Un coronel de la Guardia Civil recuerda en un libro las burradas de ETA que vivió
El oficial Coque Astillero escribe ‘Pazman’, una ficción plagada de hechos y vidas reales
El true crime, una historia basada en hechos reales, es un género literario que permite contar acontecimientos auténticos rellenando huecos que el autor desconoce. Pero también permite que personas que fueron protagonistas del suceso, que conocen hasta el mínimo detalle, metan ficción en sustitución de parte de la realidad, para proteger a algunos protagonistas y ocultar hechos que es mejor mantener ocultos. Al menos desde su punto de vista.
Este es el caso de algunos manuscritos publicados en los últimos meses. Uno de ellos, impresionante relato, es Pazman. Una ficción histórica de quienes lucharon contra ETA, escrito por Coque Astillero, un coronel de la Guardia Civil con una larga trayectoria en la lucha contra el terrorismo, que quedó finalista con esta obra en el Premio Azorín 2022.
En este libro de Roca Editorial, nos sumergimos en las aventuras de Manel Queralt, un teniente recién llegado al País Vasco, a una unidad de los servicios de información, que son narradas en primera persona veinte años después de suceder.
A mí, como imagino que le sucederá a muchos lectores, las aventuras en el País Vasco de este guardia civil en su lucha contra los terroristas de ETA, no me impactan tanto por estar leyendo una novela sino porque en cada personaje que aparece, en cada escena que se desarrolla, veo la realidad o, lo que casi es lo mismo, algo muy parecido a ella.
Escribir el relato de los años de plomo
El libro está muy bien escrito, los personajes están perfectamente delineados y engancha un montón. Pero, por encima de todo, creo que Pazman es un libro necesario, aún más, imprescindible, porque España necesita construir el relato de lo que pasó durante la lucha de ETA y necesita que los que vivieron intensamente aquellos años de plomo relaten sus vivencias.
Hace un año estuve promocionando mi último libro, Secretos de confesión, con las intervenciones virtuales del coautor Mikel Lejarza, El Lobo, en Bilbao. Estuvimos en el programa de Radio Euskadi Boulevard y al terminar, charlando con el presentador, coincidimos en que era necesario que todos los que tuvieron alguna relación con el conflicto contaran sus historias. Bien es cierto que unas horas después diputados de Bildu saltaron como hienas ante el hecho de que hubiéramos promocionado el libro en una radio autonómica.
Hace unos meses, también me pareció muy oportuno que un antiguo espía, Fernando San Agustín, escribiera sus memorias, La trastienda de los servicios de inteligencia, también de Roca, relatando con crudeza su experiencia personal en la lucha contra ETA durante el final del franquismo y el inicio de la democracia. San Agustín no se andaba con rodeos, escribía en su novela los éxitos de operaciones antiterroristas, pero también los excesos que a veces cometían. El autor repitió con frecuencia que había escrito un relato de ficción basado en hechos reales.
Volver a los 80 en un libro
Sé que Coque Astillero ha escrito una novela y lo respeto. Sé que Fernando San Agustín ha escrito una novela y lo respeto. E igual que recomendé la lectura del libro del antiguo espía, ahora hago lo mismo con el del coronel de la Guardia Civil.
Y eso que me cuesta volver a los años 80 o 90 para meterme en ese mundo en el que un grupo mafioso como ETA se había convertido en una pandilla de asesinos que no respetaban si quiera la vida de los niños, todo les valía para, como pregonaban, socializar el sufrimiento. De niños asesinados, de guardias civiles desesperados y valientes, de enfrentamientos que nunca debieron existir entre policías y guardias civiles… sabe mucho el protagonista del relato, Manel Queralt. Y también su alter ego Coque Astillero.