Ciudadanos lleva su congreso a enero con la duda de si Arrimadas optará a la reelección
La cúpula naranja constata que no hay tiempo para celebrar en diciembre la asamblea extraordinaria por culpa de dos votaciones internas
Reunión de la Ejecutiva de Ciudadanos en septiembre. | Foto: Cs Galicia
La cúpula de Ciudadanos se reúne este lunes en Madrid para constatar que no hay tiempo para celebrar en diciembre el congreso extraordinario que ponga fin al proceso de refundación, por lo que se optará por colocar la asamblea a mediados de enero sin haber despejado aún la duda de si Inés Arrimadas se presentará a la reelección, según fuentes naranjas consultadas por THE OBJECTIVE.
La formación centrista siempre dijo que el cónclave se celebraría en diciembre o enero, pero con la presión ejercida a principios de septiembre por la aparición del grupo de críticos Somos Ciudadanos, que pedía la celebración «inmediata» de la asamblea, hubo voces que apostaron por diciembre para ello. Pero no será así.
El Comité Permanente analizará junto al equipo de refundación, el llamado G-8 formado por cuatro mujeres y cuatro hombres que encabeza Begoña Villacís como coordinadora política, cómo van los trabajos y los siguientes pasos a dar. Los estatutos de Ciudadanos fijan la obligación de convocar el congreso dos meses antes de su celebración, por lo que esta semana era la más propicia para el anuncio si se quería colocar el cónclave a mediados de diciembre.
Ciudadanos se plantea cambiar de nombre
El equipo de Villacís ya tiene el grueso del trabajo realizado con las aportaciones de los 2.000 afiliados que se apuntaron al proceso de refundación. El partido de Arrimadas presentó a comienzos de octubre varios resultados de su encuesta interna, en los que aboga por el uso de la energía nuclear, la recentralización de las políticas de sanidad y educación, una reducción del tamaño del Estado y menos impuestos. También la «insostenibilidad» del actual modelo de pensiones, que ha llevado a Ciudadanos a ser el único partido en el Congreso que se ha opuesto a la subida del 8% que prevé el Gobierno para 2023.
Pero quedan por conocer cuestiones más espinosas como el cambio de nombre –todo apunta que será Liberales– o la posibilidad del voto en urna en primarias tras las polémicas que ha habido en algunas votaciones telemáticas, donde se ha llegado a reconocer a posteriori que el voto por esta vía no es secreto.
El problema que se ha encontrado Ciudadanos es que antes de la asamblea extraordinaria hay que celebrar dos votaciones en las que tendrá que participar toda la militancia. La primera es cubrir la quincena de puestos vacantes que tiene el Consejo General por las bajas de críticos con la dirección de Arrimadas. En julio de 2021 ya hubo unas elecciones internas para reemplazar a 23 dirigentes y los comicios se organizaron en una semana.
Más tiempo requiere la segunda de las votaciones para elegir a la Ejecutiva nacional que saldrá del congreso. Es el momento más importante del proceso ya que los cabezas de lista son los que se presentan a la presidencia del partido. El último proceso electoral de estas características dentro de Ciudadanos se celebró en febrero de 2020 tras la dimisión de Albert Rivera en la noche del 10-N y la actual presidenta venció con claridad a su principal contrincante, Francisco Igea.
Esas primarias se tienen que colocar quince días antes que la asamblea y requieren de una campaña electoral previa que tiene difícil encaje a principios de diciembre con los festivos de la Constitución y la Inmaculada, de ahí que la cúpula de Ciudadanos apueste por el 13, 14 y 15 de enero para ubicar los diferentes hitos de la VI Asamblea General extraordinaria.
Arrimadas aún no ha dicho si se decantará por la reelección para no enturbiar el proceso de refundación en el que se encuentra inmerso el partido, pero cada vez hay más dirigentes que creen que la política jerezana está de salida y que todo el camino que ha llevado a cabo el G-8 ha sido una alfombra para que Villacís tome las riendas con una candidatura oficialista.
La presidenta de Ciudadanos ha hecho hincapié en que su «compromiso» y el de su equipo «dura hasta la refundación» y que cuando concluya el proceso, será la militancia la que tenga que refrendar a la dirección de la formación en una asamblea general. «Nosotros no vamos a ser un problema», señaló en junio tras la debacle andaluza.
Ciudadanos vivió luego en septiembre unas semanas de cierta zozobra con los críticos de Somos Cs reclamando que el congreso se convocase de forma «inmediata», concretamente en septiembre u octubre, para así poder elegir a continuación a los cabezas de cartel para las municipales y autonómicas. Aquel pulso de un grupo de dirigentes de Asturias, Aragón y Comunidad Valenciana se cobró la cabeza del entonces secretario de Organización, Borja González, quien fue sustituido por líder del comité autonómico en Navarra, Carlos Pérez-Nievas.
Este último asumió también el área de Acción Institucional que hasta ahora estaba en manos de la secretaria general, Marina Bravo. De esta forma, Pérez-Nievas quedó formalmente como número cinco en el organigrama de la formación naranja por detrás de Arrimadas, Bravo y los dos vicesecretarios generales, Edmundo Bal y Daniel Pérez.
