La Guardia Civil confisca miles de litros de gasolina destinados a narcolanchas en Huelva
Tres furgonetas presuntamente dedicadas al «petaqueo» han sido interceptadas en menos de un mes
Dos agentes de la Guardia Civil observan a un helicóptero. | Gustavo de la Paz (Europa Press)
La Guardia Civil ha interceptado dos furgonetas robadas en Isla Cristina, Huelva, cargadas con bidones de gasolina que presuntamente iban destinados a abastecer narcolanchas. Este hallazgo se suma a otro operativo realizado hace dos semanas en Hinojos, donde también se requisó un vehículo cargado de combustible. Estos sucesos evidencian la intensidad de las actividades relacionadas con el narcotráfico en la provincia de Huelva.
El «petaqueo», como se denomina al transporte y suministro de combustible para narcolanchas, se ha convertido en una actividad lucrativa que acompaña al narcotráfico en las costas andaluzas. En un mes, las fuerzas de seguridad han confiscado tres furgonetas con centenares de litros de gasolina en operaciones que ilustran el alcance de esta práctica.
En el caso más reciente, agentes de la Guardia Civil localizaron dos furgonetas reportadas como robadas dentro de una nave industrial en un camino rural de Isla Cristina. En su interior se hallaron 28 bidones llenos de gasolina. Una persona fue detenida en relación con el robo de los vehículos, aunque de momento no se ha podido establecer un vínculo directo con un delito contra la salud pública. Las investigaciones continúan y no se descartan nuevas detenciones en el marco de este caso, que está siendo instruido por un juzgado de Ayamonte.
Otras operaciones recientes
Hace dos semanas, en Hinojos, la Policía Local detuvo una furgoneta que transportaba 37 bidones de 25 litros de gasolina, además de un depósito de 1.000 litros. En esta ocasión, dos personas fueron identificadas y la carga fue incautada. Este tipo de operaciones vislumbran cómo las redes de narcotráfico recurren a logísticas paralelas para garantizar el suministro a sus narcolanchas, que suelen repostar en alta mar con la ayuda de pequeñas embarcaciones.
El negocio del «petaqueo» genera beneficios sustanciales. Según investigaciones policiales, las redes que gestionan el suministro de combustible pueden obtener hasta 10.000 euros por cada 50 bidones de entre 20 y 25 litros. En tierra, un bidón de gasolina puede costar 50 euros, pero este precio se multiplica por diez al llegar a las narcolanchas.
Esta actividad se ha convertido en una puerta de entrada para los más jóvenes que buscan ingresos rápidos sin asumir grandes riesgos legales, ya que, en muchos casos, las sanciones relacionadas con el transporte de gasolina son meramente administrativas. Sin embargo, los cuerpos de seguridad y expertos advierten que esta percepción de «bajo riesgo» puede ser engañosa, ya que la participación en estas redes auxiliares facilita la inmersión en el mundo del narcotráfico, con todas las implicaciones legales y personales que ello conlleva.
Andalucía en pie de guerra
Este fenómeno no se limita a Huelva. En Castilleja de la Cuesta, Sevilla, la Policía Local, en colaboración con la Guardia Civil, interceptó recientemente una furgoneta que transportaba 1.000 litros de combustible sin medidas de seguridad. Los ocupantes del vehículo, tres personas que alegaron haber comprado muebles, fueron sorprendidos con el combustible y 4.000 euros en efectivo. Las autoridades sospechan que el destino del cargamento era también el abastecimiento de narcolanchas.
En Chiclana de la Frontera, Cádiz, una operación conjunta de la Guardia Civil, Policía Nacional y el Departamento de Aduanas y Vigilancia Aduanera (DAVA) culminó con la detención de 15 personas, cuatro de las cuales ingresaron en prisión. En el operativo se incautaron de 99 bidones de gasolina, hachís, marihuana, 21.580 euros en efectivo, armas y embarcaciones utilizadas para actividades delictivas.
Posibles reformas legislativas
El suministro de combustible para narcolanchas se ha convertido en un eslabón clave dentro de las redes de narcotráfico. Esta actividad es cada vez más habitual entre menores, quienes encuentran en el «petaqueo» una vía de entrada a organizaciones criminales. Por esta razón, asociaciones como la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han reclamado cambios legislativos que permitan endurecer las sanciones contra esta práctica.
Actualmente, el «petaqueo» se sanciona como una falta administrativa, lo que ha incentivado su proliferación. Las fuerzas de seguridad instan al Gobierno a regular la posesión de combustible y a modificar el Código Penal para tratar este tipo de actividades como delitos de narcotráfico.
Los Ministerios de Justicia e Interior aseguran estar estudiando reformas al Código Penal para aumentar la presión sobre el narcotráfico en las costas andaluzas. Bien es cierto que desde las autoridades se reconoce la dificultad de demostrar que el combustible transportado tiene fines ilícitos, sin embargo, supone un clamor para la lucha contra el narcotráfico atajar esta demanda histórica por parte de las fuerzas policiales, que consideran insuficiente el marco legal actual.
A pesar de las inversiones en refuerzos policiales, las costas andaluzas siguen siendo un foco crítico de narcotráfico, donde el «petaqueo» se perfila como una pieza clave de esta problemática. La necesidad de medidas más contundentes es una constante en las demandas de los cuerpos de seguridad, que buscan frenar el avance de estas redes criminales.
