La Guardia Civil reconstruye la embestida a los agentes en Barbate para saber qué lancha fue
La unidad de Infografía Forense del instituto armado también escaneó las dos narcolanchas sospechosas del ataque
Uno de los detenidos por el crimen de Barbate. | EP
¿Qué narcolancha embistió mortalmente a los dos guardias civiles en el puerto de Barbate?¿Fue la que pilotaban los seis investigados, todos ellos en prisión preventiva?¿O en realidad fue otra, muy similar, que apareció el mismo día en otra localidad andaluza? Estas incógnitas fueron las que el pasado martes trataron de despejar expertos del Servicio Central de Criminalística de la Guardia Civil reconstruyendo la escena del crimen, precisamente, con estas dos embarcaciones ilegales sobre las aguas del recinto portuario, donde los dos agentes murieron durante la tarde del pasado 9 de febrero.
Según revelan fuentes próximas a la investigación, el departamento de Infografía Forense del instituto armado se desplegó durante toda la mañana en el puerto gaditano para repetir el recorrido que realizaron las dos narcolanchas sospechosas de haber ejecutado el ataque contra los guardias civiles. Todo en base al relato de los testigos, pruebas y numerosos vídeos de los hechos con que cuentan los investigadores, entre ellos, uno clave, el que sitúa a los imputados por el asesinato a unos 600 metros de donde se produjo la embestida y que supuso un giro de 180 grados en el caso.
Las dos narcolanchas, una de cuatro motores y otra de tres, y ambas bajo custodia policial y con bastantes desperfectos tras las colisiones sufridas y quedar embarrancadas —la primera, en la playa de Hacienda, en La Línea de la Concepción, y la segunda, en la playa de Chiclana de la Frontera— fueron transportadas por la Guardia Civil al puerto de Barbate donde los agentes de la citada unidad «las escanearon» para captar todos los detalles de las mismas y contrastarlos con las pruebas recabadas, entre ellas, el peritaje que también se realizó de la neumática siniestrada del instituto armado.
Nueva línea de investigación
Un paso más en la nueva línea de investigación que admitió el juez instructor del caso hace apenas unas semanas tras la incorporación de un vídeo al sumario por parte de las defensas de los seis investigados y un informe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil de Cádiz, que apuntan a que pudo ser otra embarcación —distinta a la que tripulaba Francisco M.P., alias Kiko El Cabra, y en la que iban a bordo los otros cinco investigados— la que embistiese a los agentes, tal como ya adelantó THE OBJECTIVE.
Se trata de una embarcación de tres motores y una antena que apareció varada y visiblemente golpeada al día siguiente de la tragedia en la playa de Chiclana de la Frontera (Cádiz), a unos 30 kilómetros del recinto portuario y cuyos ocupantes nunca fueron identificados por la Guardia Civil, según relataron a este periódico fuentes próximas del caso, ahora bajo la dirección de la Unidad Central Operativa (UCO). Esa misma mañana, de hecho, el instituto armado detuvo a Kiko El Cabra y a otros dos investigados en la playa de la Hacienda, en la Línea de la Concepción. Y horas antes, durante la madrugada, a los otros tres supuestos implicados, en la costa de Sotogrande.
El juez del caso, Ángel Rojas Navarro, decidió admitir esta nueva hipótesis después de que los expertos de la Guardia Civil corroborasen que el vídeo, presuntamente filmado por uno de los detenidos, en el que los investigados aparecen en otra lancha, a unos 600 metros de donde se produjo la embestida contra los agentes, no hubiese sido manipulado. Un extremo que han confirmado a través del análisis de los metadatos del archivo informático y comparándolo con otros nueve vídeos incorporados a la causa.
La declaración de los cuatro agentes en Barbate
También tuvo en cuenta el instructor un informe del Crain (Centro Regional e Inteligencia contra el Narcotráfico) de la Guardia Civil de Andalucía —organismo que coordina todas operaciones contra el narcotráfico en la comunidad autónoma—, en el que distintos analistas de inteligencia han detallado de manera exhaustiva cómo ocurrieron los hechos y descartan casi por completo la autoría de Kiko El Cabra en base a las últimas pruebas recabadas.
Cabe destacar que las defensas de los detenidos pidieron ya hace meses que el instituto armado se incautase de esta lancha para poder cotejarla con la otra que encontraron los investigadores. Ambas, según señalan fuentes de la investigación, estaban dañadas: la primera tiene un gran boquete en la quilla y la segunda tiene marcas de pintura grises y rojas que, a juicio de los investigadores, serían compatibles con las que presentaba la neumática siniestrada de la Guardia Civil. La incógnita a despejar por las pesquisas es si la embarcación que arroyó a los guardias civiles tenía tres motores o cuatro. Un punto que también podrían resolver los cuatro de los seis agentes que sobrevivieron al ataque y que declararán en calidad de testigos el próximo viernes 10 de mayo en el juzgado de Barbate.
El GPS
En paralelo, el Servicio Central de Criminalística también está analizando los datos del GPS de la nave, que fue localizada al día siguiente de los hechos, el 10 de febrero, en la playa de la Hacienda, para confirmar el recorrido de la misma. Una pesquisa clave que aclarará cuál fue la trayectoria de la narcolancha en el recinto portuario, una vez decidió embestir la neumática en la que iban los seis guardias civiles; y revelará si los detenidos son realmente los autores del crimen. En sus declaraciones, a las que tuvo acceso este diario, todos los investigados alegaron que, una vez comenzó el ataque, la barca en la que iban se refugió casi en la salida del puerto, presenció las embestidas a los guardias civiles y poco después salió de allí.
