Un limbo legal permite contratar a miles de médicos extranjeros sin homologar
Una situación de pseudolegalidad permite a sanitarios extracomunitarios trabajar sin la especialidad certificada
Miles de médicos extracomunitarios con la licenciatura homologada pero sin la especialidad certificada ejercen como tal en diferentes unidades hospitalarias y asistenciales. Una situación que se ha extendido por todas las comunidades autónomas como atajo para paliar las dificultades de los sistemas sanitarios para cubrir plazas de especialidades deficitarias.
Así lo confirman a THE OBJECTIVE varios testimonios en primera persona que piden mantenerse en el anonimato. Médicos especialistas de Venezuela, Cuba y Colombia que llevan años ejerciendo funciones de especialista e incluso como jefes de Servicio sin haber podido aún certificar su especialidad. El Ministerio de Sanidad lleva desde 2019 sin convocar ninguna prueba teórico-práctica para el reconocimiento de estos títulos extracomunitarios y, anteriormente, la última fue en 2012. En 2019, solo aprobó el 20%.
«Estamos en un limbo legal al que nadie le interesa asumir. Somos manos de obra barata que no podemos chillar porque nos cortan la cabeza», cuenta a este periódico una fuente afectada, que tras más de 20 años ejerciendo la especialidad de gastroenterología en un hospital español no ha podido aún homologarla. Además, asegura que en su centro hospitalario hay unos 18 médicos extracomunitarios ejerciendo alguna especialidad, de los cuales solo cinco la tienen certificada.
Igual ocurre en los hospitales de Linares (Jaén) y Ronda (Málaga). En el primero nos confirman que se encuentran ejerciendo alguna especialidad 35 médicos extracomunitarios. Lo mismo tiene lugar en hospitales y centros sanitarios de Extremadura y buena parte de Valencia. Y en Ibiza, según los últimos datos ofrecidos por el Col·legi de Metges de Baleares, 34 de las 42 plazas de Urgencias y Pediatría están cubiertas por estos profesionales. No obstante, todas las fuentes consultadas aseguran que es una práctica extendida por toda España, sobre todo, en zonas rurales y de la España vaciada, «donde los MIR no quieren ir».
Situación de pseudolegalidad
Los médicos extracomunitarios son contratados como «médicos generales» y, en muchos casos, adjuntos al Servicio que corresponda. De esta forma, ejercen su labor de especialista sin que en su contrato aparezca el término especialista. Y ahí la trampa. «Es una situación de pseudolegalidad que no es justa y que a nadie le interesa», hace hincapié una de las fuentes consultadas, que denuncia además «la desventaja» con la que trabajan: «Los contratos son temporales sin opción a ascender dentro del hospital y en cualquier momento nuestro puesto puede ser ocupado por un MIR o por cualquier otro médico que reúna todos los requisitos».
Además, aseguran que «lo peor está por llegar». Ya que se espera que la carencia de estos profesionales –sobre todo médicos de familia, traumatólogos, digestivos y radiólogos, entre otros–se prolongue al menos otros cinco años y no sea hasta 2027 cuando se pueda empezar a equilibrar el número de médicos que se jubilan o abandonan el sistema con los que entran nuevos.
Una situación que ya contamos en THE OBJECTIVE. Los sindicatos insisten en que España arrastra un déficit de profesionales desde hace décadas. Un agujero que puede aumentar en los próximos años, en los que está previsto que se jubile toda una generación de facultativos. El estudio de Demografía Médica ya advirtió de este escenario al señalar que un 27% de los profesionales, unos 48.800 médicos, contaba con una edad comprendida entre los 55 y los 64 años.
Una cifra similar a la que maneja el Gobierno. El último Estudio Oferta-Necesidad de especialistas médicos 2018-2030 arrojó un dato demoledor: la mitad de los especialistas en España superan los 50 años.
El problema más acuciante en cuanto a déficit de profesionales especializados lo encontramos en Medicina Familiar y Comunitaria. De hecho, de las 218 plazas que se quedaron sin adjudicar en la última convocatoria MIR, como ya contamos en este periódico, 200 fueron de Medicina Familiar y Comunitaria, una situación preocupante para la Atención Primaria.
Ante esta situación, los sindicatos denuncian falta de planificación y aseguran que necesitaremos muchos médicos especialistas en los próximos años para cubrir este importante número de bajas, ya que si a los profesionales que se jubilan sumamos los que deciden marcharse o los que se marcharán para volver a su país de origen, como los extracomunitarios, la situación en unos años puede ser «desastrosa», advierten.