El giro de Sánchez con el Sáhara no contiene la inmigración en Ceuta y Melilla: crece un 27%
Los flujos migratorios aumentan en las ciudades autónomas, pero también en el archipiélago balear tras la ruptura de relaciones entre Argelia y España
El presidente del Gobierno, junto a Mohammed VI. | EP
El giro del Gobierno de Pedro Sánchez con el Sáhara Occidental en favor de Marruecos ha cambiado el escenario migratorio en España. Cuando se cumplen ocho meses del acuerdo entre ambos países, los datos muestran el freno de la inmigración ilegal en Canarias: un 24,9% menos si se compara con el mismo periodo de 2021. Por contra, estas estadísticas también evidencian que el cambio de postura con Marruecos no han contenido los flujos migratorios en Ceuta y Melilla, que, sin contar con los últimos 15 días del año, han aumentado un 27,2% respecto al año pasado, según datos del Ministerio del Interior.
Si los datos se desgranan por ciudades autónomas, en Ceuta la inmigración crece un 52,7%, y en Melilla, un 10,8%, donde este año han llegado más de 2.000 inmigrantes tras cruzar los pasos fronterizos. La presión migratoria en la frontera melillense, no obstante, ha registrado récords a lo largo de 2022. Frente a los datos del departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska, que muestras a aquellos ciudadanos que logran entrar a España, la Delegación del Gobierno de Melilla cifra en 8.000 inmigrantes los que intentaron saltar la valla en marzo y junio.
El último, el más masivo, se registró en el paso fronterizo del Barrio Chino, entre Nador y Melilla. Un intento de salto de miles de inmigrantes en el que murieron al menos 23 personas, en la que fue una de las mayores tragedias conocidas hasta la fecha. Hechos que pusieron en el punto de mira al ministro del Interior, que evitó hasta el último momento asumir algún tipo de responsabilidad por las muertes. Acorralado por toda la oposición, incluidos sus propios socios, el Gobierno insistió en que las muertes no ocurrieron en territorio español y la actuación policial fue ejemplar.
Contradicciones
La Fiscalía, que abrió diligencias ese mismo mes, para investigar los hechos, archivó el caso la pasada semana tras no advertir indicios de delito en la intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, acogiendo la tesis que siempre defendió Grande-Marlaska. Desde Unidas Podemos, ERC y EH Bildu han criticado el archivo del Ministerio Público alegando contradicciones entre el informe oficial de los hechos y las imágenes en las cámaras de la valla, así como de drones de la Guardia Civil, que pudieron ver los diputados en la Comisión de Interior.
Estos parlamentarios aseguran que el asalto migratorio dejó muertos y heridos en el lado español, como también han acreditado distintas investigaciones periodistas. La última, liderada por Lighthouse Reports, un consorcio internacional de periodistas, lo confirmó a partir de partir de grabaciones inéditas del helicóptero de la Guardia Civil, reconstrucciones digitales a partir e imágenes reales, y testimonios de funcionarios y testigos.
El Ministerio Público, sin embargo, insiste en que no hay delito, aunque sí censuró la actuación de un grupo de agentes de la Guardia Civil que, según el fiscal, arrojaron piedras contra algunos de los miles de inmigrantes. Razón por la que daba traslado de las mismas al departamento dirigido por María Gámez por «si fueran constitutivos de infracción disciplinaria».
Los guardias civiles, por su parte, critican que la Fiscalía les «ponga en la diana disciplinaria» y que culpen «de su nefasta gestión» a los agentes, cuando llevan años «pidiendo protocolos de actuación en la frontera. Entre tanto, ahora, según una respuesta parlamentaria del Gobierno al Partido Popular, el Ministerio del Interior también ha retrasado las obras para la creación de la llamada frontera inteligente en el paso de Melilla por la «complejidad» del proyecto.
Argelia
Melilla y Ceuta, no obstante, no son las únicas fronteras donde han crecido los flujos de inmigración. Baleares es otra de las regiones más afectadas tras la ruptura de relaciones entre los Gobiernos de España y Argelia, tras el acuerdo del Sáhara con Marruecos. Tanto es así que las estadísticas confirman al archipiélago como nueva vía de entrada de la inmigración ilegal en Europa.
En lo que llevamos de año, han arribado a estas costas 154 embarcaciones con 2.277 personas, según fuentes de la Delegación del Gobierno. El ritmo migratorio ha aumentado sobre todo durante el verano, marcando cifras récord pese a que 2021 dejo también números jamás vistas en esta comunidad autónoma. Ese año llegaron 163 embarcaciones que transportaron a 2.402 personas hasta Baleares. Un dato que creció un 62% respecto a 2020 y que suponía multiplicar por más de cuatro los datos de 2019.
El temor a un repunte migratorio en esta región se instaló a principios del verano. El 10 de junio, día en el que Argelia hizo pública la ruptura de relaciones con el Gobierno español, 113 inmigrantes de origen argelino llegaron a las islas en cuestión de 15 horas, la mayor cifra que se había registrado en todo el año, según confirmaron entonces fuentes del Ejecutivo. Desde entonces, la recepción de pateras ha sido constante. Por ejemplo, el 2 de agosto, en menos de un día, llegaron seis embarcaciones con 98 personas; y el pasado 11 de octubre la Guardia Civil y Salvamento Marítimo rescataron a 82 inmigrantes en Mallorca e Ibiza a bordo de seis cayucos.
