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Los 'agentes cocineros' cobran un plus de antidisturbios pese a que no ejercen de policías

Estos agentes son a efectos administrativos iguales que el resto de antidisturbios. De hecho, perciben un extra de 6.000 euros al año por estar en la unidad

Los ‘agentes cocineros’ cobran un plus de antidisturbios pese a que no ejercen de policías

Los 'cocineros antidisturbios' en el comedor de la UIP, en Madrid. | TO

Los agentes que trabajan como cocineros en el restaurante irregular de la sede de la Unidad de Intervención Policial (UIP), en Madrid, son, a efectos administrativos, personal de los antidisturbios, según aseguran fuentes policiales a THE OBJECTIVE. Esto implica que perciben una nómina como la de cualquier otro agente de la unidad pese a que no ejercen como policías. Del mismo modo, se benefician de un complemento específico de 6.000 euros al año por la peligrosidad a la que están expuestos estos funcionarios en el desarrollo de su trabajo, y que estableció hace unos años el Ministerio del Interior.  

Estos policías, sin embargo, no son los primeros que trabajan en la cocina de la UIP. Este espacio se remonta a las antiguas Compañías de Reserva General, un cuerpo militar que constituye el antecedente más inmediato a las UIP, y que tuvo su sede en Moratalaz hasta 1989, cuando fueron sustituidas por los antidisturbios, conservando la misma ubicación.  

Desde entonces, el sótano del edificio siempre ha albergado una cocina y un comedor en la planta baja, en el que han trabajado los propios agentes. Al parecer, un puesto muy demandando dentro de la unidad porque exime a los policías de viajar para los operativos y, en definitiva, de cumplir su función, para poder conciliar vida laboral y familiar. Fuentes policiales reconocen que varios agentes incluso se han jubilado como cocineros en la sede de los antidisturbios.  

Cocinar, servir y limpiar

El cometido de los agentes se basa en organizar los alimentos, es decir, calcular lo necesario para los comensales que suelen ser unos 200 al día —a veces 800, si hay dispositivos especiales previstos en Madrid—; cocinar todos los menús, servirlos, cobrarlos, y después limpiar todo: vajilla, cocina y comedores

Según señalan estas mismas fuentes, el personal de limpieza que tiene subcontratado el complejo policial de Moratalaz no limpia la cocina porque, aseguran, «esa no es su función, no lo cubre su contrato». «No vienen por aquí porque esa parte del edificio no es su cometido». De modo que se encargan los antidisturbios. En cualquier caso, no se produce ningún tipo de revisión sanitaria oficial en estas instalaciones.

Además, los ‘cocineros antidisturbios’ también preparan el menú a diario para sus superiores en una oficina que estos mismos han acondicionado con parrillas de gas y hornos en la primera planta del complejo. Un espacio que no cuenta con ninguna medida de seguridad, ni con ventilación, más allá de las ventanas que dan al exterior del complejo policial, donde se pueden ver los furgones blindados del Cuerpo. 

Preparando menús en Jaén

El Centro de Práticas Operativas de la UIP, en Linares. | Google

Su trabajo como chefs, por otro lado, no solo lo desempeñan en la cocina de la UIP.  Durante unas semanas del año, estos antidisturbios también se desplazan a Linares (Jaén) para preparar in situ comidas a todos los agentes que se marchan al Centro de Prácticas Operativas de La Enira, para perfeccionar su formación a través de distintos cursos. 

«Cuando llega esa época, en la que los agentes tienen que perfeccionar su preparación para estar en la UIP, la jefatura se lleva a tres o cuatro cocineros para que se encarguen de hacer y organizar todas las comidas. La Dirección General de la Policía los desplaza, les paga dietas y en Linares hacen lo mismo que si estuviesen en Madrid», denuncian fuentes policiales a este diario. 

Expulsados de la cocina

Ahora, la Dirección General de la Policía ha abierto a los siete policías una información reservada, el paso previo a ser investigados, posteriormente sancionados, por el robo de 3.000 euros de la recaudación del restaurante. Un desfase en las cuentas que las fuentes policiales atribuyen a las comidas y las fiestas que distintos mandos policiales celebran desde marzo de 2020 en la jefatura de la UIP. Mientras tanto, el comisario jefe de los antidisturbios, Francisco López Gordo, ha decidido subir el precio del menú de 5 a 5,35 euros para que el establecimiento vuelva a funcionar. 

«Después de Navidad, se percataron de que faltaba dinero para seguir comprando la comida de los menús. Acusaron directamente a los agentes de haberse quedado con ese dinero, y pese a que no tienen prueba alguna contra ellos, por ahora los han expulsado de la cocina», aseguran las mismas fuentes. 

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