El material del edificio en Valencia pudo facilitar que el fuego se propagara hacia abajo
Expertos consultados por THE OBJECTIVE señalan que la caída de gotas habría propiciado que las llamas fuesen en esa dirección
Bomberos dentro del edificio calcinado | Biel Aliño (EFE)
Una de las grandes incógnitas que rodean al incendio que ha tenido lugar este jueves en un edificio de 14 plantas en Valencia es por qué se ha propagado el fuego tan rápido, llegando también a las plantas de abajo en vez de sólo ir hacia arriba. Los bomberos no han podido entrar en las viviendas hasta media mañana de este viernes, por lo que aún no hay una respuesta clara a esta pregunta; sin embargo, una de las posibilidades es que el material empleado en la construcción de la fachada no fuera el adecuado.
Un arquitecto y un ingeniero, expertos en construcciones de edificios y viviendas, explican a THE OBJECTIVE que existe una regulación (el Código Técnico de la Edificación, entrado en vigor en 2006) de la clase de reacción al fuego que deben tener los sistemas constructivos de fachada. En aquellas edificaciones que superen los 18 metros, estos tienen que ser B-s23,Do. En esta clasificación, según explican, el Do indica el material que hay que utilizar; supone que, aunque el edificio se prenda fuego, no implica la caída de gotas inflamadas.
Los expertos señalan al posible incumplimiento de esta regulación como una de las causas por las que el incendio se haya propagado a las plantas inferiores «tan rápidamente», ya que estas partículas podrían haber estado presentes en el edificio, haciendo que las llamas consumieran la totalidad del edificio en tan poco tiempo.
Además, destacan que un edificio de estas características, cuya altura de evacuación es superior a los 28 metros, «queda sujeto a revisión y aprobación tanto del Ayuntamiento (de cara a conseguir la licencia) como de la Jefatura de Bomberos». Por tanto, según los expertos, este incendio podría acabar «salpicando» desde a los técnicos que dieron la licencia y aprobaron el proyecto hasta a los proyectistas en sí.
El incendio, que comenzó en la tarde de este jueves, ha provocado la muerte de cuatro personas; otras 15 tuvieron que ser atendidas por las heridas –seis de ellas, bomberos– y aún continúan desaparecidas otras 14. La Unidad Militar de Emergencia (UME) se ha trasladado al lugar del fuego para dar apoyo a las unidades locales.
En apenas una hora, las llamas llegaron a todo el edificio en un momento en el que las rachas de viento de poniente soplaban entre los 50 y 60 km/h, lo que también dificultó enormemente la labor de los bomberos y facilitó la propagación de las llamas. La vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia (Cogitival) y especialista que peritó el edificio, Esther Puchades, ha atribuido también la voracidad de incendio al revestimiento de poliuretano que se proyectó en la fachada en 2005, cuando se construyó el edificio.
