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Sorpresa en el PP por el fichaje de un nacionalista para la lista de Barcelona

Daniel Sirera incluye como independiente a Tomás Ragué, que desde el año pasado forma parte de la dirección política de Centrem

Sorpresa en el PP por el fichaje de un nacionalista para la lista de Barcelona

Daniel Sirera y Alberto Núñez Feijóo en la presentación del candidato del PP por Barcelona. | EFE

La candidatura del Partido Popular por Barcelona incluye el fichaje como independiente de Tomás Ragué, que desde el año pasado forma parte del Comité Ejecutivo Nacional de Centrem, una formación surgida de las cenizas de Convergència i Unió y que aglutina a nacionalistas, soberanistas, catalanistas y federalistas con representantes provenientes de Lliures, Convergents, la Lliga Democràtica y el PDeCAT.

Ragué es un conocido abogado de Barcelona con más de 35 años de experiencia profesional en los ámbitos civil, mercantil y administrativo, según explicó el PP en un comunicado. En la actualidad, ejerce el cargo de secretario del Real Club de Polo de la Ciudad Condal. No se le conocía actividad política más allá de su puesto orgánico en Centrem, donde hoy en día sigue apareciendo dentro de la Ejecutiva de este partido.

El líder de la candidatura, Daniel Sirera, le ha colocado en octavo lugar de su lista, por lo que no tiene opciones de conseguir el acta ya que la formación de Alberto Núñez Feijóo parte de dos representantes y, aunque podría quedar como único partido constitucionalista de centro-derecha en la siguiente legislatura, las encuestas apuntan a que podrá duplicar -o triplicar en el mejor de los casos- su presencia y quedarse entre los 4 y 6 concejales.

«Nunca ha pedido la independencia de Cataluña»

Sirera defiende su incorporación como independiente ya que «nunca ha pedido la independencia de Cataluña» ni ha defendido el referéndum unilateral. «Quiero abrir el partido a gente como él. Es moderado, catalanista, se siente español. Si hubiera diez más como él, los metería», subraya en declaraciones a THE OBJECTIVE. Además, adelanta que Santiago Fisas, otro histórico del PP catalán que en 2019 se fue a la Lliga Democràtica, cerrará su lista del 28-M.

Ragué se unió en 2022 al proyecto liderado por la expresidenta del PDeCAT y exconsejera de Empresa Àngels Chacón. Centrem representa el nacionalismo moderado que rechaza la unilateralidad y la desobediencia de la leyes españolas. Pese a su reciente implosión, con la inesperada marcha de Chacón en agosto del año pasado para fichar por la consultora Llorente y Cuenca, sigue hablando de Cataluña como «país» y apuesta por una Europa federal en la que Cataluña incremente el autogobierno mediante la negociación y el diálogo.

Tomás Ragué, en el organigrama político de Centrem.

Los partidos que forman Centrem consideran que Cataluña es un sujeto político y que, por sus rasgos diferenciales del resto de España, es una nación que debe autogobernarse y poder decidir su futuro, incluso decidir sobre la independencia mediante un pacto con el Estado que facilite ese referéndum, aunque sea para votar unos que sí y otros que no. Así, en el punto 14.1 de su ideario político señala que «Cataluña, en cuanto nación, es un sujeto político que tiene el derecho y el deber de mejorar su autogobierno». Y apostilla que sus cargos «defenderán que Cataluña, en cuanto nación, pueda decidir libre y soberanamente su futuro, en el marco del ordenamiento jurídico».

En la actualidad, Centrem tiene fugas hacia todos los lados. Se ha sumado al proyecto ‘Ara pacte local’ en torno al PDeCAT, que es la formación que tiene derechos electorales para las municipales del 28-M, y está dando libertad a sus miembros para fichar por listas de otros partidos. Incluso, la sucesora de Chacón, la politóloga Astrid Barrio, acaba de ser captada por el Govern de Pere Aragonés para que diseñe una propuesta de referéndum pactado.

Tomás Ragué (sexto por la derecha) junto al resto de la Ejecutiva de Centrem que se formó a principios de 2022.

El fichaje de Ragué para Barcelona ha incomodado a las diferentes familias que forman el PP catalán y que, a menudo, están enfrentadas. En este caso, coinciden en expresar su sorpresa. Fuentes de la dirección regional que dirige Alejandro Fernández muestran su «estupor» a este periódico. También en el entorno de Alberto Fernández, histórico líder popular en Barcelona, expresan su «sorpresa» por esta incorporación cuando hay presidentes de distrito que han quedado muy atrás. «No tiene sentido», incide una persona que trabaja en el Ayuntamiento.

Sirera ha elegido los primeros puestos de su lista con sumo cuidado para no enfadar a los estandartes del PP catalán. Así, ha colocado al exdiputado autonómico Juan Millán, una figura próxima al líder regional, de número dos en la papeleta. Y de tres aparece Ángeles Esteller, la que fuera mano derecha de Alberto Fernández durante varias legislaturas y miembro del Comité Electoral nacional por decisión de Génova, pero los siguientes nombres han generado malestar.

Víctor Martí, el número cuatro, es amigo del candidato desde los tiempos de Nuevas Generaciones en Cataluña pero llevaba muchos años alejado de la primera línea política. Y la número cinco, Sonia Devesa, es desconocida para la mayoría de las fuentes consultadas por este periódico. En unos de estos puestos debería haber estado Óscar Ramírez, uno de los dos concejales actuales en el Consistorio y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP, pero este último consideró insuficiente la oferta del candidato y ha preferido apartarse.

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