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Transparencia obliga a Sanidad a publicar los precios reales de los medicamentos

La cartera de Carolina Darias se ha negado en varias ocasiones a facilitar el coste de algunos fármacos de alto impacto presupuestario

Transparencia obliga a Sanidad a publicar los precios reales de los medicamentos

La ministra de Sanidad, Carolina Darias. | EP

A día de hoy, existe una enorme opacidad acerca del precio real que pagan las administraciones por los medicamentos. Además, tampoco se conoce cuáles son las condiciones de financiación acordadas con los laboratorios. Sin embargo, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) ha instado al Ministerio de Sanidad a hacer públicos los precios de los fármacos solicitados tras varias reclamaciones de la Fundación Ciudadana Civio.

Según varias resoluciones de diciembre de 2022 hechas públicas recientemente, el CTBG apremia a la cartera de Carolina Darias a hacer públicas las condiciones de financiación y precio en el ámbito del Sistema Nacional de Salud de los medicamentos Zolgensma, desarrollado por Novartis, y Yescarta, desarrollado por Gilead.

El precio máximo de cada tratamiento de Zolgensma, uno de los medicamentos más caros del mundo para pacientes con atrofia muscular espinal (AME),  es de 1,94 millones €/paciente, y el precio máximo fijado para Yescarta, una terapia CART-T para el cáncer de sangre, es de 327.000 euros en España. Sin embargo, estas cantidades son el límite máximo que fija Sanidad, pero no corresponden con el precio efectivo o real que abonan los poderes públicos a las farmacéuticas. Y aquí, el quid de la cuestión.

Medicamento Zolgensma.
Medicamento Zolgensma.

«Perjuicio para los intereses económicos y comerciales»

En varias ocasiones, desde diciembre de 2021, al amparo de la Ley 10/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, se le solicitó al Ministerio de Sanidad a través del Portal de Transparencia las condiciones de financiación y precio de estos fármacos. A lo que la administración, unos 20 días después, desestimó la petición al entender que la información solicitada «puede perjudicar los derechos e intereses de terceros».

De esta forma, Fundación Ciudadana Civio remitió la reclamación al Consejo de Transparencia quien, tras solicitar la información, recibió un escrito en el que se volvía a rechazar la petición al considerar que facilitar esa información «supone un perjuicio para los intereses económicos y comerciales, un perjuicio para el secreto profesional, para la propiedad intelectual y para la garantía de la confidencialidad».

Además, en el comunicado, los laboratorios también se oponía a facilitar esos datos argumentando que es ese principio de confidencialidad el que permite facilitar el producto «a un precio de razonable». También asegura que la entrega de la información solicitada supone «un claro perjuicio para los intereses económicos y comerciales» de las farmacéuticas y defienden que «dar acceso a terceros de los precios de financiación en España de los medicamentos supondría la perdida de credibilidad de la Administración, y llevaría aparejada una desventaja negociadora –con respecto a otros países– a la hora de conseguir precios más competitivos».

No obstante, después de un año de dimes y diretes entre administración, farmacéutica, entidad demandante y Consejo de Transparencia, este último ha concluido que al no apreciar «concurrencia de los límites al derecho de acceso a la información invocados, procede estimar la reclamación por la que se acuerda la fijación del precio y las condiciones de financiación del medicamentos». Sanidad tiene un plazo de diez días para facilitar esta información.

¿El precio de los medicamentos pone el riesgo la sostenibilidad del SNS?

En los próximos años se prevé un incremento de la factura pública en medicamentos de aproximadamente el 2%, informa la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria). En este sentido, el vocal autonómico de Madrid de la Sociedad Española de farmacia Hospitalaria (SEFH), el Dr. Ismael Escobar Rodríguez, apuntaba en THE OBJECTIVE que «si los precios elevados no justifican su valor terapéutico, la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) se podría ver afectada». «Además, hay que tener en cuenta que los recursos no son infinitos y todo aquello que se destina a medicamentos impide o dificulta otras estrategias tan importantes o más que los fármacos, como son las medidas preventivas de salud pública, la educación en salud, la atención socio-sanitaria a los mayores o la atención a la discapacidad».

En este sentido, el último informe de la campaña ‘No es sano’ examina el impacto presupuestario que tienen los medicamentos de altos precios para el SNS. Así, llega a la conclusión de que el gasto farmacéutico en hospitales se ha incrementado un 53% en siete años debido al aumento de los precios de especialmente aquellos medicamentos que son más novedosos y tratan las enfermedades más graves, como los diferentes tipos de cáncer.

Un vial de un medicamento en investigación. | EP

En total, entre 2020 y octubre de 2021, son 11 los fármacos de este tipo que fueron financiados por el Sistema Nacional de Salud, según las notas de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM), el órgano encargado de aprobar la financiación pública de los fármacos.

Preguntados los expertos sobre si consideran que el precio de los medicamentos son demasiados elevados, aseguran que deben estar lo más alineados posible con su valor terapéutico y con los resultados en salud en los pacientes. «No todos los nuevos medicamentos que se comercializan ofrecen ventajas relevantes en eficacia y seguridad», señala el Dr. Ismael Escobar, que agrega: «Es responsabilidad del sistema sanitario establecer las mejores condiciones de financiación pública de los medicamentos para, precisamente ajustar lo mejor posible el valor terapéutico del medicamento con su precio».

Por su parte, el director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sanchez, apuntaba a este medio que «los medicamentos innovadores no ponen en riesgo la sostenibilidad del SNS», sino que tienen un efecto «muy positivo» sobre la población. «Las estimaciones reflejan que un dólar gastado en nuevos medicamentos reduce otros costes sanitarios, como los gastos en hospitales, entre dos y ocho dólares», cuenta el experto, que concluye: «Lo que pondría en peligro el SNS es no invertir en medicamentos innovadores, ya que una mejor salud de la población genera más actividad de la población y como consecuencia más crecimiento económico».



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