Las feministas críticas con la 'ley trans' se ven derrotadas y tachan al PP de «cobarde»
Las feministas socialistas creen que Sánchez irá adelante con la ley de Irene Montero y lamentan que los populares no sepan «acometer el debate»
Las feministas de la órbita socialista pero contrarias a la ley trans asumen su soledad y ya se preparan a la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de seguir adelante con su plan. Miembros destacados de esos colectivos feministas mantienen que su lucha seguirá igualmente adelante, puesto que consideran lesivo para el interés de las mujeres el planteamiento de autodeterminación de género previsto en la ley de Irene Montero. Pero también arremeten contra el Partido Popular, a quien achacan una oposición demasiado blanda a esa ley.
El cálculo que hacen las feministas vinculadas al PSOE pero críticas con la ley trans es que los socialistas «meterán cuatro cosas que le permitan hacer un relato de han mejorado algo». Pero dejarán intacta la parte más importante de la ley, relativa a la autodeterminación de identidad de género. La norma prevé que las personas puedan cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil sin necesidad de ningún requisito ni documento. Las feministas contrarias a la propuesta de Irene Montero sostienen que la ley determina el «borrado de la mujer», es decir, «la sustitución de la categoría sexo por la de identidad de género».
La cuestión tiene que ver con ámbitos farmacéuticos, legales y deportivos, entre otros, y según las fuentes consultadas los efectos negativos de la ley se verán en el medio plazo. Será entonces cuando «tendremos cientos de familias desesperadas con niñas (sobre todo) con disforias inducidas y empezará la locura», vaticinan. «En una década se verá el destrozo», añaden.
Ruido y protesta insuficiente
Algunas feministas revelaron en conversación con THE OBJECTIVE que su alejamiento de Sánchez podía llegar incluso a una manifestación pública en contra del PSOE. Pero lo cierto es que la posición de estos últimos días del PP empieza ya decepcionar. Miembros de los colectivos acusan al PP de «actuar con cobardía», y «no saber acometer el debate».
El problema al que se enfrentan, sostienen, es que la opinión pública y los medios de comunicación tienen la tendencia a respaldar la ley trans de Montero sin cuestionar el fondo de la norma. Y lamentan que el Partido Popular, que lidera las encuestas como alternativa a Sánchez, no esté haciendo todo el ruido necesario para paralizarla. La sensación de soledad del movimiento feminista es palpable.
Este grupo mantiene, por otro lado, la puerta abierta a presentar todo tipo de demanda o denuncia contra la nueva ley. Aunque vaticinan: «Llevarán a algunas a los juzgados. Buscarán cerrar bocas y webs». Se perfila un choque en este sector que es estratégico para el PSOE de cara a los comicios. Y no se excluye que el próximo 25 de noviembre, día internacional contra la violencia hacia las mujeres, algunas referentes de este sector feminista señale y ataque directamente a Sánchez, tal y como adelantó este diario.
Un Sánchez «ofuscado»
El presidente del Gobierno está «ofuscado», mantienen algunas en este grupo de feministas. Aunque también creen que ha dejado de preguntar y escuchar. Dibujan a un Sánchez aislado y cuya seguridad le puede traicionar. Otro elemento de decepción ha sido el apoyo de José Luis Rodríguez Zapatero a la ley de Irene Montero. En ese caso, desde el sector feminista consideran que la norma «se carga» medidas de la ley de igualdad de Zapatero, generando así un cortocircuito normativo que se reflejará en muchos ámbitos, incluso el estadístico.
Las feministas del PSOE, en definitiva, admiten que pueden perder la batalla parlamentaria, pero aseguran que darán guerra en otros ámbitos contra la ley trans. Afirman carecer de recursos y visibilidad, pero saben cómo se ejerce la presión política y cuáles son las teclas que tocar para intentar que se oiga su voz. El próximo año se celebrarán las elecciones autonómicas, municipales y generales, y Sánchez podría encontrarse con un sector importante de su electorado por primera vez crítico públicamente con él. No es algo baladí. Siempre y cuando el PP lo intente aprovechar.