El 'Mediador' afirma que Ábalos le daba órdenes y decidía la compra de mascarillas en Canarias
Revela por primera vez que el exministro daba instrucciones sobre las empresas que debía contratar el Gobierno canario
El Mediador ha vuelto. Marco Antonio Navarro Tacoronte, el intermediario que dio nombre a una investigación sobre presunta corrupción, irrumpe en el panorama político para despejar dudas. Organizaba fiestas para diputados y pone nombre a cinco, todos socialistas. Tres de ellos repiten en puestos de salida en las elecciones del 23-J. Pero va más allá. Reconoce por primera vez en THE OBJECTIVE que hablaba con el exministro de Transportes José Luis Ábalos y que trasladaba sus «órdenes» al Gobierno canario para adjudicar los contratos de mascarillas durante la pandemia a uno u otro empresario.
Ábalos no era su único interlocutor, según su versión. Navarro Tacoronte también departía con otros ministros, como Carolina Darias. Este diario publicó un audio de una conversación entre ellos, aunque la actual alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria niega que fuese ella. Incluye en el ajo al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y confirma que todos tenían su mediador. Insiste en que él era el de Ábalos. Pero subraya que su papel era legal. Más dudas deja con respecto a Patxi López y la posible participación de dirigentes del PP en sus célebres veladas.
PREGUNTA.- Recientemente el comisario retirado José Manuel Villarejo dijo en el Congreso de los Diputados que la Policía Nacional habría perdido los informes del caso que afectaban a José Luis Ábalos. ¿Cuáles serían esos informes?
RESPUESTA.- Hombre, son informes más que clasificados. En esos informes queda patente que Ábalos habla conmigo y yo transmito sus órdenes al Gobierno de Canarias.
«Queda patente que Ábalos habla conmigo y yo transmito sus órdenes al Gobierno de Canarias»
P.- ¿Cuáles eran esas órdenes?
R.- Compra de mascarillas, etcétera. Y que conste que yo a Villarejo no le conozco de nada. De nada.
P.- ¿Comprar mascarillas bajo qué circunstancias? Lo digo porque comprar mascarillas no es un delito.
R.- Sí es delito cuando un ministro da órdenes de que se le compre a fulano directamente.
P.- Ese «fulano», esa empresa… ¿se llama Soluciones de Gestión?
R.- No quiero cometer ningún error, pero si no recuerdo mal, sí es así. ¿Vale? Porque es un tema que está… que me llama la atención que tampoco hayan llamado a declarar al amigo Conrado (Domínguez, exdirector del Servicio Canario de Salud). Es tanto lo que está sucediendo en esta historia.
P.- En un audio que publicamos en este diario usted decía que había recibido una llamada del exministro de Transportes para reunirse con Ángel Víctor Torres, presidente de Canarias. ¿Cuál era su relación exactamente con Ábalos y qué relación tenía el exministro con la trama?
R.– Trama no me gusta llamarla. Yo no he cometido ningún delito. Como otros dicen que no han estado (en las fiestas), yo ahora digo que no he cometido ningún fraude ni ningún delito. Yo soy el niño Dios. Fuera. No he hecho nada. ¿Qué relación tenía Ábalos con la… con el trabajo?
P.- Con usted y con sus actividades.
R.- Es lo mismo, enlazar una cosa con la otra. Un ministro no iba a ir directamente a decirle a un director general: «Vaya usted a comprarle mascarillas a fulano». Sonaría muy, muy raro.
P.- Estaba hablando usted de Conrado Domínguez, que era el director general del Servicio de Salud de Canarias. En una de sus declaraciones ante la juez dijo que Conrado era su verdadero jefe.
R. –Hay una conversación en la que no solo hablo yo, habla otra persona. Queda muy claro cómo se hacía el reparto. Y ahí le digo a esta persona: «Oye, este dinero es para fulano, este es para mengano, este para merengano y este es para sanidad».
P.- ¿El Ministerio de Sanidad?
R.- Sanidad. Estaba Illa, después entró Carolina, pero bueno…
P.- ¿En qué contratos públicos vinculados a la sanidad habría participado usted como investigado en este caso?
R.- El tema es que yo en el tema mascarillas estoy y no estoy. Es una cosa rara. Estoy como testigo, pero después me pasan a imputado. Por esto digo que estoy y no estoy. ¿En qué intervine yo en la compra de mascarillas? En todo. En todo, pero lo digo bajito para que no me oiga nadie.
P.- ¿O sea, que usted tenía una relación con el ex ministro Ábalos frecuente?
R.- Amistosa.
P.- ¿Hablaban con mucha frecuencia?
R.- Sí, normal. Si tengo que pedir ayuda, lo hago para arriba, no puedo pedir ayuda al de abajo. Tiro para arriba.
P.– ¿Y ahí también participaba Indalecio Gutiérrez, el diputado del PSOE por Almería?
R.- No, no. Esa rata no estaba en ese juego. Ese iba al cambio climático. No se olviden que lo de las mascarillas es el comienzo mío. Que yo no sé porque la Justicia lo tiene ahí tapado.
P.- ¿Por qué antes ha citado al ministro Marlaska, a la exministra Carolina Darias y a Salvador Illa? ¿Les cita en la misma responsabilidad que a José Luis Ábalos?
R.- No, no, no. Ábalos vamos a poner que es un negociante. Me da igual que sea ministro. Ábalos en aquel momento recomienda contratar al que sea y, hombre, si un ministro es que el que te está diciendo que sería bueno contratar a fulano, pues se hace. Esto cae por su propio peso. ¿Por qué nombro a Carolina? Porque se han filtrado ciertos audios. En uno de ellos, también lo digo claro, se me oye a mí hablando con Conrado de que Carolina no está preparada para ser ministra. Y es una conversación entre amigos.
P. -¿Usted habló con Carolina expresamente?
R.- Sí, claro. Y dice que no es ella (la del audio). Pues seré yo el que se está comiendo un bocadillo. Hablé con ella más de una vez. Me extraña que solamente haya salido ese audio.
P.- Ella dice que no le conoce a usted.
R.- Pues mire, yo le voy a contestar. A Jesucristo lo negaron 34 veces. A mí ya van 32. Me faltan dos más. ¡Dos más!
«A Jesucristo lo negaron 34 veces. A mí ya van 32. Me faltan dos más. ¡Dos más!»
P.- ¿Cuál es el papel de Marlaska en todo esto? ¿Por qué le cita?
R.- Yo le voy a mencionar simplemente que si yo soy ministro, como él, y le pongo la medalla a uno que es… no, esto ya es para reírse. Creo que ayer le puso una medalla a.… No sé cómo llamarlo…
P.- ¿Se refiere al secretario de Estado de Seguridad?
R.- Sí, vamos a llamarlo así. El secretario de Seguridad, que es el máximo responsable de comprar drones.
P. – ¿Él es el máximo responsable?
R.- No sé. Pero si me acuesto con el ministro soy el máximo responsable de comprar. Estoy cansado ya porque siempre es lo mismo. Y no estoy dispuesto a que sigan derivando todo al tema del caso Cuarteles. Porque yo no tengo nada que ver con los cuarteles. Número uno, porque un pagafantas hablara conmigo y nombrara un coronel… ¿qué tengo yo que ver con los cuarteles?
P.- Continúe.
R.- A razón de eso machacan al Cuerpo. Mira, la estadística dice claro que cuando un español tiene un problema, llama al verde, nunca al azul. Usted le pregunta a cualquier español de calle: «¿A quién llamaría si tiene un problema ahora?». Si le digo que a la Policía, le van a decir que no. No es justo lo que le están haciendo a ese Cuerpo. ¿Porque haya una manzana podrida vas a castigar a toda la Guardia Civil con esto?
P.- ¿Tiene constancia de que el ministro del Interior conocía todo lo que estaba pasando en la trama?
R.- Se lo voy a especificar más claro. Si yo soy el malo malísimo ahora, ¿hace tres años no era el mismo? ¿Yo no me identifico al entrar al Congreso? ¿No me identifico al entrar al ministerio? ¿No hay alguien que mira mi DNI y sabe quién soy? ¿Usted cree sinceramente que el Dios Padre Todopoderoso no sabe que yo entro al Congreso? ¿No me ve en la cafetería? ¿No me ve en el salón máximo del Congreso? ¿Por qué no decimos las cosas claras? Yo me tengo que identificar para entrar al Congreso. ¿O qué pasa, que el que está ahí es totorota y no se entera de nada?
P.- ¿Cuántas veces le llamó Ábalos para que le dijera usted a Conrado a quién tenía que comprar las mascarillas?
R.- Ni lo recuerdo, pero fueron varias. Tú verás, durante un año de máxima compra porque no había productos, no había stock de nada, se compraron máquinas y respiradores que mataban a la gente.
P.- ¿Cuándo fue la última vez que habló con Ábalos?
R.- Si no recuerdo mal, estaba en una fábrica, había un director general conmigo, estábamos viendo algo y en ese momento sonó el teléfono. Me acuerdo que le dije: «Mira, perdóname que es Ábalos». Y el que está conmigo me dice: «Coño, es verdad, es el ministro». Yo me voy, le doy la espalda y hablo.
P.- ¿Pero cuándo fue?
R.- Fue el año pasado o hace dos. Estábamos en pandemia.
P.- ¿Tiene pruebas de todo esto?
R.- Mis móviles.
P.- Pero los tienen requisados. ¿Usted tiene pruebas, tiene audios, tiene fotografías? Antes nos hablaba de los diputados del Congreso. ¿Tiene pruebas de todo eso?
R.- ¿Yo? No tengo nada. Las tiene todas (el inspector) Antonio Bueno, que se las regala y se las da a quien le da la gana. A quien le da la gana.
P.- ¿Pero en su móvil estaban las pruebas?
R.– En el mío y en el de Juan Bernardo (Fuentes Curbelo). No se olviden de que somos 14 (imputados) en la película y cada uno teníamos, como poco, tres móviles.
P.- Y en sus móviles, ¿usted recuerda o nos puede decir qué pruebas recuerda que tiene que acrediten todo lo que nos está contando? En relación no solo a las fiestas de las que nos hablaba antes con diputados, sino también a esto de los ministros que le llamaban.
R.- Sí.
P.- ¿Grabaciones?
R.- Sí, seguro.
«No tengo pruebas. Las tiene todas (el inspector) Antonio Bueno, que se las regala y se las da a quien le da la gana»
P.- ¿Y eso está en manos de la Policía?
R.- Sí. Me lo pones otra vez a caramelo. Lo que dice Villarejo, ¿no? Me acuerdo de las palabras exactas porque yo lo vi. Dijo: «El tito ese del que se han perdido los papeles». No se han perdido. Alguien no los quiere sacar. Pero claro, yo relaciono todo esto, y creo que no quieren sacar estos papeles por Conrado… es una cadena que me lleva a esa conclusión.
P.- Y tratándose de algo tan sumamente delicado.
R.- Y sensible.
P.- ¿Usted no tiene una segunda copia de seguridad de todas las pruebas?
R.- No. Porque si no, no estaríamos hablando usted y yo aquí.
P.- ¿Por qué?
R.- Porque no estaríamos hablando.
P. – ¿Porque no la dejarían contarlo?
R.- No, no estaríamos hablando. Vamos a dejarlo ahí. Yo la entiendo. Si yo las tuviera, le digo que no estaríamos hablando de este tema porque yo no hubiera ido a un juzgado de Canarias, me habría ido directamente a la Fiscalía Europea directamente y ahí que levanten la manta. Es lo que quería decir.
P.– Usted dijo que Domínguez era su jefe. En el sumario aparecen conversaciones en las que se concertaron reuniones para la compra de material sanitario, incluso un proyecto de drones para transportar órganos entre las islas. ¿Cómo se explica o a qué atribuye usted que se esté investigando la trama ganadera, el caso del general de la Guardia Civil y, sin embargo, la rama sanitaria y Conrado Domínguez sigan al margen de todo, pesar de que él era su jefe, según usted ha reconocido ante la jueza?
R.- Y lo sigo reconociendo. Yo no podía firmar. No tenía firma, pero él sí. La diferencia es que él se llevó cuatro millones de euros que tuvo que repartir. Y yo no estaba en la película. Nada más.
P.- ¿Con quién tuvo que repartir esos cuatro millones?
R.- La Justicia dará cuenta cuentas. Yo, en realidad, en esa jugada me quedé fuera. Llegué tarde. Yo llegué tarde a esa jugada. Las mascarillas ya estaban compradas o quemadas.
P. -¿De cuántos ministros del Gobierno usted tiene constancia de que se han podido enriquecer precisamente de esos contratos que aconsejaban y se realizaban con la Administración?
R.- No creo que fueran ni uno, ni dos, ni tres. Pero no creo que los ministros se beneficien ellos directamente. No creo. Para su entorno más cercano, sí. ¿Qué quiero decir con esto? Aquí nadie es tonto. Un ministro no va a recibir nada. Lo recibirá un tercero o una empresa pantalla.
P.- Pero una empresa pantalla se crea para…
R.- Blanquear.
P.- Pero también para el propio beneficio.
R.- Sí, pero nunca se podrá demostrar. Porque haya sido Ábalos o quien sea quien haya dicho de comprar (mascarillas) a un amigo, no es delito. El delito es forzar la compra.
P.- Pero si hablamos de ministros que forzaron la compra, ¿estamos hablando de solo uno o hay más?
R.– Más, está claro. Son más. Todos tienen un amigo. Todos tienen amigos. Todos tienen mediadores. Todos tienen asesores. Todos tienen. Carolina tenía a Conrado. Ábalos me tenía a mí. Marlaska tenía al secretario de Estado de Seguridad… Todos tienen un amigo. Y ese amigo tiene una amiga que firma, y esa es la cadena. En pandemia todo mundo pensaba que íbamos a morir.
P.- Más allá de empresas pantallas, ¿hubo financiación del partido con ese dinero?
R.- Yo no tengo duda de eso.
P. – ¿Pero tiene pruebas?
R.- Yo digo que no tengo dudas. Yo no voy a decir nada que no pueda acreditar, ni me voy a enfrentar a 32 querellas que no ha llegado ninguna.
P.- ¿No le ha llegado ninguna querella de los diputados que anunciaron una querella contra usted?
R.- Diputados, senadores, presidentes de Cabildo… Nadie lo ha hecho. Nadie. Puede que al perder las elecciones, ahora que las van a perder, lo tengo más claro que el agua, se animen a ponerla con dinero de su bolsillo. Veremos.
P.- Usted ha dicho antes que queda acreditada la presencia de diputados socialistas en fiestas con prostitutas. ¿Había diputados de otros partidos?
R.- Me tomo mi tiempo porque no puedes meter a un gallo como Indalecio con un gallo del PP juntos. Es imposible, a no ser que previamente hayan tenido ellos conversación.
P.- ¿Hubo conversaciones previas y diputados del PP en esas fiestas?
R. Si empezamos a repartir mierda llegaríamos hasta Barcelona. Y no quiero empezar a repartir mierda.
P.- ¿No hubo algún diputado del PP o algún cargo del PP que se haya podido beneficiar también de los contratos realizados en pandemia?
R.- No tengo ninguna duda de eso.
P. – ¿Pero tiene pruebas?
R.- Le repito que no tengo ninguna duda de eso. Todos los contratos por emergencia en Canarias eran firmados por Conrado y por don Ángel Víctor Torres. Da igual el Ayuntamiento. Hablemos de un Ayuntamiento «equis». Donde no está el PSOE gobernando, está el PP. Compró mascarillas, ¿sí o no? Hubo duplicación de facturas, ¿sí o no? Ya está. Nunca se va a saber la verdad con la pandemia de lo que se ha gastado en España. Porque a Europa no le interesa y porque España mucho menos. Y si quiere saber si hay alguien del PP, pues ya con esto se lo estoy diciendo. Pero también puede haber de Coalición Canaria. Es que si abrimos el abanico, lo abrimos para el mundo.
«Hablemos de un Ayuntamiento ‘equis’. Donde no está el PSOE gobernando, está el PP. Compró mascarillas, ¿sí o no? Hubo duplicación de facturas, ¿sí o no? Ya está»
P.- Pero no dice nombres, a diferencia del PSOE.
R.– Yo no he venido aquí a destruir a nadie ni a poner verde a nadie. Ahora, si usted me niega y me acusa de que yo tengo un pasado, pues ten presente que yo voy a ir con todo lo que tenga. Sin dinero del pueblo, pero con todo que lo que tenga.
P.- En esas fiestas había más diputados que usted hoy no ha nombrado, pero sí lo hizo en el pasado, como el caso de Guillermo Meijón, diputado del PSOE por Galicia.
R.- Buena pregunta. El gallego no estuvo con prostitutas. Simplemente mi gran error fue no decir que estaba en el lugar que no tenía que estar. Yo no tengo nada contra los socialistas. Con algunos sí. Pero no con todo el partido. Y este señor es honorable, respetado y de lo más honrado que hay. En ningún momento habló (en la cena del Ramsés) de nada extraño, de nada que yo me pudiera percatar que ese señor estaba contaminado y no es justo meterlo en el mismo caldero. Yo tengo claro que Indalecio, Arribas y otros lo hicieron. Pero él no, hay que ser justos.
P.- ¿Y usted habló con él después de que su nombre trascendiera?
R.- Eso va a quedar a un nivel personal. Yo le puedo decir que en mi visita al Congreso, cuando yo estaba fuera, él fue el único que tuvo valor de salir por delante y no por la puerta de atrás. No quiero entrar en temas personales porque a mi familia se le ha destruido y a la de él también. Innecesariamente. Más vale una rectificación a tiempo. Pero claro, a mí ya no me pueden rectificar ni con un millón de euros ni con dos.
P.- ¿Alguien le ha ofrecido un millón de euros?
R.- No, no es que me lo hayan ofrecido. Yo le he dicho que ni con uno, ni con dos, ni con tres millones de euros.
P.- ¿O sea, que alguien le ofreció dinero para comprar su silencio?
R.- Usted me pregunta a mí si alguien me ha ofrecido dinero y yo le estoy diciendo que ni uno, ni dos, ni tres, ni cuatro. Lo dejamos abierto. Basta que yo diga que sí para que esta noche suene mi teléfono. No, déjame. Quiero estar tranquilo.
P.- Si sonara su teléfono esta noche, ¿quién le llamaría?
R.- Santos Cerdán.
P.- Entonces sí que le ha llamado antes más veces….
R.- Repito que ya le dije que tengo pérdida de memoria con eso. Esto es como el Quién es quién. Aunque a usted no le guste, yo no le puedo decir eso. Ellos tienen el poder, tienen el dinero, tienen el tiempo. Yo soy un ciudadano español, canario. Uno más. No tengo cargo, no tengo nada y me dedican 30 minutos en el Congreso y me dedican portadas. ¿Cuál es el miedo? ¿Nadie se lo ha preguntado? ¡Treinta minutos hablando de mí en el Congreso! ¿Pero tú de qué vas, Patxi? ¿De qué va?
P.- ¿Ha tenido usted alguna relación con Patxi López?
R.- Sexual.
P.- ¿Eso qué significa?
R.- Sexual. Ya se lo he contestado.
P.- ¿Ha participado en fiestas?
R.- Que tenga relación sexual no significa que me haya acostado con él. Pero yo sí puedo saber quién se acostó con él. Pero le ha pasado lo mismo que a mí.
P.- Pero no ha mencionado usted a Patxi López en las reuniones con diputados.
R.- No, pero yo no le he dicho a usted que solamente fueran esos diputados los que estaban conmigo. Yo hablo de una cena que hubo en el Ramsés. De una. Pero en un año y medio que estuve viniendo a Madrid (resopla).
P.- ¿Patxi López participó en otra?
R.- No, no, no, no tiene que participar. Puede estar conmigo solo.
P.- Hombre, como ha hablado de una relación sexual…
R. Puede ser que yo estuviera presente cuando hubo un flirteo. No vayamos todo a llevarlo al Ramsés. Todo no se limita al Ramsés. También es el (club) Sombras, es la calle Quinta… Hay muchas calles y sitios en Madrid.
P.- ¿Y también hay pruebas de eso?
R. Bueno, volvemos a lo mismo. Yo nunca he estado en el Ramsés. Y yo no estaba en una mesa separada. Pero al mismo tiempo sé que las mesas estaban separadas en la comida. ¿Y como tú lo sabes, si no estabas ahí? ¿Te lo contaron los que estaban o fuiste al baño y me saludaste?
P.- Claro, pero es que usted dice una cosa y luego la contraria…
R.- Yo no le he dicho lo contrario. Yo le he dicho que Patxi no participó en esa cena del Ramsés.
P.- Pero nos ha dicho que participó en otras fiestas.
R.- Conmigo.
P.- ¿Con usted y con otros diputado?
R. Conmigo.
P.- ¿Solo con usted?
R.- Sí, puede ser conmigo solo. No meta a nadie más.
P.- ¿Puede ser o es?
R.- Quién es quién. ¿Estamos en ese juego del Quién es quién?
P.- ¿Cuál era entonces su relación con Patxi López?
R.- Pues imagínese. Hace dos años que entró él de portavoz. Se fue Héctor (Gómez), al que se le desterró para el atril de Ábalos, no recuerdo bien la fecha. Patxi bajó del ultramundo por orden de Dios Padre Todopoderoso, pues a la semana o a la siguiente semana.
P.- Empezó a hablar usted con Patxi López entonces. ¿Y de qué hablaban? ¿Para qué lo llamó por primera vez?
R.- No voy a entrar en ese juego. No le voy a dar pie a que él mañana me pueda contraatacar porque yo no vine a destruirlo a él. Y como mañana saldrá diciendo payasadas.… Pero no va a poder negar que Bernardo le informó en su momento de lo que estaba pasando o de lo que podía pasar con Conrado Domínguez Trujillo. Porque a mí se me llama para intervenir en un procedimiento de un quiosco, el que sea, de 90.000 euros de sanción. Y me llaman de aquí de Madrid para intervenir en Canarias. Es curioso, pero quien me llama no es Bernardo. Me llaman de aquí, porque (el empresario) es amigo de uno de aquí. Eso no está ni en el sumario lo que acabo de decir.
«(Patxi López) me llama para intervenir en un procedimiento de un quiosco, el que sea, de 90.000 euros de sanción»
P.- ¿Le llama Patxi López?
R.- Yo le repito que me voy a ir a lo que te acabo de comentar. Me suena el teléfono y se me informa: «Oye, hay un expediente». ¿Por qué Conrado lo podía desatascar? Porque es un tema sanitario. Es una sanción sanitaria. En aquella época, en pandemia, el que podría liberar las sanciones era el director general de Salud Pública. Y eso está en algún lado, pero no ha salido y no entiendo el porqué no ha salido. Yo lo digo. Se benefició a un empresario que tenía una sanción.
P.- ¿De qué se trataba?
R.- Era de sanidad. No recuerdo exactamente el motivo ni el porqué. Esa la recuerdo y también la de otro empresario que solicitaba un permiso, porque en plena pandemia si había que hacer un evento tenías que solicitar permiso del Gobierno canario o del Gobierno estatal, que certificara que se podía hacer ese evento en pandemia. Y se solicita. Tienes que tener un permiso del gobierno canario o del estatal que certifique que puedes hacer el evento en pandemia. Y lleva la firma de Conrado también. Y cuanto más hablemos, con todo el respeto, me van a traer más recuerdos que no quiero recordar. Porque lo que estamos hablando es que a un empresario se le ha liberado la sanción y a otro se le está castigando por no hacer nada.