Sánchez no ve necesario echar a Rodríguez 'Pam' pese al bochorno de varias ministras
Gobierno y PSOE se mueven entre el bochorno y la frustración por las palabras de la secretaria de Estado de Igualdad: «Es impresentable», dicen fuentes socialistas
Bochorno es la palabra que define el estado de ánimo del PSOE. Las declaraciones de la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, han provocado un enorme malestar de puertas para adentro en el Gobierno de Pedro Sánchez y en el seno del PSOE. Sus palabras frivolizando sobre las rebajas de penas a agresores sexuales, objeto de chanza en un acto sectorial del Ministerio, provocaron un profundo enfado entre diferentes cargos socialistas y varias ministras del Ejecutivo. En conversación con THE OBJECTIVE, algunas de las integrantes del Consejo de Ministros tachan de «impresentable» su intervención inicial y consideran que es «indigno» de una responsable del equipo que defiende las políticas en favor de las mujeres.
«Es impresentable. Lo que ha dicho y cómo lo ha dicho», denuncia una ministra del Gobierno, que pone en el mismo plano de gravedad el fondo y la forma de sus declaraciones. En estas últimas, Ángela Rodríguez Pam atribuye a la «extrema derecha» las informaciones sobre la salida de «cientos y miles de violadores» tras la aplicación de la ley del solo sí es sí, que ha provocado ya más de 160 revisiones a la baja de condenas de agresores sexuales y 20 salidas de violadores de prisión. Esta indignación se ha visto acrecentada por las explicaciones posteriores de Rodríguez Pam en la red social Twitter. Tras 24 horas de silencio y en lugar de rectificar, la número dos de la ministra Irene Montero denuncia los «bulos y tergiversaciones» sobre sus palabras y los utiliza para victimizarse: «Desgraciadamente, las feministas estamos acostumbrada a que mucho de nuestro trabajo quede reducido a noticias falsas y manipulaciones que ridiculizan las políticas de igualdad y que se utilizan para atacar al Gobierno».
Sin embargo, fue precisamente su supuesto intento de arreglarlo lo que ha provocado el mayor malestar de las dirigentes y ministras del PSOE consultadas por este periódico. «Hay que ser humilde y reconocer el error, y pedir perdón si uno se equivoca, no buscar excusas», es el reproche generalizado de las féminas socialistas, que se mueven entre el bochorno y la frustración. Muchas recuerdan el ataque de la propia Irene Montero a los «jueces machistas» cuando se inició el goteo de rebajas de condena por la Ley de su departamento. Se trata del mismo patrón seguido en esta ocasión por su numero dos y con el mismo final. Ni Montero ni Rodríguez Pam corren peligro en el Gobierno.
Sánchez no destituirá a ‘Pam’
Según fuentes gubernamentales y socialistas, Sánchez no destituirá en ningún caso a la secretaria de Estado de Igualdad. Primero, porque su cabeza depende de la cuota morada del Gobierno de coalición sobre la que decide el socio minoritario, al igual que ocurre con los cinco miembros morados del Consejo de Ministros. Y segundo, y quizá más relevante, es que el presidente no considera el asunto lo suficientemente grave como para cesar a nadie. «Ha sido una metedura de pata, pero no tanto como para cesar a un secretario de Estado», se justifican en Moncloa .
Es un criterio no compartido por algunas de sus colegas socialistas en el Gobierno que, si bien ven motivos de sobra para la dimisión, son plenamente conscientes de que «Sánchez no la va a cesar». O no puede hacerlo. El debate sobre la inconveniencia de su permanencia en su puesto se vio acrecentado por los rumores crecientes de una crisis de Gobierno, más cerca de lo esperado. Fuentes de Moncloa insisten en que la remodelación que prepara Pedro Sánchez se ejecutará a finales de febrero o a principios de marzo, pero también son conscientes de que un incidente inesperado del escenario político podría servir para aprovechar la coyuntura y modificar los planes previstos.
No fueron pocas las integrantes del Ejecutivo que se atrevieron a criticar públicamente a Rodríguez Pam. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, denunció que son palabras «muy desafortunadas y que no conviene frivolizar con la violencia de género, porque están siendo semanas muy duras» con la salida de algunos agresores sexuales de prisión al respecto. Es la misma línea que siguió la ministra de Industria y candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, al criticar que se «ironice» con la violencia sexual. «Ante la violencia de género lo que tenemos que hacer es poner recursos, proteger a la víctimas y no dar ni un paso atrás». En una clara acción coordinada, la secretaria ejecutiva de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, calificó en la red social Twitter el tono jocoso de la secretaria de Estado de «injustificable» y deslizó que sus declaraciones «no están a la altura de la responsabilidad que supone un cargo de tanta trascendencia, más si cabe en estos momentos. Debe rectificar».
El PSOE recupera la exigencia de corregir la Ley
Una rectificación que no se ha producido, más allá de la nueva estrategia de victimización de la representante de Podemos y que ha motivado la petición de dimisión del PP y Ciudadanos y, lo que es más relevante, de la secretaria de Igualdad del PSOE de Madrid Ciudad, Sonia Lamas, quien quiso hacer doble su exigencia: «Ministra Irene Montero, ya que a usted no la cesan, cese ya a su secretaria de Estado» por sus declaraciones «indecentes» e «irrespetuosas».«Por respeto a mi cargo orgánico en PSOE Ciudad de Madrid estaba consiguiendo no hacer declaraciones públicas a la dañina gestión de la Sra. Irene Montero y de la Sra. Ángela Rodríguez y sus equipos de confianza. Pero por respeto a las mujeres, no puedo silenciarme más», afirmó Lamas.
Y es que las declaraciones de Lamas ponen en evidencia que el silencio socialista en torno al prometido «ajuste técnico» de la ley del solo sí es sí podría resurgir a tenor del exabrupto de la representante morada de Igualdad. Fuentes de la dirección regional madrileña aseguran a THE OBJECTIVE que la petición de dimisión de Lamas es «a título personal» y que no hay una petición formal de la Ejecutiva madrileña.
Sin embargo, sí insisten en la necesidad de que «hay que cambiar la Ley si siguen saliendo a la calle violadores», como deslizaron inicialmente hace semanas varias integrantes del Gobierno, como María Jesús Montero, Isabel Rodríguez o Pilar Alegría. Es una posición que ha respaldado públicamente el barón aragonés, Javier Lambán, para quien la norma «fue mal planteada, así de claro», motivo por el cual «está teniendo efectos absolutamente indeseables». Se trata de un debate del retoque técnico en la ley de Libertad Sexual que se aparcó en diciembre cuando el PSOE lo introdujo vía enmiendas en la exposición de motivos de la reforma del Código Penal, gracias a un pacto entre Moncloa, Igualdad y Justicia, y que Ángela Rodríguez Pam ha conseguido resucitar.