Alerta de la Aemet: llegan borrascas con fuertes lluvias, vientos y oleaje
Las borrascas que llegarán a España van a dejar precipitaciones para toda la semana
Tras unas temperaturas extraordinarias que han alargado la temporada estival, la segunda quincena del mes de octubre trae consigo un carrusel de borrascas que dejarán lluvias, fuertes vientos y oleaje en las zonas costeras del mediterráneo.
Después de un largo período de «veroño» que se ha prolongado desde finales de septiembre, finalmente el otoño llega a España. Las temperaturas irán descendiendo y se prevén precipitaciones abundantes. Todo esto vendrá acompañado por episodios intermitentes de viento, con ráfagas muy intensas.
Borrascas y río atmosférico
Las precipitaciones que experimentamos durante el pasado fin de semana se mantendrán a lo largo de la semana debido a la aproximación de varias borrascas y un río atmosférico que se desplazarán desde el oeste de la península hacia la región mediterránea.
Lluvias durante toda la semana
Hoy, lunes 16, iniciamos la semana con la llegada de una borrasca atlántica que se acercará a la región de Galicia, llevando consigo lluvias que avanzarán gradualmente por el noroeste de la península.
Se prevén precipitaciones en la comunidad gallega, Asturias y Castilla y León, y no se descarta su presencia en otras áreas del norte de Extremadura y en la Comunidad de Madrid.
Según ha informado El tiempo, la borrasca continuará avanzando hasta llegar a la península el martes. Las lluvias serán más intensas en la región atlántica y se desplazarán hacia la zona central, sin llegar a la región este.
El viento soplará desde el suroeste, lo que podría resultar en acumulaciones significativas de lluvia en áreas propicias, como el norte de Cáceres, el sur de Ávila y el oeste de Andalucía. En estas zonas se han emitido avisos amarillos debido a la posibilidad de superar los 40 mm de lluvia en 12 horas.
El centro de la borrasca se moverá hacia el norte y, el miércoles por la mañana, aún se esperan lluvias en gran parte de la península, incluso en el interior oriental. Durante la tarde del miércoles, un frente asociado a otra borrasca, más profunda y proveniente de latitudes más altas, podría llegar a la región oeste de la península.
Las lluvias podrían ser intensas en el oeste de Galicia hacia las últimas horas del miércoles y durante la madrugada del jueves. Estas precipitaciones se extenderán por toda la región noroeste de la península. El jueves podría comenzar con lluvias en gran parte del territorio peninsular y avanzar hacia el este, llegando a la región mediterránea al final del día.
Fuerte viento y oleaje
El jueves será el día más inestable de la semana, con posibles lluvias intensas por la tarde en áreas de Extremadura, el oeste de Castilla-La Mancha y el sur de la Comunidad de Madrid. Hacia la tarde, estas lluvias podrían intensificarse en el interior oriental de la península y extenderse hasta Canarias, donde también habría precipitaciones.
Durante la madrugada del viernes, se espera que el frente continúe avanzando, disminuyendo las lluvias en el interior de la península pero afectando a Baleares. Este día, el flujo del noroeste provocará lluvias persistentes en muchas áreas, especialmente en el Cantábrico.
Es probable que las lluvias continúen hacia el final de la semana y al comienzo de la siguiente, aunque podrían ser menos intensas.
¿Ayudarán estas lluvias a combatir la sequía?
Las fuertes lluvias que podrían llegar a partir del jueves con un frente frío muy activo, atravesando la península, no serían suficientes para solucionar el déficit de agua o para acumular cantidades significativas de agua en los embalses.
En la mitad sur de la península, el suelo tiene una importante falta de humedad, es decir, carece de agua. También hay un notable déficit de agua en amplias zonas de la franja central de la península, la meseta norte, el sistema Ibérico y el valle del Ebro.
Este déficit de agua en el suelo significa que, con lluvias abundantes repartidas a lo largo de muchas horas, gran parte del agua será absorbida por el terreno, con muy poco escurrimiento superficial. En esta situación, los ríos apenas aumentarían su caudal y los embalses apenas ganarían agua par almacenar.
Si la lluvia cayera en un corto período de tiempo, el suelo no tendría tiempo para retener la cantidad necesaria de agua y más agua iría directamente a los embalses a través del escurrimiento superficial. Esto podría dar la impresión de que las lluvias están mejorando la situación, pero en realidad no lo estarían haciendo, ya que el suelo no se saturaría de agua.
En ambos escenarios, la situación no se resolvería de manera efectiva. Para abordar la sequía, tanto en el suelo como en los embalses, se requieren varias semanas de lluvias abundantes. Solo de esta manera las precipitaciones podrían contribuir a mejorar la situación de los embalses en España.