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España no es país para jóvenes: así miman los políticos a los jubilados para ganar elecciones

Los pensionistas son un tercio del censo electoral, suelen acudir a votar y optan por los partidos tradicionales

España no es país para jóvenes: así miman los políticos a los jubilados para ganar elecciones

Ilustración de Alejandra Svriz.

La fecha crítica será 2050. Ese año, según las proyecciones demográficas, uno de cada tres españoles tendrá 65 años o más. España no deja de envejecer y, sin admitirlo abiertamente, las diferentes formaciones políticas han dado prioridad a los mayores a la hora de plantear iniciativas: son cada vez más votantes… y de los que más acuden a las urnas cuando llegan las elecciones. Mientras, la base de la pirámide, los jóvenes, ha quedado descuidada: salarios mileuristas, trabajos ocasionales y un mercado de vivienda completamente inaccesible –cerca del 70% de los jóvenes activos laboralmente vive con sus padres protagonizan su día a día.

La tasa de jóvenes propietarios -menores de 35 años- ha caído en los últimos años hasta un 31,8%, 37 puntos menos con respecto al estallido de la burbuja inmobiliaria. Mientras tanto, el 86% de los jubilados tiene vivienda en propiedad y un porcentaje que ronda el 60% posee dos o más inmuebles, según el Banco de España. Pese a todo, hay que resaltar -huyendo de las medias- que en el colectivo de mayores existen grandes diferencias, con un porcentaje destacable que a duras penas afronta su vejez con holgura.

Beneficiarios de pensiones y jubilados

Cerca de 288.000 pensionistas no contributivos se enfrentarán a 2025 con 7.900 euros de prestación. Mientras, 1,8 millones de jubilados y viudas, según los datos analizados por THE OBJECTIVE, necesitan un complemento a mínimos. La prestación anual mínima se sitúa en 12.241 euros -sin cónyuge a cargo-, pero la pensión máxima supera los 45.700 euros. Hasta 1,2 millones de pensiones, el 10% del total, rebasan los 2.500 euros en 14 pagas. Hay que recordar que la pensión futura no es el acumulado de las cotizaciones durante la vida laboral. Ahora, algo menos de dos trabajadores y medio sustentan una pensión. Por debajo de dos, algo que sucede en una veintena de provincias, el sistema no podrá mantenerse.

Durante los últimos años, los beneficios fiscales y las ayudas de diferentes administraciones se han centrado, sin discriminación económica, en pensionistas y jubilados. El PSOE, el Partido Popular y Junts han tenido que ceder en el Congreso, en mayor o menor medida, para no quedar retratados por su falta de apoyo a los pensionistas. Son 11,2 millones de ciudadanos y otros cientos de miles a punto de serlo. El desembarco de los boomers -la generación más numerosa- en el sistema de pensiones aumentará el interés de las diferentes formaciones por este nutrido grupo de votantes.

Un tercio de los votantes

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) antes de las elecciones generales de 2023 dejaba claras las preferencias políticas de jóvenes y pensionistas. Este último colectivo es especialmente participativo en las citas electorales y centra sus votos en los dos grandes partidos. Casi el 32% de los pensionistas encuestados en mayo de 2023 estaba dispuesto a votar por el PSOE -Pedro Sánchez-, frente al 25% que tenía claro que su papeleta iría al Partido Popular -Alberto Núñez Feijóo-. Mientras, el 21% de los jóvenes mostró su preferencia por el PP, frente a un 18,3% que lo hizo por el PSOE.

Los mayores representan un tercio de los votantes, un porcentaje que irá aumentando en los próximos años en detrimento de los más jóvenes. La última encuesta del CIS, de diciembre, muestra que el principal problema de los españoles son los políticos, su comportamiento y el Gobierno. La vivienda ocupa el cuarto lugar y el paro, el quinto. Estos son los dos principales problemas de los jóvenes. Mientras, solo un 1% de los encuestados considera que las pensiones son un problema. A partir de esta pequeña radiografía, las administraciones siguen dando prioridad a los mayores frente a los jóvenes, con numerosas ayudas, subvenciones, descuentos y rebajas fiscales. Repasamos a continuación los más destacados:

1. Impuestos e incentivos

Las administraciones apuestan por aligerar la carga impositiva, sin apenas discriminación, de los más mayores. Lo hacen con deducciones y exenciones en ganancias patrimoniales. En este último caso, la venta de la vivienda habitual está liberada en el IRPF. La condición principal es haber residido en el inmueble los tres años anteriores a la venta. A diferencia de lo que sucede con otros perfiles, no se exige reinvertir el importe que se haya obtenido de la venta en la compra de otra propiedad, y la ganancia patrimonial derivada queda exenta de tributación. Es una fórmula que permite añadir el importe obtenido a complementar la pensión.


Para los mayores de 65, hay retenciones en el IRPF dependiendo de los ingresos. Aquellos que percibieron en 2024 pensiones inferiores a los 22.000 euros anuales de un único pagador no están obligados a declarar. Además, existe una exención en los rendimientos obtenidos por planes de pensiones si son cobrados en forma de renta vitalicia.

Hay otra exención importante que pretende fomentar el ahorro, según apunta el despacho Castellana Consultores. Se trata de dejar exentas de tributación las ganancias patrimoniales que surjan cuando se venden elementos patrimoniales por parte de mayores de 65 años, «siempre que en el plazo de seis meses desde la venta constituyan una renta vitalicia asegurada a su favor con el dinero obtenido». La cantidad máxima que se puede destinar a esta renta vitalicia es de 240.000 euros.

Con respecto al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, en la mayoría de las comunidades los mayores pueden beneficiarse de reducciones importantes o incluso exenciones en Sucesiones. El importe varía según la región. Muchos municipios aplican bonificaciones en el IBI para personas mayores con bajos ingresos. Hay que añadir deducciones por discapacidad y las que obtienen los familiares cuidadores.

2. Transporte

La Comunidad de Madrid, capitaneada por Isabel Díaz Ayuso, ofrece gratis el transporte público en la región a los ciudadanos con 65 o más años, una medida que no se contempla, por ejemplo, para los jóvenes. Estos deben desplazarse para estudiar o trabajar (o las dos cosas) con bonificaciones menores. En la Generalitat de Cataluña, las personas mayores pueden solicitar la Tarjeta rosa. Con ella se viaja gratis o con tarifa reducida por el Área Metropolitana de Barcelona. También los acompañantes pueden beneficiarse de la gratuidad de los billetes.

La Junta de Andalucía también ofrece importantes ventajas, pero en este caso discrimina por ingresos favoreciendo a los mayores con menores rentas. La Tarjeta Andalucía Junta 65 permite a «viajar por toda Andalucía a mitad de precio, acceder a bonificaciones en la adquisición de productos ópticos, disfrutar de ratos de ocio con más de mil actividades». Las condiciones son residir en la comunidad autónoma y tener 65 años o más.

Existen dos modalidades, en función de los ingresos de la persona, la Oro, que se concede a aquellas personas cuyos ingresos son inferiores al 75% del IPREM, y la Verde, para aquellas personas que superan dichos ingresos. Hay beneficios especiales para la Oro, pero con ambas se pueden conseguir descuentos en agencias de viaje, cines, teatros, hoteles o parques temáticos. En Valencia, los mayores de 60 años y jubilados (por encima de los 65 años) cuentan con la Tarjeta del mayor. En Castilla-la Mancha está la Tarjeta dorada y el programa de descuentos Mayores activos y en Castilla y León los pensionistas y mayores cuentan con la Tarjeta club de los 60.

Por su parte, la Tarjeta dorada de Renfe, prevé, por seis euros al año, importantes descuentos para los mayores de 60 años. En trenes AVE, AVE Internacional entre España y Francia y Larga Distancia, las rebajas son del 25%. Este porcentaje también se aplica a los trenes Avant de lunes a viernes y del 40% si el billete se solicita para viajes en el fin de semana. Los trenes de media distancia también contemplan un descuento del 40% para los mayores. Diversas compañías privadas y participadas del sector del transporte y de viajes también prevén bonificaciones por edad que benefician primordialmente a jubilados y pensionistas.

3. Vivienda y dependencia

Existen diferentes programas y subvenciones para financiar parte de las reformas con el fin de adaptar las viviendas para las personas mayores de edad. Las subvenciones pueden ser para las viviendas individuales -cambio de bañeras a platos de ducha- pero también para que las comunidades de vecinos instalen ascensores y rampas de acceso para evitar escaleras. Para los pensionistas con rentas más bajas existe un complemento previsto para acceder a una vivienda de alquiler. Pese a todo, la cantidad prevista por la Seguridad Social es escasa -525 euros al año-. Se cobra junto con la pensión y hay comunidades que prevén más ayudas.

En el caso de que además de la edad se produzcan problemas de movilidad, se prevén ayudas a la dependencia. Estas cubren parte de los costes de ayuda a domicilio, asistencia personal, teleasistencia y centros de día. Muchos ayuntamientos ofrecen la posibilidad de ayudas como cuidados o subvención para recibir apoyo en el hogar.

4. Imserso y Paradores

Desde 125 euros se puede viajar a las capitales de provincia con el Instituto de Personas Mayores y Servicios Sociales (Imserso). En este paquete se contempla el transporte y alojamiento de tres noches con media pensión, animaciones, seguros y complementos sanitarios. Se prevé que los pensionistas puedan ir acompañados por sus parejas. Los precios de los diferentes programas varían dependiendo de los destinos y factores vinculados a la categoría de los servicios. El objetivo de los programas de viajes, que se financian con fondos públicos, es fomentar la autonomía de las personas mayores y su calidad de vida.

En la edición 2024-2025, el Gobierno ha puesto a disposión un total de 886.000 plazas. Hay diferentes destinos turísticos, que incluyen la costa peninsular y las islas Baleares y Canarias. También existe la posibilidad de escapadas vinculadas a la naturaleza o la cultura. En la zona costera peninsular, los paquetes de 10 días (9 noches) con transporte incluido tienen un coste de 290 euros. Si se elige como destino las islas Baleares, los precios superan ligeramente los 330 euros euros -diez días con transporte-. En Canarias el importe sube a 436 euros.

Fuera de las administraciones, numerosas empresas turísticas ofrecen interesantes paquetes a los mayores. También Paradores, dependiente del Ministerio de Industria y Turismo. La cadena hotelera pública ofrece a los mayores de 55 años hasta el 10% de descuento sobre la mejor tarifa disponible en alojamiento y hasta un 30% en el desayuno. «¡Por ser mayor, pagarás menos!», asegura el organismo público.

5. Ocio y cultura

Las instituciones y empresas públicas -también las privadas- ofrecen a los mayores descuentos e incluso la gratuidad en diferentes actividad de ocio y cultura. Las comunidades brindan carnés especiales para acceder a eventos y museos, pero en la mayoría de las instalaciones basta mostrar acreditar la edad para acceder gratis, o casi.

Además, hay numerosas actividades deportivas y gimnasios con ofertas muy especiales para los mayores. En este caso, son los ayuntamientos los que ofrecen estos beneficios. Junto a esto, existen numerosos talleres y centros dirigidos a la tercera edad. En algunos casos los descuentos suponen hasta un 70%.

6. Sanidad

El copago farmacéutico permite que los mayores, sobre todos los de menos rentas, se beneficien de importantes descuentos en sus medicinas. El Real Decreto Ley 16/2012 establece el porcentaje de aportación así como un límite mensual aplicable, en función de la renta que tenga dicha persona.

Para asignar la aportación farmacéutica que corresponde a cada usuario, la Agencia Tributaria facilita anualmente al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) los datos del nivel de renta de los usuarios procedentes de la declaración del IRPF del último ejercicio fiscal. A partir de estos datos, el INSS asigna la aportación farmacéutica individual y la comunica a los Servicios de Salud de las comunidades autónomas.

 
Los usuarios y sus beneficiarios cuya renta sea igual o superior a 100.000 euros consignada en la casilla de base liquidable general y del ahorro de la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) deberán hacer una aportación del 60%. El pago del 50% será para las personas que ostenten la condición de asegurado activo y sus beneficiarios cuya renta sea igual o superior a 18.000 euros e inferior a 100.000 euros.

Finalmente, será del 40% para el resto de los asegurados activos. Por su parte, los pensionistas de la Seguridad Social aportan un 10%. Los pensionistas con discapacidad tienen los medicamentos gratis. También están exentos los pensionistas con renta inferior a 5.635 euros. Pasa lo mismo con los que en su Declaración de la Renta presenten ingresos menores a 11.200 euros.

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