Teresa Ribera acusa a las eléctricas de falta de honestidad: «No están jugando limpio»
La ministra asegura que las compañías tienen ciertos comportamientos «no muy honestos ni deontológicamente muy correctos»
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha acusado a las compañías eléctricas de tener ciertos comportamientos «no muy honestos ni deontológicamente muy correctos» en el marco de la crisis energética.
«No están jugando todo lo limpio que correspondería en una situación como esta. En nuestra factura falta claridad con respecto a las explicaciones de cómo calculan según qué cosas», ha avisado Ribera en una entrevista publicada este domingo por La Razón.
En este sentido, ha asegurado que hay comportamientos de las eléctricas que el Gobierno ha puesto en conocimiento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) porque cree que «deben ser denunciados». Entre ellos, ha lamentado que «los comerciales de determinadas compañías cuando alguien llama a preguntar digan directamente que cualquier incremento de la factura es culpa del Gobierno».
Interpretaciones «interesadas» de las medidas
Ante estas «mentiras y falsedades» que generan «ruido» y «dudas» entre la población, espera que la CNMC compruebe «si hay alguna interpretación interesada sobre cómo aplicar las normas que ha venido aprobando el Gobierno».
Ribera ha recordado que el plan de contingencia del Ejecutivo tiene el objetivo de «encauzar el ahorro entre todos los actores españoles, desde la gran industria y las pymes a los ciudadanos y las administraciones». «No queremos que haya ningún riesgo de incremento de la pobreza energética de las familias y el tejido productivo», ha dicho.
En este contexto, espera «soluciones europeas que permitan reducir drásticamente el precio del gas», con lo que la necesidad de apoyar a las familias «será menor porque las facturas estarán más contenidas y, por tanto, la necesidad de apoyo será inferior».
También ha descartado que las recomendaciones del paquete de medidas pasen a ser obligaciones. «Nos permite canalizar ahorro, nos permite llamar a las familias y a los actores sociales a ser responsables en el consumo de su energía, pero de ninguna manera entrar en algo que sería muy complejo de articular, que es vigilar a cada ciudadano, a cada persona, con respecto a cuál es su consumo energético. Eso sería una locura», ha aseverado. Igualmente, ha agregado que aunque «la situación en Europa es complicada, no se tendrá que llegar a los niveles de racionamiento que muy probablemente puedan tener que abordar los países del centro de Europa».
Por último, Ribera ha confiado en que la crisis energética no se lleve por delante el Gobierno porque este está «haciendo más de lo que se ha hecho en la mayor parte de estados miembros y con mayor anticipación». Sin embargo, ha reconocido que «cuando se producen crisis y cuando la gente lo pasa mal, tiende a mirar con especial intensidad a quien está al frente del Gobierno en cada momento».