Lesmes hace efectiva su dimisión del CGPJ tras el fiasco de la visita del comisario de la UE
El magistrado se reincorporará a su puesto en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo tras su marcha, que se formalizará este lunes
Carlos Lesmes, presidente del CGPJ. | Quique García (EFE)
Era la crónica de una dimisión anunciada. Carlos Lesmes formalizará este lunes su renuncia a la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo tras nueve años en el cargo, los últimos cuatro con el mandato caducado. Se va después de que su órdago para renovar las instituciones no causara el efecto deseado, ni siquiera tras la visita del comisario europeo, Didier Reynders. Los sectores del CGJP siguen sin llegar a un acuerdo para nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que les corresponde. Tampoco hay consenso entre los partidos para renovar a los vocales del Consejo. Lesmes ha anunciado que se incorporará a su destino como magistrado en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo.
«Mantenerme en esta responsabilidad solo puede servir para convertirme en cómplice de una situación que aborrezco y que es inaceptable», ha reconocido Lesmes en un vídeo de seis minutos en el que ha anunciado su dimisión. Lleva advirtiéndolo desde el 7 de septiembre, en la apertura de año judicial. «Hice un llamamiento público y solemne al presidente del Gobierno y al jefe de la oposición para que pusieran una solución definitiva» a la situación en la que se encuentran tanto el Supremo como el CGPJ.
En 2018, antes de que venciera su mandato, ya pidió «que las Cortes cumplieran con su deber constitucional». Cuatro años después, el escenario no ha cambiado, ni siquiera ante las constantes llamadas de atención de Lesmes, que ha reconocido su incapacidad para resolver el asunto. «Ante la infracción reiterada del plazo, me he dirigido a los presidentes del Congreso y del Senado reclamando el cumplimiento del mandato constitucional y lo mismo he hecho en el pleno del Consejo».
El mensaje de Lesmes
Tras el anuncio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a una reunión este mismo lunes en La Moncloa. Feijóo ha asegurado que acudirá al encuentro «con la mejor disposición», pero lamenta que «se haya tenido que llegar a la renuncia del presidente del Supremo». Lesmes les ha señalado durante su intervención asegurando que «el respeto a la Constitución y a la ley es inexcusable y compromete a todos los poderes públicos».
Lesmes activa una dimisión «que no quería ni me gustaba», pero que cree necesaria para desatascar la situación. La mayoría de las asociaciones judiciales habían mostrado su deseo de que dimitiera. Así lo pedían también la mayoría de los vocales que forman parte del Consejo. Tras cuatro encuentros, los sectores que lo conforman aún no han llegado a ningún acuerdo y parece que tampoco lo harán en el pleno que Lesmes convocó para el jueves poco antes de abandonar su cargo. El sector conservador ni siquiera ha elegido un candidato.
Los miembros del ala progresista rompieron la semana la baraja y abrieron una ronda de diálogo con sus colegas conservadores para tratar de nombrar a los dos magistrados del Constitucional. Las fuentes consultadas aseguran que los tres representantes progresistas se vieron el jueves con Lesmes, que se involucró para encontrar los votos necesarios para desbloquear la situación. Necesitaban tres y contactó personalmente con Wenceslao Olea, Vicente Guilarte, Juan Martínez Moya y Nuria Díaz Abad, aunque no obtuvo el compromiso definitivo de ninguno.
Otras de las cuestiones que preocupan a Lesmes es la «insostenible» situación en la que se encuentran las dos instituciones que presidirá hasta este lunes, el CGPJ y el Supremo. En este último faltan 17 de los 80 magistrados. Un escenario que se agravará en los próximos meses, ya que está previsto que se jubilen otra media docena de jueces. Para nombrar sustitutos es necesario renovar a los vocales del Consejo, algo que no es posible mientras esté en funcione tras la ley que aprobó el Gobierno en verano del año pasado.
«Esta situación es la consecuencia de la falta de renovación en plazo de las restricciones de sus competencias provocada por la Ley Orgánica 4/2021», ha insistido Lesmes en su alocución. El aún presidente del CGPJ revela que desde la apertura del año judicial se ha dirigido «en varias ocasiones de forma reservada» a los líderes políticos para alcanzar una renovación urgente del Consejo o, que a pesar de que estuviese en funciones, recuperara sus competencias para nombrar a los jueces del Tribunal Supremo.
No lo ha conseguido, a pesar de los intentos. Y de la visita del comisario de Justicia europeo, Didier Reynders, a la que ha calificado como «infructuosa». Lesmes sostiene que esta «no ha dado resultado alguno». No es muy optimista y advierte de que las expectativas «no parecen ser otras que el mantenimiento de una actuación, quizás durante años, que debilita y erosiona cada vez más a las principales instituciones de la Justicia». Órganos que van a aumentar su carácter de provisionalidad.
El relevo de Lesmes
Lesmes ha preparado su marcha a fuego lento. El 23 de septiembre, con su cargo ya en el aire, anunció cómo debería producirse su relevo al frente del CGPJ y del alto tribunal, un movimiento que no gustó en la carrera judicial. El informe que encargó al gabinete técnico del Consejo especificaba que, tras su renuncia y hasta que se activara la renovación del órgano, debería presidirlo Francisco Marín Castán, presidente de la Sala Civil y magistrado más antiguo del Supremo.
Marín Castán no es vocal del CGPJ, pero el informe establece que debe asumir su presidencia «de forma automática», sin necesidad de acuerdo del Consejo. Eso permitirá sortear el veto a realizar nombramientos discrecionales que ata de pies y manos al CGPJ desde que una reforma legislativa prohibió cualquier designación mientras su mandato esté caducado. Lesmes consideró necesario el texto ante las dudas que emergían sobre su relevo, que también podría recaer en el magistrado de más edad, Rafael Pozo, o que los cargos se desdoblasen.
El informe técnico fue claro. Excluía la posibilidad de «articular vías diferenciadas de sustitución: a través del vicepresidente del Tribunal Supremo o de quien ejerza sus funciones en la presidencia del Tribunal Supremo y por el vocal de mayor edad en la presidencia del CGPJ». Además, concluía que «tanto la Constitución como la Ley Orgánica del Poder Judicial conciben la presidencia del Tribunal Supremo y del CGPJ como una titularidad conjunta e indisociable».
Lesmes nació en Madrid en 1958. Ingresó por oposición en la Carrera Judicial y Fiscal en 1984. Estuvo destinado hasta 1993 en la Audiencia Provincial de Alicante, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y en el Tribunal Constitucional. Tras superar las oposiciones a especialista del orden jurisdiccional contencioso-administrativo, ejerció como magistrado en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana y en la Audiencia Nacional.
Además, fue director general de Objeción de Conciencia (1996-2000) y de Relaciones con la Administración de Justicia (2000-2004). Entre 2005 y 2010 fue presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional y presidente de la Sección Primera de dicha Sala. Es magistrado del Tribunal Supremo desde 2010 y ha presidido el Tribunal Supremo y del CGPJ desde diciembre de 2013.
