El jefe de seguridad de Ábalos se reunió con la inteligencia marroquí en plena crisis diplomática
El servicio secreto invitó al alto cargo de Transportes a Marruecos para «mejorar y fortalecer» las relaciones bilaterales
Lo controlaba todo. Durante su etapa como asesor de José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes, Koldo García (acusado de cobrar comisiones millonarias en la compra de mascarillas durante la peor época del covid en connivencia con distintos empresarios) manejaba hasta el más mínimo detalle de lo que ocurría en el departamento. Así se desgrana en su cuenta de correo corporativo, incautada por los investigadores del caso Koldo que instruye la Audiencia Nacional y a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Entre sus distintas atribuciones, aunque no directamente, también estaba la seguridad, donde tenía a su hombre de confianza, Rubén Eladio Martínez.
Este inspector de Policía fue nombrado en febrero de 2020 como director de la Unidad de Emergencias y Coordinación y Gestión de Crisis del Ministerio de Transportes, cargo que sigue ostentando en la actualidad, aunque se encuentra de baja laboral, según indican las fuentes consultadas por este diario. Ábalos lo designó un mes después del Delcygate tras destituir a su predecesor, un coronel de la Guardia Civil que llevaba 12 años en el puesto. Encargado de todas las infraestructuras dependientes del ministerio, en poco tiempo, Rubén Eladio, pasó a formar parte del núcleo duro del ministro.
Una relación estrecha que se mantuvo incluso tras la abrupta salida de Ábalos de Transportes. Según señala la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO), Eladio llegó a pedir a Koldo García a través de su esposa que intercediese ante el ministro Óscar Puente para que le consolidase en su puesto. El inspector en excedencia ganó gran poder en el Ministerio. Sin embargo, entre sus cometidos, según revelan los correos intervenidos por la Guardia Civil, no solo estaba velar por la seguridad de los puertos, carreteras y aeropuertos españolas.
Una reunión en 2021
Un email advierte que este alto cargo del Gobierno mantenía contacto con la inteligencia marroquí. Rubén Eladio asistió a un encuentro con representantes de este órgano entre el 25 y el 27 de febrero de 2021 en el país alauí, en un contexto de tensión diplomática entre ambos Estados, según confirman a este diario fuentes conocedoras de esta invitación. Se trata de un correo electrónico que el protagonista rebotó al entonces asesor de Ábalos, Koldo García, en el que le informa del encuentro que iba a mantener con Moulay Ahmed Charai, relaciones públicas del servicio secreto exterior de Marruecos.
«Distinguido Sr. López: el Reino de Marruecos estaría muy interesado en que V.E. participara en una reunión informal que se celebrará el fin de semana del 25 al 27 de febrero del presente año. El citado encuentro no será publicitado para evitar inconvenientes externos, y se celebrará bajo estrictas medidas de discreción y seguridad», reza la primera parte de la convocatoria.
Desde el reino alauí tenían especial interés en conocer a Rubén Eladio, dicen, para mejorar y fortalecer las relaciones con España. «En representación de las autoridades del Gobierno de ese país, me he permitido enviarle esta invitación para intervenir en el referido encuentro, teniendo en cuenta su acreditada, valiosa y conocida experiencia. El objetivo principal es fomentar la mejora y fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre España y Marruecos en diversos campos, entre los que V.E. ha destacado», firma Moulay. Este añade, en último término, que las autoridades marroquíes «correrán con todos los gastos de desplazamiento y de estancia» del encuentro.
Contexto de crisis
Si bien Rubén Eladio había estado al frente de la seguridad de las infraestructuras del ministerio durante la peor época de la pandemia, cabe destacar que apenas llevaba un año en el puesto de director Unidad de Emergencias y Coordinación y Gestión de Crisis. Finalmente, asistió a ese encuentro, según ha podido confirmar este diario. No obstante, las fuentes resaltan que «se trató de un viaje privado y en ningún momento oficial».
Llama la atención, en cualquier caso, el clima de tensión que existía entre Marruecos y España en el momento de la cita. Un contexto de desavenencias por la gestión del coronavirus, principalmente, por parte del reino alauí, que decidió cerrar unilateralmente las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla (pasos fronterizos que todavía hoy continúan cerrados) sin avisar al Gobierno de Pedro Sánchez. Tampoco alertó de otras decisiones relacionadas con el transporte marítimo que afectaron gravemente a los intereses españoles.
Colapso migratorio
Era el inicio de una crisis diplomática que explotaría apenas tres meses después, el 17 de mayo de 2021, con el asalto masivo de inmigrantes por las playas de las ciudades autónomas, frontera entre ambos países. El deterioro de las relaciones entre ambos países era patente, sobre todo después de que el Gobierno español admitiera el traslado del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, enfrentado a Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental, a un hospital de Logroño en abril de 2021.
Treinta días después de la hospitalización de Gali por coronavirus, los agentes de la gendarmería destinados en las fronteras de Ceuta y Melilla relajaron los mecanismos de vigilancia y permitieron el acceso a miles de inmigrantes procedentes de Marruecos, que realizaron el trayecto hasta territorio español a nado. Aquel día, más de 8.000 inmigrantes, entre ellos, 1.500 menores, llegaron irregularmente al país, por los espigones de las playas del Benzú y El Tarajal. La entrada más numerosa hasta la fecha.
El Ministerio del Interior traslado a centenares de fuerzas de seguridad a la zona. La mayoría de los migrantes fueron enviados en días posteriores horas a su país de origen, en lo que se conoce como devoluciones en caliente. Marruecos llamó a consultas a su embajadora y criticó al Gobierno español por no avisarle del traslado de Gali. España defendió la acogida por cuestiones humanitarias. Un desencuentro que duraría casi un año, hasta que en marzo de 2022 ambos países retomaron las relaciones diplomáticas después de que Sánchez apoyase el plan marroquí para el Sáhara en un giro histórico de la política exterior.