Nacho Cano administra el polémico musical desde una sociedad en Miami
El productor es dueño del musical español a través de Malinche Productions LLC, radicada en la ciudad estadounidense
El productor musical Nacho Cano. | Europa Press
Nacho Cano administra el polémico musical, por el que fue detenido el martes, desde una sociedad domiciliada en la ciudad estadounidense de Miami. La firma fue creada en 2019 bajo la denominación Malinche Productions LLC en 2019, según la documentación a la que ha accedido THE OBJECTIVE para poner en marcha un programa de espectáculos tanto en España como en otros países.
La empresa radicada en Florida, que fue fundada por el que fuera miembro de la banda ochentera Mecano, tiene el 100% de las acciones de Malinche The Musical Spain, que es la compañía encargada de la producción del show que se realiza en el centro de ferias de Ifema en Madrid. Esta última firma está ubicada en el barrio de Moncloa de la capital.
Los datos registrales, según Insight View, reflejan que la filial española de Nacho Cano fue constituida poco después de se fundara el holding en Estados Unidos. Fue en 2020, con el propósito de poner en marcha el proyecto una vez consiguiera los permisos pertinentes y la financiación necesaria.
En 2021, un año antes del estreno del musical, el productor logró el apoyo económico para lanzar la obra de un empresario inmobiliario de origen judío y conocido en España por ser uno de los impulsores del plan fallido para montar Eurovegas, un complejo de casinos en Madrid. Entonces, Malinche Spain suscribió una ampliación de capital de 800.000 euros, pasando sus fondos propios al millón de euros gracias a su socio David Hatchwell Altares. Además, recibió otra aportación de fondos por 1,5 millones de euros.
Tras esta operación, Cano pasó a ser presidente de la filial, dejando de ser administrador único de la misma y formando un consejo en el que desde entonces están sentados, además del empresario, el prestigioso fiscalista Pablo Alarcón Espinosa. Este es su vez secretario de la sociedad.
Ataques políticos por la detención del artista
Tras las denuncias de distintos becarios, la Policía Nacional detuvo a Nacho Cano este pasado martes. Se le acusa de un presunto delito contra los derechos de la población inmigrante y otro contra los derechos de los trabajadores. Tras prestar declaración ante agentes en una comisaría del centro de Madrid, el productor quedó en libertad con cargos a la espera de una citación judicial.
Según informó este periódico, fuentes próximas a la investigación, en manos de la Policía Nacional, el exintegrante de Mecano atraía a estos profesionales con la promesa de contratarlos en un futuro, cuando el musical se exportase a México, una idea que baraja Cano desde hace tiempo.
Nacho Cano negó las acusaciones de la Policía Nacional tras su detención y posterior puesta en libertad. Consideró que todo se trataba de un «montaje policial». Y que «la única razón» de su arresto era apoyar a Isabel Díaz Ayuso. «No hay otra razón, como ya han ido a por su novio, a por su hermano, a por su padre… el que les queda soy yo y dirimir la atención de la imputación real de la mujer del presidente». El productor siempre ha mostrado cercanía con la presidenta madrileña. En 2021, le otorgó personalmente la Gran Cruz del 2 de Mayo de la Comunidad.
El miércoles, a raíz de sus palabras, se generó una intensa polémica política. La propia Ayuso salió en defensa del artista. La presidenta de la Comunidad de Madrid advirtió de que «la destrucción personal con fines políticos es simplemente estalinismo». Además, alertó de que «buscar el descrédito de un artista como forma de censura y el ataque al adversario político, a través de las herramientas del Estado, solo es propio de países que lo han perdido todo». El Gobierno, por su parte, tildó el mensaje de la baronesa del PP de «irresponsabilidad extrema» y la empresa pública Renfe, dependiente del Ministerio de Transportes de Óscar Puente, retiró el patrocinio que tenía con el musical de Nacho Cano.
La empresa española del productor, según las últimas cuentas registradas, tenía unos activos valorados en 4,5 millones de euros en 2021. En ese ejercicio, antes de que el musical arrancara sus funciones en Madrid, declaró unas pérdidas de 231.243 euros, tras abonar en gastos de personal más de medio millón de euros y de haber logrado una cifra de negocios de un millón de euros.
