El giro del Sáhara frena la inmigración en Canarias pero dispara la que llega de Argelia
En los últimos seis meses ha llegado un 30% más de inmigración a las costas del sur de España y Baleares que a Canarias, según datos de Interior
Inmigrantes a bordo de una patera, en Canarias. | EP
El giro del Gobierno de Pedro Sánchez con el Sáhara Occidental en favor de Marruecos ha cambiado el escenario migratorio en España. El acuerdo entre ambos países por el que restablecieron sus relaciones el pasado mes de marzo ha tenido como resultado el freno, aunque leve, de la inmigración ilegal en Canarias desde comienzos del verano, si se compara con los datos de 2021. Pero al mismo tiempo ha generado otro efecto, y es que, desde junio es mayor el número de inmigrantes que han llegado hasta las costas de la península y Baleares, que los que han arribado al archipiélago canario.
Las siete islas han dejado de ser el principal foco de inmigración del país y ahora son la comunidad autónoma balear y el sur de la península quienes soportan mayor presión migratoria. Un pronóstico que auguraron los expertos tras la ruptura de relaciones entre Argelia y España, tras el apoyo de Sánchez al plan de autonomía marroquí para el Sáhara, y que pocos meses después se ha cumplido. Los datos del Ministerio del Interior corroboran este cambio de situación. En los últimos seis meses, 8.891 inmigrantes han llegado por mar a la península y a Baleares, frente a los 6.814, procedentes que de las costas marroquíes, que han arribado al archipiélago canario: un 30,4% más.
Una de las primeras consecuencias de Argelia en este conflicto diplomático, además de llamar a consultas a su embajador en Madrid, fue el rechazo en frontera de un gran número de inmigrantes que eran devueltos a su país de origen en barcos y vuelos del Ministerio del Interior tras haber alcanzando las costas españolas. Actualmente, la potencia del norte de África sigue poniendo importantes obstáculos en esta cuestión y mira para otro lado ante el control de la inmigración que sale hacia España, admiten a este periódico fuentes policiales dedicadas a la supervisión de las fronteras exteriores de la UE.
Nueva vía de entrada a la UE
Frente la tendencia a la baja de Canarias, los datos han confirmado a Baleares como nueva vía de entrada de la inmigración ilegal en Europa. En lo que llevamos de año, han arribado a estas costas 154 embarcaciones con 2.277 personas, según fuentes de la Delegación del Gobierno. El ritmo migratorio ha aumentado sobre todo durante el verano, marcando cifras récord pese a que 2021 dejo también números jamás vistas en esta comunidad autónoma. Ese año llegaron 163 embarcaciones que transportaron a 2.402 personas hasta Baleares. Un dato que creció un 62% respecto a 2020 y que suponía multiplicar por más de cuatro los datos de 2019.
El temor a un repunte migratorio en esta región se instaló a principios del verano. El 10 de junio, día en el que Argelia hizo pública la ruptura de relaciones con el Gobierno español, 113 inmigrantes de origen argelino llegaron a las islas en cuestión de 15 horas, la mayor cifra que se había registrado en todo el año, según confirmaron entonces fuentes del Ejecutivo. Desde entonces, la recepción de pateras ha sido constante. Por ejemplo, el 2 de agosto, en menos de un día, llegaron seis embarcaciones con 98 personas; y el pasado 11 de octubre la Guardia Civil y Salvamento Marítimo rescataron a 82 inmigrantes en Mallorca e Ibiza a bordo de seis cayucos.
Almería y Murcia
Además del archipiélago balear, otras costas como Almería y Murcia también han advertido un incremento en los flujos migratorios durante las últimos meses. A finales de julio, en menos de 48 horas, un total de 326 inmigrantes arribaron a distintos puntos de estas tres comunidades autónomas, dejando completamente desbordadas a las patrullas de la Guardia Civil. La llegada de ciudadanos magrebíes —sobre todo, argelinos— y sirios a las costas almerienses ha sido una constante. Un aumento de los flujos migratorios que, según fuentes policiales, se advirtió desde que el Gobierno anunció su cambio de posición respecto al Sáhara.
A principios de mayo, THE OBJECTIVE ya dio cuenta de que el país argelino estaba permitiendo la llegada y posterior salida de su territorio a cientos de inmigrantes sirios, afganos y bangladesíes que, desde hacía al menos un mes, estaban arribando en pateras a las costas almerienses y murcianas. Entonces, las fuentes consultadas calculaban que habían llegado en torno a 1.000 personas a bordo de embarcaciones a estas costas.
Turquía
La prueba del contraataque argelino está en que la llegada de estos inmigrantes a costas españolas resulta inusual. Hasta ahora, la conocida como ruta argelina —que comenzó a activarse en torno a 2019— había sido utilizada principalmente por ciudadanos argelinos que huían por el clima de inestabilidad y el caos político de su país. De hecho, el año pasado fueron más de 4.000 los que lograron llegar a las costas almerienses a bordo de 400 embarcaciones. Cifras que convirtieron a esta zona en el primer puerto español en numero de pateras y el segundo, después de Gran Canaria, que más inmigrantes recibía.
En este caso, los ciudadanos que también están llegando a España proceden de Turquía. Según fuentes policiales desplegadas en el extranjero, se trata en su mayoría de sirios, pero también de otros países como Afganistán o Bangladés, que residían en suelo turco desde hacía seis años, fruto del plan que firmó la Comisión Europea con Turquía en 2016 para contener los flujos migratorios provocados por una década de guerra en Siria. No obstante, parece que esa cifra ha comenzado a decrecer ante el efecto llamada procedente de Argelia.
