El detenido por asesinar a los tres hermanos de Morata de Tajuña fue su inquilino
El arrestado ya ha confesado el crimen a los agentes de la Guardia Civil
El hombre detenido esta madrugada por el asesinato de tres hermanos en la localidad madrileña de Morata de Tajuña había sido su inquilino y agredió hace meses a una de ellas con un martillo, han señalado a EFE fuentes próximas a la investigación. El arrestado ya ha confesado el crimen a los agentes de la Guardia Civil.
Sobre las 00:30 horas de este lunes se ha entregado en las dependencias de la Guardia Civil del cercano municipio de Arganda del Rey y se le imputa un delito de homicidio doloso por las tres muertes, han indicado las mismas fuentes. Esta previsto que los agentes del instituto armado registren esta tarde la casa del arrestado, de nacionalidad paquistaní y de 42 años de edad, para continuar con las pesquisas.
Los cuerpos de los tres fallecidos, Amelia, Pepe y Ángeles, de unos 70 años, fueron encontrados quemados, apilados y con restos de sangre sobre las 11:30 horas del pasado jueves. Los agentes de Homicidios del instituto armado, que han asumido la investigación y han practicado la detención, manejan, entre otras hipótesis, la de un posible ajuste de cuentas por las deudas que habían contraído estos familiares con algunos conocidos, según indicaron a EFE las fuentes consultadas.
El alcalde de Morata de Tajuña, Francisco Villalaín, aseguró que un hombre que alquiló durante meses una habitación en la casa de los hermanos tuvo un enfrentamiento con Amelia, por lo que fue detenido y sometido a un juicio rápido. Según han confirmado a las citadas fuentes, se trata del mismo hombre que se ha entregado este lunes, quien agredió a la mujer con un martillo. Allegados de los fallecidos aseguran que le debían unos 60.000 euros.
Deudas por una estafa amorosa
El inicio de los problemas económicos que pudieron desencadenar la muerte de los tres hermanos se remonta a años atrás, cuando Amelia y Ángeles supuestamente comenzaron a ser víctimas de una estafa amorosa a través de internet. Según relataron sus amigos y vecinos, ellas mismas comentaban que mantenían una relación sentimental con dos militares estadounidenses en Afganistán a los que habían conocido a través de Facebook.
Tiempo después, uno de ellos, quien decía llamarse Edward y empleaba una foto del excomandante de la OTAN Wesley Clark, aseguró que un compañero suyo había muerto y que él iba a ser el beneficiario de su millonaria herencia, que compartiría con las hermanas.
No obstante, antes necesitaba que ellas le ayudaran económicamente para costear los gastos sucesorios, a lo que accedieron, destinando mensualmente sus pensiones y dilapidando cerca de 400.000 euros, según apuntan amigos de la familia. Arruinadas, las hermanas, naturales de Torre de Juan Abad (Ciudad Real) pero residentes en Morata de Tajuña desde hacía décadas, comenzaron a pedir dinero a sus vecinos y amigos, incluido el párroco de la localidad.
Ante sus negativas, y las advertencias de sus allegados acerca del engaño que estaban siendo víctimas, se comenzaron a aislar hasta que el pasado diciembre desaparecieron del pueblo.
Pasadas varias semanas, y alertados por las recurrentes llamadas de los moradores de las viviendas colindantes denunciando el hedor, efectivos de Policía Judicial de Arganda del Rey de la Guardia Civil registraron el chalé y encontraron los cuerpos en proceso de descomposición. Fueron trasladados ese mismo día al Instituto de Medicina Legal, donde el viernes se comenzaron a realizar las autopsias, de las que todavía no han trascendido los resultados.