España se olvida del Sáhara: aún no ha enviado ninguna vacuna de la covid a los refugiados
Se trata de un nuevo revés para la antigua colonia española, que en marzo se sintió traicionada por Pedro Sánchez tras alinearse con Marruecos
España no cumple con el Sáhara. A pesar de comprometerse a enviar vacunas contra la covid y de ser uno de los países que lidera sus donaciones en el mundo, el Gobierno no ha mandado aún ninguna dosis a Tinduf, los campamentos al suroeste de Argelia donde moran 200.000 refugiados saharauis desde hace medio siglo. Así lo reconoce el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Un nuevo revés para la antigua colonia española, que en marzo se sintió traicionada por Pedro Sánchez tras alinearse con las posiciones de Marruecos, que reclama la autonomía de sus territorios.
«El Gobierno ha tenido en cuenta las necesidades de los campamentos en cuestiones de covid-19, en particular de vacunas, desde el principio de la pandemia, e intentado la donación de las mismas desde hace tiempo. Por el momento, no ha sido posible realizar estas donaciones», revela la respuesta que ha ofrecido el Ejecutivo al senador Carlos Mulet. El documento está fechado el 16 de noviembre, pero no explica los motivos por los que no ha sido posible enviar inyecciones a los refugiados del Sáhara.
Las fuentes consultadas apuntan a problemas logísticos, pero también legales. Hay que recordar que Argelia, el país donde se asientan los campamentos, rompió relaciones con España en junio tras el giro del Gobierno sobre el Sáhara. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha anunciado en varias ocasiones su pretensión de enviar vacunas a Tinduf, como ya hace a otros lugares del planeta a través del mecanismo Covax de la ONU y también de manera directa, especialmente en América Latina.
La covid en Sáhara
Las dosis siguen sin llegar a los campamentos a pesar de que Exteriores aseguró hace un año a Mulet que buscaba «el mecanismo más eficaz» para enviar las inyecciones. El Ejecutivo español detalló entonces al senador de Compromís que la donación «implica un plan logístico y legal específico para cada contexto humanitario, que se ha de acordar con una contraparte que pueda asumir las complejas responsabilidades sanitarias y legales».
«España ha mentido no solamente a las autoridades del Frente Polisario y a la administración de los campamentos, también a las Cortes Generales. Existe una responsabilidad histórica y no solamente ha abandonado políticamente al pueblo saharaui, también les ha negado la ayuda sanitaria mientras se vanagloria de haber enviado millones de dosis a todo el mundo», afirma Mulet.
El senador valenciano sostiene que esta actuación es «lamentable». Dice desconocer los motivos por los que no se han enviado las vacunas, aunque señala posibles problemas logísticos. No obstante, reconoce que «el conflicto con Marruecos no ayuda». La semana pasada, y a pesar de la lluvia, los saharauis volvieron a manifestarse en Madrid contra la decisión de Pedro Sánchez de apoyar el plan de autonomía del reino alauí por ser «el más realista».
En su última respuesta parlamentaria, el Gobierno no hace mención a los obstáculos que ha encontrado para incumplir su compromiso. La Estrategia humanitaria de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) para la población refugiada saharaui establece el apoyo sanitario como uno de los sectores de focalización prioritaria, y así lo reconoce el Ejecutivo.
A pesar de que no han llegado las vacunas a Tinduf, el Gobierno asegura que apoya la sanidad de los campamentos desde 2005 y «de forma continuada» a través de distintos programas. La respuesta parlamentaria afirma que, entre 2020 y 2022, España destinó más de seis millones de euros al sector sanitario de los campamentos. Desgrana diferentes acciones, entre ellas la contribución con dos millones al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El Gobierno destaca también una partida de 2,5 millones de euros a Médicos del Mundo para contribuir al derecho a la salud de la población saharaui, y otra de 1,15 millones a UNICEF para mejorar el acceso de los niños saharauis a servicios de inmunización de calidad. También se ha apoyado con 350.000 euros a la ONG Ojos del Mundo para su proyecto de atención oftalmológica y óptica de los saharauis y con 100.000 euros el Centro de Rehabilitación Física del Hospital de Rabouni que gestiona Cruz Roja.