El dilema de ERC: esconder a Rufián durante la campaña o usarlo para desgastar a los Comuns
La dirección baraja no llevarle a los actos en la Cataluña interior y rebajar su papel como ya hicieron con la investidura
ERC no quiere dar pasos en falso después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, convocara elecciones anticipadas en Cataluña. Los republicanos se juegan mantenerse en el poder y son conscientes de que la candidatura de Carles Puigdemont, por Junts per Catalunya, puede hacerles caer a tercera fuerza, por detrás del PSC y Junts, tal y como reflejan las últimas encuestas. En este escenario de pugna entre tres partidos para ganar los comicios, en el seno de ERC se ha abierto el debate sobre «qué hacer» con la figura de Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso.
Algunas voces dentro del partido consideran de vital importancia potenciar el voto en clave identitaria, dado que a las elecciones en el Parlament suelen atraer a un elector más nacionalista, mientras que en unas elecciones generales se pueden permitir un argumentario más izquierdista para intentar arañar votos al PSC y a En Comú Podem. Además, en las provincias cuya ponderación de voto es más elevada, se concentra también el votante independentista. ERC tiene constatado que, en este segmento poblacional, nacionalista y de la Cataluña interior, Rufián genera cada vez más animadversión. Hasta el punto de que le reprochan ser «un botifler» (un traidor, en castellano) y de «vivir muy bien en Madrid».
Como avanzó THE OBJECTIVE, Rufián ya fue apartado de las negociaciones con Puigdemont tras las elecciones generales del 23 de julio, que ubicaron a Junts, con sus siete escaños, como partido clave para garantizar la continuidad de Pedro Sánchez en la Moncloa. Sus compañeros en el Congreso, Teresa Jordà y Francesc-Marc Álvaro, fueron los encargados de asistir en septiembre al mitin de Puigdemont en Bruselas sobre un eventual apoyo a la investidura de Sánchez. En aquel momento, Rufián mantuvo un perfil bajo después de haber protagonizado varios rifirrafes con miembros de Junts. En cambio, Jordà fue el rostro visible para explicar los avances en las negociaciones con el PSOE.
Una píldora de esta deserción de Rufián se vio tras la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso. Los diputados de ERC y Junts que habían liderado las negociaciones se fundieron en un abrazo. En esta estampa, no estaba Rufián.
Fracaso ante Yolanda Díaz
Otra de las opciones que se barajan es usarlo «para desgastar aún más los Comuns». Tras la convocatoria electoral, el president Aragonès ha culpado a los morados del adelanto electoral. Su estrategia pasa por debilitarles y podrían usar a Rufián como ariete en aquellas grandes urbes catalanas en la que se disputa un voto más izquierdista que nacionalista. Las invectivas del portavoz de ERC en el Congreso contra la derecha le ha reportado apoyos entre parte del electorado que se ubica a la izquierda del PSC.
No obstante, en el partido también recuerdan que, pese la dureza exhibida por Rufián contra Yolanda Díaz durante la pasada legislatura y en la campaña del 23-J, la dirigente de Sumar se impuso en Cataluña sobre ERC, siendo la segunda fuerza más votada por los catalanes después del PSC. Rufián, en cambio, obtuvo unos resultados modestos como candidato en Santa Coloma de Gramenet a las municipales (no pudo arrebatar la mayoría absoluta a la socialista Núria Parlón) y también como cabeza de lista en las elecciones al Congreso del 23 de julio: ERC perdió seis escaños respecto a los comicios de 2019 y la mitad de votos.
Sin pisar la Cataluña interior
No sería la primera vez que la dirección de ERC opta por una decisión salomónica: potenciarlo en las grandes urbes, como Badalona o L’Hospitalet, y evitar que comparezca en los actos en la Cataluña interior. En los comicios autonómicos de 2021, Oriol Junqueras cambió a última hora el gran acto final de campaña. Inicialmente tenía que ser en Barcelona, pero decidieron desplazarse a Gerona, con todos los pesos pesados del partido, salvo Rufián. En ese acto también se invitó al líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi.
Durante mucho tiempo el ‘factor Rufián’ ha funcionado en las urnas, tal y como constató Societat Civil Catalana, en 2021. Según un estudio elaborado por la entidad constitucionalista, ERC había crecido siete puntos en Barcelona gracias a su figura. Ahora, no obstante, y debido al escenario tan reñido que se espera en las elecciones, la dirección republicana ya elabora un control de daños para que las críticas a Rufián por parte de muchos votantes nacionalistas y por las corrientes internas, que le acusan de «deriva españolista», no les afecte en las urnas.