Interior compra un horno por 38.000 euros para hacer dulces en la Dirección de la Guardia Civil
El Instituto Armado también ha adquirido por primera vea las etiquetas para sus coches por 139.000 euros
La Guardia Civil ha adquirido un horno eléctrico industrial por 38.115 euros que será destinado a la cafetería de las instalaciones policiales de la Dirección General, en la céntrica calle de Guzmán el Bueno de Madrid. El Instituto Armado tiene subcontratado el servicio de hostelería, pero según señalan a este diario las fuentes consultadas, es el Cuerpo el que se encarga de comprar todo el equipamiento del establecimiento hostelero. Al parecer, indican estas mismas fuentes, el electrodoméstico se empleará, sobre todo, para calentar y hornear dulces y distintos tipos de repostería.
Hasta 13 empresas se presentaron a la oferta. La que se llevó el gato al agua fue Ventura Maquinaria de Hostelería SL, con sede en la localidad malagueña de Ronda. Además de suministrar el horno, se encargará de instalarlo en un periodo de tres meses. La adjudicación tuvo lugar el 7 de diciembre.
En paralelo, la Dirección General de la Guardia Civil ha decidido dejar de confeccionar las etiquetas para ‘oficializar’ sus vehículos y también ha adjudicado el suministro de 19.200 tarjetas identificativas por 139.392 euros, impuestos incluidos. La empresa agraciada ha sido la cántabra Unomatrícula SL, que fue la única que se presentó al concurso.
La adjudicación se produjo el 11 de diciembre, aunque el plazo de ejecución de 90 días comenzará a contar a partir del próximo 1 de febrero. Se trata de la primera vez que lo hace. Hasta ahora producía sus propias acreditaciones para el parque automovilístico, pero según señalan fuentes del Instituto Armado, hace unos meses «se cambió la normativa» para adquirirlas en el sector privado.
«Apoyar y facilitar el trabajo»
En la memoria justificativa, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, se argumenta que estas tarjetas son necesarias para «apoyar y facilitar el trabajo diario de las distintas unidades operativas y de apoyo» de la Guardia Civil. Las identificaciones servirán para que estos equipos «puedan realizar los servicios encomendados de seguridad ciudadana, protegiendo el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos».
El Instituto Armado argumenta que tiene la necesidad de dotar a todos los vehículos de su parque automovilístico de un documento válido para acreditar «de manera directa y tangible» que un vehículo tiene la consideración de oficial, más allá de la matrícula que porta.
Un código QR
El pedido se divide en dos productos diferenciados: 17.000 tarjetas identificativas para vehículos oficiales (TIVO) y otras 2.200 tarjetas identificativas de vehículos oficiales reducidas (TIVOR). Las acreditaciones incorporan un código QR que permitirá contrastar los datos con el coche que la porta. La intención es que las tarjetas sean duraderas y legibles pese a los distintos cambios de temperatura que se producen en el interior de los vehículos.
La memoria también desgrana los costes derivados de las tarjetas identificativas. La Guardia Civil estima que los costes directos de producción supondrán 76.300 euros (el 66% del valor total sin incluir impuestos); los indirectos y gastos generales de estructura superarán los 30.500 (el 27%) y que el beneficio industrial apenas alcanzará los 8.375 euros (un 7%).
«En este tipo de suministro el valor de la producción lo aportan los materiales y su transformación. El coste de los salarios tiene una importancia bastante reducida en el precio total del contrato, entendiéndose que no es necesaria (…) la indicación de forma desglosada y con desagregación de género y categoría profesional», subraya la memoria.