Un chat revela que la Guardia Civil tenía seis barcos averiados un día antes de la tragedia
Tras la desaparición de un hombre, varios agentes admitieron que el servicio marítimo estaba inoperativo en Cádiz
El litoral de Cádiz llevaba al menos 24 horas con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil en cuadro cuando se produjo la embestida de la narcolancha contra una zódiac del Instituto Amado en el puerto de Barbate que segó la vida de los agentes Miguel Ángel González Gómez y David Pérez Carracedo. Según revela un chat interno de las fuerzas de seguridad de la zona, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el jueves 8 de febrero, es decir, un día antes del suceso mortal, las seis embarcaciones de esta unidad de vigilancia estaban averiadas.
Distintos agentes advirtieron en este grupo que el Servicio Marítimo estaba inoperativo en la provincia gaditana a raíz de la desaparición de Salvador Mariscal Benavides, un vecino de San Fernando (Cádiz). El hombre, de 74 años, había salido a pescar en la mañana del jueves y desde entonces no se había vuelto a saber nada él. Solo se había localizado su vehículo, en una zona cercana a la playa. Por lo que se sospechaba, podía estar varado en el mar. Fue cuando un guardia civil pidió ayuda al resto de compañeros para localizarlo. Ninguna patrullera, sin embargo, podía salir en su busca porque todas estaban estropeadas, explicaba un guardia civil destinado en la zona.
Este escenario fue el que precipitó todo lo que ocurrió pocas horas después en el puerto de Barbate. Seis embarcaciones, que llevaban todo el día merodeando por la zona, se refugiaron en el recinto portuario del municipio por el temporal, la tormenta ‘Karlotta’ azotaba fuertemente toda la costa. Ante esto, el alcalde del municipio dio aviso a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz y esta última a la Guardia Civil, que a través de su oficina operativa comenzó a diseñar una solución. ¿El problema? No había ninguna patrullera disponible para identificar a los tripulantes de las narcolanchas. Ni ninguna de otra demarcación podía llegar por el temporal.
Abordaje mortal
Finalmente, el Instituto Armado decidió activar a un equipo del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Comandancia de Algeciras, que llegó al puerto en una furgoneta cargando con la neumática que usa habitualmente para sus labores de rastreo. Y a otro equipo del Grupo de Acción Rápida (GAR) para dar apoyo a los anteriores ante la falta de formación de los GEAS —en realidad, buceadores— en abordaje. Su misión: identificar a los tripulantes de las narcolanchas e intentar disuadirlos de la zona.
Los funcionarios se enfilaron hacia los narcos en una pequeña zódiac de goma, de seis metros y un solo motor, pero instantes después, en vez de huir —como sí hicieron varias barcas—, una de las narcolanchas, una potente semirrígida de 14 metros de eslora pilotada por ‘Kiko El Cabra’ regresó al puerto, embistió y paso por encima de la embarcación de la Guardia Civil, partiéndola en dos y causando la muerte de los dos guardias civiles.
En un operativo de vértigo por el temporal que azotaba la costa gaditana, el Instituto Armado consiguió detener durante la madrugada y la mañana del sábado a los ocho implicados, seis tripulantes y dos personas que pretendían recoger a los criminales en un vehículo en Sotogrande (Cádiz). Tras pasar a disposición judicial, este lunes el juez ha dejado en libertad con cargos a estos dos últimos. A los otros seis les imputa dos delitos de homicidio y lesiones graves a agentes de la autoridad, ya que además otros dos guardias civiles resultaron heridos en el momento de los hechos.
Enésima polémica de Marlaska
Cabe destacar que estos hechos se produjeron al día siguiente de que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitase el Campo de Gibraltar y destacase el «éxito» del plan contra el narcotráfico en esta zona. También un año y medio después de que su departamento decidiese desactivar en septiembre de 2022 el Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON) Sur, el cuerpo de élite, integrado por 130 agentes, que se dedicaba a lucha contra esta lacra.
Los agentes de la zona llevan años denunciando la falta de medios y la necesidad de que se catalogue al Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad (ZES). Una reivindicación que jamás ha sido escuchada por Interior. Se trata de la enésima polémica ligada al área del ministro desde que está en el Gobierno. En un comunicado interno este lunes, las asociaciones representativas de los guardias civiles han exigido al titular del Interior que tome medidas inmediatas y contundentes para evitar más muertes de agentes que luchan contra el narcotráfico; y han pedido su dimisión «si no es capaz de gestionar eficazmente sus responsabilidades y proteger a las fuerzas de seguridad». Un extremo que Grande-Marlaska ya ha descartado por completo.
Veto al minuto de silencio
Desde Interior, entre tanto, también se prohibió a los agentes acudir uniformados a los minutos de silencio por la muerte de los agentes convocados este lunes a través de una comunicación interna de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Guardia Civil. Según fuentes de la Benemérita consultadas por THE OBJECTIVE, el revuelo causado tras la recepción del mensaje por el canal interno de la Guardia Civil fue de tal calibre que la Dirección Operativa rectificó horas después y matizó que «cada agente podía hacer lo que considerase» en el homenaje, convocado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
En Madrid y Burgos sí han acudido agentes uniformados al minuto de silencio. En Andalucía, por contra, apenas han asistido representantes. «Al final, pese a que rectificaron, los guardias civiles no han sabido qué hacer, no sabes si te puedes enfrentar a un expediente disciplinario…», advierten. Esta decisión también ha causado sorpresa entre los mandos del Instituto Armado, quienes, señalan distintas fuentes, dudan de que la orden saliese de la cúpula del Cuerpo y apuntan más a un «mandato político». «A nadie se le ocurre que alguien ‘de verde’ diese esa orden, después de todo lo que hemos vivido en los últimos años…», denuncian.