Víctimas del franquismo solicitan a Albares que transporte una muestra de ADN desde México
La ARMH pide ayuda para identificar a un desaparecido por la represión mediante el contraste con un descendiente
Voluntarios durante una exhumación de víctimas del franquismo. | ARMH
La Guerra Civil acabó con un éxodo republicano. Unos 25.000 españoles se refugiaron en México por iniciativa de su entonces presidente, Lázaro Cárdenas, para evitar la represión franquista. Cruzaron el charco derrotados, ligeros de equipaje y dejando atrás a sus seres queridos. Muchos de ellos habían dado con sus huesos en una cuneta o una fosa común. Sus descendientes siguen buscándoles pese al tiempo y la distancia. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha solicitado ayuda al departamento que lidera José Manuel Albares para que traiga desde el país latinoamericano una muestra de ADN en valija diplomática.
«Nos tienen que mandar una muestra de ADN desde allí (México) para poder contrastarla con los restos que hemos exhumado y queríamos consultarles la posibilidad de que dicha muestra viajase a España en valija diplomática, como se hace en otros países que tienen desaparecidos forzados», ha solicitado la ARMH al Ministerio de Asuntos Exteriores. La petición ha sido registrada por Emilio Silva, presidente de esta asociación que lleva exhumando fosas desde 2000 para recuperar los restos de las víctimas del franquismo.
Lo hace sin ayudas públicas. Esta es la primera vez que la ARMH solicita auxilio al Gobierno. Silva explica al departamento de Albares que la asociación se encuentra en estos momentos trabajando en la identificación de una persona que ha sido exhumada en una fosa común, cuya ubicación no especifica, junto a otras víctimas del franquismo. «Se trata de la muestra de ADN que mejor puede servir para llevar a cabo una identificación genética, pero la tiene que entregar un familiar que reside en México».
Crisis diplomática con México
«No es una cuestión económica, sino de seguridad», dice Silva durante una conversación telefónica con THE OBJECTIVE. El presidente de la ARMH afirma que Argentina utiliza habitualmente este sistema con los descendientes que viven fuera. Se parapeta en la confidencialidad de la cadena de custodia para no revelar la exhumación de la que se trata. Para facilitar el proceso solicita colaboración a Exteriores. E insiste: «Otros países transportan huesos y muestras de ADN en sus valijas diplomáticas».
La petición ocurre en un momento de tensiones entre los dos países, después de que la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, no haya invitado a Felipe VI a asistir a su toma de posesión, que se celebra este martes. El motivo de esta decisión, ha explicado la dirigente latinoamericana, es que el Rey sigue sin pedir perdón por «los excesos» cometidos por España durante la época colonial, tal y como le solicitó hace años el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador. El Gobierno no enviará ningún representante a la investidura.
Esta no es la primera vez que la ARMH necesita muestras de ADN de descendientes de víctimas del franquismo que residen en el extranjero, pero sí la primera que solicita ayuda al Gobierno. La petición forma parte de las exigencias que plantean al Estado para que se implique en la búsqueda de los desaparecidos. La asociación reclama que todos los ámbitos del Estado deben hacer esfuerzos por ayudar a las familias.
En opinión de Silva, esta implicación resulta necesaria porque «estamos tratando de derechos humanos y nosotros luchamos para que el Gobierno dejé de decir que garantiza los derechos de las víctimas mediante la convocatoria de unas subvenciones cuando Naciones Unidas le ha recordado en numerosas ocasiones que los derechos humanos no se subvencionan, los derechos humanos se garantizan».
Un banco de ADN
La secretaría de Estado de Memoria Democrática publicó en 2020 un monográfico sobre las exhumaciones en España. El informe incluía un dato sorprendente que aportó Fernando Serrulla en su tesis doctoral. Este médico forense sostiene que solo se ha podido identificar genéticamente el 0,2% de las 130.199 personas que estima que fueron asesinados por el bando sublevado. La ARMH ha logrado recuperar casi 10.000 víctimas en unas 350 intervenciones por todo el país, donde se han localizado 2.200 fosas comunes.
España puso en marcha este verano el programa Bonaparte, un software para almacenar y cruzar datos de ADN tanto de víctimas del franquismo como de descendientes que buscan a sus familiares desaparecidos. Su gestión está en manos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y depende del Ministerio de Justicia, que adquirió el sistema informático a finales del año pasado para crear un banco estatal de ADN para quienes sufrieron la Guerra Civil y la dictadura.
La iniciativa está prevista en la Ley de Memoria Democrática aprobada en octubre de 2022. Bonaparte es un software desarrollado con fondos públicos europeos creado a petición del Instituto Forense de los Países Bajos. Lo han utilizado diferentes organismos en todo el mundo, entre ellos Interpol. Hasta ahora, solo cuatro comunidades autónomas (Andalucía, Cataluña, Navarra y País Vasco) disponían de archivos de muestras genéticas de víctimas del franquismo.
La Diputación Provincial de Cádiz impulsó en 2022 un proyecto pionero para recopilar de forma masiva muestras genéticas de familiares de represaliados sin esperar a que se abrieran fosas, aunque el porcentaje de éxito es muy limitado. Del ADN se encarga el laboratorio Genyo de la Universidad de Granada (UGR) gracias al convenio que firmó con la Junta de Andalucía en 2018. Esta región es la que cuenta con más fosas comunes en España, 708, entre ellas la de Pico Reja, en el cementerio de Sevilla, con casi 5.000 cuerpos.
