El Gobierno gasta 242.000 euros en estudiar la 'personalidad' de los pingüinos en la Antártida
El CSIC, dependiente del Ministerio de Ciencia, estudia cómo el cambio climático afecta a estos animales
Desde hace meses, miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la agencia estatal adscrita al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, se encuentran en la Antártida realizando in situ una investigación sobre «el síndrome de personalidad que sufren los pingüinos con el cambio climático y la acción humana». Este estudio, según una resolución de Transparencia a la que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE, ha costado la friolera de 242.000 euros de dinero público.
Esta campaña ya sembró la polémica cuando trascendió, anunciada por el propio gabinete que dirige Diana Morant, con muchos usuarios de la red social X señalando que «un animal no tiene personalidad», por cuanto este es un rasgo exclusivo de la persona, y criticando que se destinen «subvenciones» a este «chiringuito» montado en Punta Descubierta: «Me encanta que mi dinero que me roban vía impuestos se destina justamente allí donde es más necesario».
La polémica surgió antes de que se conociera la cantidad de dinero destinada a esta investigación. Tras la consulta de este medio, Domènec Espriu Climent, director de la Agencia Estatal de Investigación, confiesa que la convocatoria del proyecto data de 2019, con el título Consecuencias ecológicas y evolutivas de la personalidad en pingüinos antárticos en un mundo cambiante, y que se le concedió un presupuesto de 242.000 euros (200.000 en costes directos y 42.000 en indirectos).
El estudio
El estudio, conocido como proyecto Perpantar y liderado por el CSIC, trata de entender el comportamiento y la personalidad de varias colonias de pingüinos y cómo están respondiendo a los cambios ambientales, que estarían producidos, siempre según estos expertos, por el cambio climático y la actividad humana. En ese contexto se estaría produciendo la migración de varias poblaciones de estos animales a otras áreas con mayor abundancia de alimento.
La Fundación Oceanogràfic de Valencia ha colaborado con Perpantar en la instalación de dispositivos satelitales para conocer las rutas migratorias de estos animales. Una operativa cuyos ensayos previos se han llevado a cabo con los pingüinos que viven en el complejo valenciano y que están permitiendo que la instalación de los emisores haya prosperado.
Carlos Barros, veterinario e investigador del Oceanogràfic, explicó el año pasado en Ahora o Nunca, en una conexión desde Isla Decepción, que usan estos satélites para conocer cómo la personalidad de los animales puede influir en la toma de decisiones a nivel de comportamiento social, búsqueda de alimento o de cosas tan importantes como la migración. El experto aseguró haber percibido «algún cambio importante con respecto al tema de la reproducción, ya que la supervivencia de los pollos se ve comprometida en función del clima».
Los datos
Los investigadores llevan a cabo distintos muestreos para la recolección de los datos, como heces, sangre y medidas morfométricas en individuos juveniles y adultos. Para conocer el comportamiento de cada animal, el equipo le presenta un objeto desconocido, como un rodillo de pintura, que permita a los investigadores permanecer lo suficientemente alejados de los pingüinos para no influir en su conducta y así valorar su respuesta a ese objeto. En función de la reacción, los científicos pueden extraer conclusiones sobre su personalidad.
Con las muestras de sangre, por su parte, obtienen el estado de salud global de las colonias y otros datos que permiten obtener un diagnóstico sobre las diferentes patologías existentes. Unas informaciones que consideran significativas para el futuro de las especies, y que viene con un cargo de 242.000 euros al contribuyente.
Con doscientos mil euros se podría hacer frente, sin ningún género de dudas, a más de una situación de deficiencia voluntaria en los servicios públicos del Estado. Eso lo sabemos todos.
Ahora sabemos de otra cafrada con el sello inconfundible de la coalición PP ¹ & PSOE.
Lo sabemos todo y nos quedamos con cara de pocos amigos, pero sin llegar más lejos. Y es que parece existir un femenino vacío que separa el agachar la cabeza tragando saliva y el salir con una barra de hierro en la mano.
Hasta el presente, la versión anti-natural de la cabeza agachada es la dominante, nada hace presumir que lo siga siendo necesariamente.
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¹ Para los peripatéticos que están abonados al club del pulgar hacia abajo: documéntense al respecto del proyecto aprobado en 2015 (uno más) por el gabinete pp-ero de D. Mariano Rajoy Brey, financiado con 151,200 € (de la época), y de interesantísimo título «Inicio de la Pubertad y del Desarrollo Gonadal en Hembras de Peces: La Pubertad de la Lubina como Modelo», concedido al Instituto de Acuicultura de Torre de la Sal. No es gratuita la etiqueta de ‘coalición’. Con Antonio les ha tocado a los pingüinos.
Pues pese a la diatriba que usted plantea acerca de este estudio en ls lubinas, lo encuentro mas acertado y de mayor rendimiento económico ya que el 90% de las lubinas que comemos son de las llamadas piscifactorías mientras que ese estudio de la «personalidad» de ciertos pingüinos no nos aporta nada.
Alejado de lo que era el núcleo de mi comentario que traslada el malestar por la arbitrariedad de gestión del recurso económico público, siendo además que no está éste vinculado exclusivamente a la horda de Antonio, he de coincidir con Ud. que, siquiera por simpatía geográfica, me es menos lesivo que se malgaste dinero en lubinas que en pingüinos. Sin embargo lo que llama a reflexión es el verbo malgastar, ajeno a lo que sea.
200 palabras no permiten poner puntos y comas con precisión a ningún texto, pero en síntesis apretada le indicaré que la ‘investigación’ en este país tiene grupos y profesionales muy preparados (como Portugal o Alemania o Grecia) y legiones de rémoras que replican, no pocas veces torpemente, lo ya publicado en journals de la especialidad. Por mis manos han pasado las modas de las microalgas, del biodiésel,… del dinero tirado y eso duele cuando aprecias que al lado alguien mira el monedero para saber si podrá comprar un miserable flan que llevar a su casa para dárselo a su hijo. Y si ese alguien es purria pasas de largo, pero no todos son purria y tienen que vivir en esa frontera porque ‘no hay plata’.
¿Quién es «Antonio» ? ….