación Mujeres por la Paz… En definitiva, a todo el feminismo que estaba de su lado cuando las tesis del partido eran las que defendía Carmen Calvo. Estas asociaciones han presentado ante los distintos grupos parlamentarios 24 enmiendas jurídicas a la ley trans.

Las enmiendas piden la sustitución de la expresión «identidad sexual» por «transexualidad» o de la palabra «trans» por «transexual» para que el texto legislativo no incorpore «terminología que oscura la existencia del sexo biológico». Esta terminología, en última instancia, «entra en conflicto con la Ley para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres y la Ley de medidas de protección integral contra la violencia de género».

División en el PSOE

Algo así ha venido a decir esta semana Carmen Calvo en una entrevista concedida a El Mundo: «La ley trans puede destrozar toda la legislación de igualdad». Unas declaraciones que han vuelto a abrir un debate en el seno del PSOE que parecía superado: el de el rechazo de los socialistas sobre la norma impulsada por Irene Montero. Días atrás, la consejera de Justicia de la Comunidad Valenciana, Gabriela Bravo, iba más allá y la tachaba de «aberración».

Comunicado del PSOE que data de 2020 en el que se posiciona contra los fundamentos de la ‘ley trans’.

Han vuelto las voces socialistas contrarias a la ley trans. Estas fueron acalladas tras la amenaza de veto por parte del colectivo trans al PSOE en el Día del Orgullo 2021. La posible expulsión de la manifestación, así como la marcha de la vicepresidenta del Ejecutivo, consumó el viraje de los de Pedro Sánchez en esta materia. Y es que en 2020 el argumentario del partido (firmado por la propia Calvo, José Luis Ábalos o Santos Cerdán) advertía de una manipulación interesada de conceptos «fundamentales en el feminismo como son el sexo y el género» que pone «en riesgo el propio concepto jurídico y sujeto político mujer».

Pero ese argumentario es poco más que papel mojado. El PSOE votará en favor de la ley trans, y no habrá libertad de voto, tal y como ha adelantado el portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, que ha abogado por articular una propuesta legal que contente a todos -críticos y partidarios-: «El PSOE es un partido feminista, que también defiende los derechos de las minorías y va a defender los derechos de las personas trans y LGTBI manteniéndose como partido feminista. (…) Ahora bien, ahora empieza el debate, la tramitación en el Parlamento».

El debate, sea como fuere, tendrá que ser en el Hemiciclo. Los seguidores en Twitter de las cuentas del PSOE relacionadas con Igualdad ya no podrán expresar, en lo sucesivo, sus críticas a una norma que ha soliviantado como nunca al feminismo clásico. Una «una racionalización de la comunicación digital del partido», arguyen desde Ferraz.

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