Irene Montero impone a Díaz involucrarse en una defensa sin fisuras de la 'ley trans'
La ministra de Igualdad exige a la responsable de Trabajo empujar para que se tramite la ley sin cambios, aunque los de Díaz admiten sus dudas sobe la norma
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha avisado a Yolanda Díaz de que no admitirá que se ponga de perfil en la lucha contra las feministas del PSOE sobre la ley trans. La número dos de Podemos ha exigido a Díaz que intervenga «personalmente» para exigir la tramitación inmediata y sin cambios de la ley. Así lo revelan fuentes de Unidas Podemos, que admiten que Díaz mantiene sus dudas sobre la cuestión, pero que revelan que la responsable de Igualdad «está presionando a Yolanda Díaz para que se involucre» en la cuestión. Para los ‘morados’ la modificación del borrador de la norma es un punto neurálgico sobre el que no quieren ceder.
La ley trans amenaza seriamente con convertirse en un agujero negro para el Gobierno. En juego están los «votos» de las feministas y también el «liderazgo del movimiento», explican fuentes de todos los partidos involucrados. Según estas fuentes, el hecho de que el PSOE haya decidido retrasar la tramitación parlamentaria tiene un «significado muy importante». La salida del partido de la activista trans Carla Antonelli revelaría, según esas fuentes, la gravedad del choque. Y de ahí que Irene Montero haya exigido a Díaz participar activamente en la protesta contra el PSOE por sus retrasos.
Las feministas del PSOE deslizan, por su parte, que Sánchez ha entendido que «las feministas socialistas le van a quitar el apoyo si aprueba la ley tal y como está». «La cuestión es de votos y es posible que Sánchez se haya dado cuenta de que sin las feministas del PSOE puede perder muchos apoyos», avisan desde este frente. La situación está al rojo vivo.
«La ‘ley trans’ ha de salir adelante»
El pasado martes, la ministra Irene Montero manifestó toda su preocupación en el Congreso de los Diputados. Ni ella ni los miembros de su equipo sabían que el PSOE iba a pactar con el PP la ampliación de los términos para presentar enmiendas. Aunque en el frente ‘morado’ insisten en que todavía quedan márgenes para revalidar su victoria contra Carmen Calvo, la exvicepresidenta que respalda a las feministas clásicas en su protesta, la preocupación va in crescendo.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Montero está presionando directamente a Yolanda Díaz para que se involucre en la batalla. Es por ello que la responsable de Trabajo ha intervenido desde Bruselas el pasado miércoles para pedir la tramitación inmediata de la ley trans, explican las fuentes consultadas. Aun así, reconocen, de momento lo está haciendo de forma light.
«La ley trans ha de salir adelante», afirmó la ministra, quien pidió celeridad al presidente del Gobierno pero que todavía no está mostrando la contundencia que pide Podemos ante las posibles modificaciones. En el bando socialista, de hecho, sostienen que Díaz hasta ahora se ha mantenido con cierta neutralidad sobre el asunto. «A Yolanda no le gusta esta ley, ella misma nos lo ha dicho en privado», explican fuentes del sector socialista.
Ausencia en el Congreso
Es justo por ello que esta vez Irene Montero ha avisado a Díaz de que no admitirá una posición tibia o de doble juego en el asunto. Los ‘morados’, por ejemplo, recuerdan que Montero se enfureció hace dos semanas al entender que Díaz podía torpedear internamente algunos de los proyectos estrellas de Podemos: la ley trans, la ley del aborto y la ley de protección animal.
La cuestión central con respecto a la ley trans atañe a la autodeterminación de género. La norma prevé que las personas puedan cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil sin necesidad de ningún requisito ni documento. Podemos no quiere rebajar la norma en este punto. Este es el nudo gordiano. La ministra Montero lo ha dicho de forma muy clara. El pasado jueves, por ejemplo, respondió de forma tajante a la pregunta de si estaba dispuesta a negociar en ese punto. «No», zanjó.
Preocupación en Podemos
Montero añadió en estos días estar «preocupada» por la posibilidad de que el PSOE «vuelva a cuestionar aspectos centrales de la ley como el reconocimiento a la libre autodeterminación de la identidad de género«. Además de la rapidez, es decir, que la norma se apruebe en el Congreso antes de que finalice el año, para la responsable de Igualdad es inadmisible volver a debatir o retocar elementos centrales de la misma.
El problema que tiene el presidente del Gobierno es que, según explican fuentes conocedoras de la situación, «las mujeres del PSOE aquí han dicho que no». Ese rechazo es, según estas fuentes, definitivo. Los colectivos feministas contrarios a la ley trans consultados por este diario admiten que están incluso preparando una ofensiva legal si hace falta. El problema para ellas es que la autodeterminación de género implicaría «el borrado de las mujeres». Y afirman que en este punto ellas tampoco quieren negociar.
La situación es de máxima tensión, porque de la ley trans depende casi toda la actividad legislativa de Irene Montero. La ministra de Igualdad puede presumir de esta norma y de la ley del solo sí es sí (también llamada ley de libertad sexual) como legado de su mandato. Pero, ahora, si la ley trans sufre cambios radicales, será más difícil reivindicar su papel de gestión.
En el trasfondo, además, se halla otra cuestión. Atañe al liderazgo del movimiento feminista, que está siendo disputado tanto por Irene Montero como por las feministas clásicas del PSOE. Quien gane esa batalla demostrará su fortaleza y acabará tomando el control de este segmento, con toda la influencia y flujo de dinero que eso determina. A lo largo de su mandato, las feministas clásicas han interpretado los movimientos de la ministra como una pieza más en la batalla interna de los colectivos. Y esa acusación dificulta todo tipo de acercamiento o debate.