El coronel de antiterrorismo tendrá que aclarar al juez su reunión con Koldo antes de su arresto
«Dile a cafetera que si está la semana que viene, echamos un café», señaló el mando en noviembre para concertar la cita
El máximo responsable de la lucha contra el terrorismo yihadista de la Guardia Civil tendrá que aclarar ante el juez por qué quiso reunirse con Koldo García, cabecilla de la trama corrupta que investiga la Audiencia Nacional, cuatro meses antes de que fuese arrestado en el marco de la operación Delorme. Ismael Moreno, el magistrado que instruye la causa, ha decidido citar como testigo al coronel Francisco Javier Vázquez, tras solicitarlo la Fiscalía Anticorrupción. El Ministerio Público pone el foco en el encuentro que presuntamente habrían tenido Vázquez, el comandante investigado, Rubén Villalba y el exasesor de Ábalos. Una cita que el fiscal vincula al hecho de que tanto este último como el empresario Víctor de Aldama supiesen que estaban siendo investigados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
En el escrito remitido a la Audiencia Nacional, la Fiscalía deja claro que el chivatazo fue posible, en gran medida, por el papel que Rubén Villalba jugaba en la trama como pata de seguridad, pero al mismo tiempo no descarta que su superior, el coronel jefe de la UCE-2, tuviese algún tipo del papel en este sentido. Por este motivo, el fiscal destaca una serie de conversaciones entre ellos que evidencian el contacto que mantenían con Koldo García, cuando ambos sabían que el cabecilla de la organización de presunta corrupción estaba siendo objeto de una investigación judicial.
«Dile a cafetera que puedo quedar…»
Del análisis del terminal móvil de Rubén Villalba, los investigadores han obtenido una captura de pantalla de una conversación que habrían mantenido Villalba y el agente 1 —como se refieren al coronel jefe de la UCE-2— el 13 de noviembre de 2023, esto es, cuatro meses antes de que se produjesen la mayoría de detenciones, en la que este último le dice a Villalba que puedan tener un encuentro con Koldo García: «Dile a cafetera que si está la semana que viene, echamos un café. Si le viene bien. Yo regreso el sábado». Posteriormente, el comandante investigado confirma a su superior que «le ha escrito a cafetera». Un término, el del «café» que, según deduce de otros informes de la UCO, los investigados utilizaban para hacer alusión al dinero o a canales de comunicación seguros.
Con todo, la Fiscalía destaca también otra conversación de WhatsApp posterior, intervenida por la Guardia Civil, en la que se deduce que se habría producido ese encuentro y el agente 1 comenta con Villalba los problemas que pueden surgir tras haber colaborado con la trama: «Joder el Koldo cabreado como una mona, Víctor de Aldama cabreado como una mona, pensando que encima les hemos hecho una croqueta. Es que el problema es que ellos están pensando, o han pensado que todavía les hemos hecho una croqueta…».
«…joder que hemos estado con ellos y ahora que sabíamos que les iban a detener, que nos hemos quitado del medio, que les hemos dejado tirados, están cabreados, están cabreados como una mona. Entonces hombre, dentro de ese cabreo lo que no quiero es que empiecen a echar mierda, que ahora empiecen, pues es que Rubén, no sé qué, pues es que no sé cuantos, es que, ¿sabes? O sea, tenemos que evitar es eso, que de algo que hemos hecho con normalidad, ahora por su cabreo, cojan y nos salpiquen», señala Vázquez a su subordinado.
El trabajo de los agentes de antiterrorismo
En cualquier caso, la presunta vinculación del mando de antiterrorismo con la trama no concluiría aquí. El juez de la Audiencia Nacional también ha citado para declarar como testigos a siete agentes de la unidad dirigida por Rubén Villalba en Información, tras admitir también la petición de la Fiscalía. La UCO reveló que todos estos agentes realizaron diferentes tareas para dar cobertura a los cabecillas de la trama, presuntamente bajo las órdenes de Villalba, que habría ocultado el trasfondo ilícito de estos trabajos al resto de guardias civiles. Una serie de trabajos sobre los que también estaba al tanto el coronel de la UCE-2.
En su informe, la Unidad Central Operativa (UCO) acredita que los agentes proporcionaron a la organización distintas medidas de seguridad, desarrollando contravigilancias en favor de Koldo García y Aldama: seguridad en las comunicaciones, requisas, inspecciones en oficinas e incluso consultas en las bases de datos policiales a las que tenían acceso. De hecho, los agentes incluyeron a Aldama en el sistema de confidentes durante al menos dos años para saber si otra unidad del cuerpo le investigaba, a petición del comandante. Y sabían que la UCO le investigaba al menos desde 2022 por distintas alertas en el sistema. Una información que los guardias civiles citados nunca notificaron a la unidad de élite, según señaló esta última en uno de los dosieres entregados al juez.
Pagos en metálico
El Ministerio Público también tiene en cuenta los pagos que la trama realizaba al comandante, en muchos casos a través de subordinados que recogían el dinero en persona: miles de euros que después algunos de los agentes de antiterrorismo transferían o ingresaban en las cuentas que les indicaba Villalba bajo distintos conceptos como «viaje Italia» o «viaje Israel». Por parte de los investigadores, dice el fiscal, se evidencian ingresos en efectivo de origen desconocido por valor de 139.899 euros en cuentas de Villalba o de su entorno, «a los que habría que sumar al menos los 6.150 euros que fueron transferidos por parte del agente 5 (…) lo que daría un total de 145.049 euros».
A estas entradas se añaden, por ejemplo, otras de los agentes 4 y 7 de 2.000 y 1.000 euros, respectivamente. Y del agente 6, que según el escrito de la Fiscalía, habría llegado a recoger cinco o seis entregas de dinero, «haciendo una cuantía total de entre 10.000 y 12.000 euros». Todos estos pagos, según explican los investigadores, obedecían a los servicios de seguridad que los guardias civiles de antiterrorismo proporcionaban a la trama. La UCO, sin embargo, ha acreditado que, en el periodo 2021-2023, Rubén Villalba ingresaba más dinero desconocido del que retiraba. De este modo, señala que habría obtenido un beneficio de hasta 88.000 euros.
14 agentes vinculados con la trama
Cabe destacar que Iustitia Europa, personada como acusación popular en la causa que investiga la Audiencia Nacional, ya solicitó en octubre la citación del jefe de la unidad antiterrorista como investigado por el ser el responsable último de la supervisión de todas las operaciones llevadas a cabo por la unidad. Así como de posibles filtraciones que habrían salido del departamento del que era máximo responsable. «La posible existencia de filtraciones de información confidencial que comprometieron la investigación podría implicar su participación o pasiva en un delito de revelación de secretos, ya sea por acción directa o por omisión de su deber de supervisión», señalaron en el escrito. El juez instructor entonces rechazó imputar al mando.
En un principio los trabajos que realizaron los agentes para la trama no estaban fuera de lo permitido por la Jefatura de Información, al ser en ese momento Aldama y Koldo confidentes de la Guardia Civil. De hecho, cuatro de los agentes declararon en el transcurso de las pesquisas y aseguraron, según indican fuentes próximas a esas pesquisas, que cumplieron órdenes de superiores. Distinto, sin embargo, es el escenario que se abre para el resto de guardias civiles. El informe revela que fueron hasta 14 los funcionarios policiales que trabajaron directa o indirectamente para la organización criminal a través de Rubén Villalba. Por ahora, el agente 1, agente 4, agente 5, agente 6, agente 7, agente 9, agente 12 y al agente 14 deberán que acudir a la Audiencia Nacional el próximo mes de diciembre para dar cuenta de todos los trabajos que realizaron para la trama.